Usar el móvil al volante será como conducir borracho: Seis puntos menos

A partir del próximo 2 de enero, el límite de velocidad en las carreteras secundarias en España se reducirá de 100 a 90 kilómetros por hora. Es una de las medidas que la Dirección General de Tráfico tiene preparadas para mejorar la seguridad, después de cuatro años de incremento de la siniestralidad.

Como recoge El Mundo, el director general de Tráfico, Pere Navarro, está trabajando en una reforma integral de la Ley de Seguridad Vial y de los reglamentos de conductores, circulación y vehículos.

La primera medida será la limitación de velocidad en carreteras convencionales, esto es, las de un único carril por sentido y sin desdoblar. Sólo cuando los dos sentidos estén separados se podrá ir a 100 kilómetros por hora.

De esta manera España se equipará a otros países de la Unión Europea y, según Tráfico, supondría un descenso de la mortalidad cercano al 10%, máxime cuando en estas vías se producen en torno a un 75% de los accidentes mortales en carretera.

Otra de las medidas que la DGT quiere impulsar es la modificación del permiso por puntos. Esto implicará que al conducir utilizando el teléfono móvil con la mano se pierdan seis puntos, frente a los tres que son ahora. Se equiparía así usar el móvil al volante con conducir borracho o drogado, negarse a hacer la prueba de alcohol o drogas, conducir de forma temeraria, ir a más del 50% del límite de velocidad o conducir con vehículos que lleven inhibidores de radar.

No llevar puesto el cinturón de seguridad, el casco o el sistema de retención infantil costará cuatro puntos, frente a los tres de ahora. También se penalizará más el exceso de velocidad en carreteras convencionales. Ir a 111 km/h supondrá dos puntos menos y 300 euros de multa.