Vecinos de Varea alertan del robo de perros para utilizarlos en peleas
El perro es el mejor amigo del hombre, aunque no siempre el hombre es el mejor amigo del perro. En reiteradas ocasiones se escucha hablar de maltrato animal, de comercio y de peleas entre perros de razas peligrosas. En los últimos meses, varios vecinos de Varea han visto cómo sus perros eran robados, para utilizarlos presuntamente en peleas clandestinas realizadas en el barrio logroñés y alrededores.
Hace varios años saltaba a la palestra la presencia de un grupo que organizaba peleas en la localidad riojana de Entrena. En esta ocasión, los culpables fueron descubiertos y el grupo desmantelado, algo que no ocurre en todas las ocasiones. “El caso de Entrena se descubrió a raíz de la denuncia de una Protectora de Cádiz que trabajaba a través de Internet. Aquí aseguraban que habían enviado varios perros de raza pitbull al mismo señor. Esto les pareció sospechoso y lo denunciaron a Seprona. Tirando del hilo, picharon unos teléfonos y salió a relucir todo el tema de las peleas. Además, después descubrieron que tenían incluso grabaciones de las luchas que luego comercializaban”, asegura Carmen Faulín, presidenta de la Asociación Protectora de Animales de La Rioja.
“Aquí en La Rioja siempre ha habido peleas y las habrá hasta que tome cartas en el asunto quien las tenga que tomar”, asegura Faulín. “En alguna ocasión hemos pasado información a la Policía y la verdad es que no la han utilizado”, confirma. “Normalmente esta gente que se dedica a las peleas de perros son usuales en el mundo de la droga y otro tipo de delitos, entonces la Policía no le da excesiva importancia a que hagan esto”, manifiesta la presidenta de la Protectora.
El tema de las peleas de perros está en boca de todo el mundo. El que más y el que menos ha
escuchado hablar de estas actividades clandestinas. Varios vecinos de Varea han denunciado en los últimos meses la desaparición de sus canes a la Policía, recibiendo casi siempre la misma respuesta: “habrán sido los gitanos para usarlos en peleas”. “Las denuncias de robos y desapariciones son algo constante”, afirma Carmen, “no hemos notado un aumento, pero es algo sabido, cuando alguien dice ”me han quitado el mastín de la finca, o el pastor alemán“, bueno pues está claro que es para peleas, y la Policía te lo dice como la cosa más normal”, asegura Faulín.
“Actualmente estamos bajo la pista de peleas en Alberite. Parece ser que hay un posible denunciante, pero no se sabe exactamente dónde están los animales pero sí se deben de realizar en Alberite y, como casi siempre, es un grupo de raza gitana”, corrobora la presidenta de la Protectora. “Ver una pelea en sí es muy difícil porque se mueven en círculos muy cerrados y es un mundo ”peligroso“. Suelen quedar a última hora a través del móvil. Quedan en almacenes abandonados o dentro de camiones incluso. Es difícil pillarlos en una pelea. Además, tienes que pillarlos apostando, porque si no pueden decir que se han enzarzado los perros sin más”, sentencia Carmen. “Son gente peligrosa, por eso decimos que si no se atreven a denunciar, que por lo menos nos pasen la información a la Protectora, que siempre es un ente más general”.
Normalmente, estos grupos se dedican a robar perros grandes que sirvan para los entrenamientos de sus canes de pelea, aunque no siempre tienen que cometer un hurto para ello, “en el caso de Entrena, iban por la noche con una furgoneta con perros de raza pitbull por Alberite y las zonas cercanas, y cuando veían animales que estaban atados en fincas sin vallar los soltaban para que atacasen a esos perros
. Denunció una señora a la que le habían matado a su rottweiler y un cazador al que le habían asesinado a cinco perros. Nosotros pasamos muchos datos a la Policía pero tampoco se movieron“, relata Faulín.
“En el barrio de La Estrella también recogimos un pitbull, muy bueno, y que estaba machacado porque no debía servir para pelear y lo usaban para entrenar. Había también una perra que se llevaron a la Perrera Municipal y esa misma noche desapareció. Siempre nos ha causado bastante desazón cómo entran y salen los perros de aquí”, añade Carmen.
NEGOCIO Y CASTIGO
Carmen Faulín asegura que este tipo de actividades, para algunos lúdicas, se han convertido en todo un negocio, “aquí igual se mueve menos cantidad de dinero, pero luego hay peleas de élite en las que se apuestan millones”. A muchos no les importa gastarse cientos de euros en curar las heridas de un perro ganador, aunque muchos veterinarios se muestran en contra de esto y rechazan atender a estos perros, “a algunos les da igual, les curan, lo cobran y ya está, pero otros muchos sí que muestran rechazo. Lo que no hacen es denunciar, que es en lo que insistimos porque con la colaboración de todos se podría actuar de forma más definitiva”, asegura Faulín.
Por otro lado, el castigo que reciben las personas que realizan este tipo de macabros encuentros es nulo. “La pena que les pueden imponer va de tres meses a un año de cárcel, por lo que si no tienen antecedentes penales no entran en prisión, sólo es una multa económica que teniendo en cuenta el dinero que ganan con ello no les importa y lo seguirán haciendo”, afirman desde la Protectora. “Habría que endurecer la penas”, sentencia.
VARIOS CASOS
Las peleas en la zona cercana a Logroño han sido siempre vox populi. El que más y el que menos ha escuchado a un conocido hablar de los robos o desapariciones misteriosas de algún can, de su posterior denuncia y, en ocasiones del hallazgo del perro en deplorables condiciones.
C. B. R. es una vecina del barrio de Varea a la que hace varios años le desaparecieron tres perros de su casa. “Los animales salieron y ya no volvieron, es muy sospechoso que se perdiesen los tres, eso fue alguien que se los llevó”, asegura. Una vez más, cuando acudió a la Policía a denunciar el hecho recibió la misma respuesta de siempre: “seguro que han sido los gitanos para usarlos en peleas”. En este caso, un precioso pastor alemán, un husky siberiano y un perro de caza desaparecieron pasando a engrosar la lista de las presuntas peleas de perros que entonces, y ahora, se realizaban en el barrio logroñés y alrededores.
L.G. tiene la desaparición de su pastor alemán más reciente.
Una mañana se dio cuenta de que su mascota había desaparecido de la finca donde dormía. Denunció a la Policía el robo y de nuevo la misma respuesta: “para peleas”. Desesperado por saber el destino que le esperaba a su perro, acudió en su búsqueda y lo que encontró fue atroz: su hermoso can tenía el morro destrozado a mordiscos, en las patas le faltaba carne y estaba completamente aterrorizado. Había servido como perro de entrenamiento para los campeones de las peleas.
Estos son sólo dos de los casos que han ocurrido. Si tienes más información sobre peleas de perros, en Varea o en cualquier otra zona de la geografía riojana, no dudes en ponerte en contacto con este medio en el e-mail redaccion@rioja2.com o con la Protectora de Animales de La Rioja en los teléfonos: 941233500 o 679064646
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