Al PSOE se le atasca la cremallera

El sábado, 15 de marzo, tiene previsto reunirse con carácter extraordinario el Comité Federal del PSOE para aprobar definitivamente la lista completa de su candidatura a las elecciones europeas. Y, aunque ya se conocen muchos nombres que, con seguridad, irán en puestos de salida, aún no se ha podido cerrar completamente porque al PSOE, sobre todo, se le ha atascado la cremallera.

Los socialistas adquirieron en su última Conferencia Política el compromiso de que todas sus listas electorales tenían que estar configuradas como listas cremallera, es decir, si encabezaba una mujer -como ocurre en este caso-, el siguiente de la lista tendrá que ser un hombre, el tercer puesto sería para una mujer, el cuarto un hombre, y, así, sucesivamente.

Y, como suele suceder en muchas ocasiones, lo que es tan fácil escribir y queda tan bonito plasmar en un papel, luego es más complicado llevarlo a la práctica. Sobre todo porque aún queda mucho para alcanzar la igualdad real, no solo sobre el papel sino en las actitudes y el funcionamiento seguramente también de los propios miembros del PSOE. Y ése es el problema con el que se está encontrando ahora la dirección de los socialistas.

Aunque el conflicto de Navarra ha mantenido muy ocupada a la cúpula del partido durante toda la semana, y faltan flecos por cerrar, el problema fundamental estriba en que al PSOE le sobran hombres que quieren ser candidatos en puestos de salida y no hay hueco para todos.

En las previsiones socialistas está en sacar entre 15 y 17 escaños al Parlamento europeo. Lo que significa que, en el mejor de los casos, podrían llegar a ser eurodiputados ochos hombres. Dos ya están seguros en los primeros puestos: Ramón Jáuregui y Juan Fernando López Aguilar. Pero para los otros seis puestos masculinos -que podrían quedarse en cinco, si se cumplen las previsiones a la baja- hay codazos de todo tipo, y la elaboración de la candidatura va a estar más que complicada.

Tal es la situación que Ferraz ha pedido a algunas federaciones que aún no tenían claro qué nombre aportar a la lista que sólo se aceptará que propongan mujeres. Es el caso de Extremadura, donde el histórico eurodiputado Alejandro Cercas ya no repetirá en esta ocasión y se busca una mujer por la cuota extremeña. E incluso a otras federaciones se les ha insinuado si podrían cambiar la propuesta inicial de designar a un hombre, como es el caso de la Comunidad Valenciana, que plantea llevar en la candidatura a Ángel Luna. También Castilla-La Mancha propugna un hombre, Sergio Gutiérrez, que parece seguro.

La cosa ha llegado hasta tal punto que, medio en broma medio en serio, en alguna reunión interna se ha llegado a insinuar olvidarse de las listas cremallera, al menos, en estas elecciones. Pero ahí tanto la secretaria de Igualdad, Purificación Causapié, como la propia candidata, Elena Valenciano, han dicho que por eso no pasaban. Tienen ambas el apoyo de Alfredo Pérez Rubalcaba y, con dificultades o no, la lista será cremallera.

Esta semana será el líder del PSOE a quien le toque levantar el teléfono y frustrar las aspiraciones de más de uno que quería irse a Europa. Como le dijeron en Ferraz esta semana a un destacado dirigente madrileño que también aspira a ser eurodiputado: “Si tuvieras falda, no habría ningún problema”.

El viernes será cuándo se cierre definitivamente la lista en la que quedan dos dudas: la número tres, que todo apunta a que será andaluza y se rumorea el nombre de Mar Moreno. Y si el exvicesecretario general del PSOE José Blanco irá a Bruselas como desea, lo que parece probable.

En cualquier caso, no parece que en este caso los intereses personales de algunos miembros del partido vayan a pasar por encima de los compromisos adquiridos por el PSOE en materia de igualdad. Ya era hora.