Un colegio religioso de Madrid saca de clase a sus alumnos para asistir a un acto de Almeida

Carmen Moraga

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Hubo selfies y aplausos y dispensa de la dirección para faltar a clase. A media mañana de este miércoles, decenas de alumnos del Colegio Sagrado Corazón de Jesús de las Esclavas, ubicado en el el barrio de Chamberí, abandonaron las aulas para ser parte de un acto político. Sentados en el suelo, bajo un sol radiante y 30 grados de temperatura, aguardaban con impaciencia la llegada del alcalde de Madrid, José Luis Rodríguez Almeida, que tenía previsto inaugurar el espacio después de que el Ayuntamiento decidiera bautizarlo con el mismo nombre que la congregación de este centro educativo de religiosas: Plaza de las esclavas del Sagrado Corazón de Jesús. Junto al alcalde acudió el concejal-presidente del distrito de Chamberí, Javier Ramírez, de la facción más conservadora del partido.

Los escolares, ataviados con sus uniformes, recibieron al regidor madrileño con gritos de júbilo como si se tratara de una estrella de la música o un famoso de la tele. Según fuentes del Ayuntamiento, tanto Almeida como sus acompañantes desconocían que iban a contar con los pequeños como espectadores. En el protocolo y el programa del acto no se mencionaba nada. Solo que serían recibidos por la Superiora General de la congregación, y el director del Colegio. Ambos, además, fueron invitados a pronunciar unas palabras desde el atril colocado en la plaza, algo que hicieron después de la intervención del concejal Ramírez y antes que el regidor madrileño, quien cerró el acto. Previamente, descubrieron la placa con el nombre de la plaza.

Las mismas fuentes municipales aseguran que al llegar y ver a los niños allí, se interesaron por saber si tenían permiso para ser grabados por los medios de comunicación. Y la dirección del Colegio les aseguró que todos tenían “autorización de los padres”.

Esta redacción se ha puesto en contacto con el centro de Sagrado Corazón de las Esclavas de Jesús, un centro católico y concertado por la Consejería de Educación, que en la actualidad imparte enseñanzas de Infantil, Primaria, Secundaria y Bachillerato. El centro sostiene que se pidió permiso a las familias. “Se trataba de un acontecimiento importante y extraordinario”, señalaron a esta redacción fuentes del centro, y dada “la excepcionalidad” se les preguntó a los padres si los menores podrían participar y “ver cómo se bautizaba la plaza con el mismo nombre que el colegio, un hecho que no ocurre a diario”.

Posteriormente, el propio directo del centro, Alfonso Saz Pérez, insistía y ratificaba a elDiario.es que “todas las acciones que realiza el colegio con los alumnos, informa plenamente de ellas a todas las familias del centro”. “Para nosotros como colegio que pertenece a las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, es todo un orgullo que el Ayuntamiento de Madrid ponga el nombre a una plaza como reconocimiento a la labor educativa que ha realizado y sigue realizando la congregación durante más de 100 años”.