Del 'alumna ilustre' al 'Ayuso non grata': la presidenta recibirá entre protestas su reconocimiento en la Complutense

La indignación que ha despertado el nombramiento de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, como alumna ilustre de la Universidad Complutense no va a quedarse en comunicados, quejas en redes sociales o recogidas de firmas: las protestas llegan el próximo martes 24 de enero a la calle. Organizaciones estudiantiles, en colaboración con otros colectivos, han convocado una “jornada de lucha” en la Facultad de Ciencias de la Información del centro de estudios madrileño, donde a finales de los noventa y principios del 2000 estudió la dirigente regional. Una gran manifestación que arrancará a las 10.00 y continuará durante toda la mañana en paralelo al acto en el que Ayuso recibirá esta controvertida distinción.

“Este escandaloso nombramiento a dedo forma parte de una campaña electoral partidista impulsada desde una institución pública”, critica en declaraciones a Somos Madrid Natalia Lago, representante estudiantil en Junta de la Facultad de Ciencias Políticas de la Complutense, así como militante de las agrupaciones Contracorriente y Pan y Rosas (convocantes de la concentración). Desde estas organizaciones sostienen que el objetivo es “blanquear a Ayuso y a sus políticas criminales en pleno auge de luchas contra estas políticas”. Así, además de la manifestación, han organizado una campaña en redes bajo el lema #AyusoNonGrata.

Consideran que la condecoración es contraproducente para la imagen de esta importante Universidad pública madrileña, ya que la dirigente autonómica no reúne los requisitos idóneos: “Es la gran liquidadora de la sanidad pública y la gestora por excelencia de los negocios del capital”, además de “una negacionista del cambio climático”. El argumento esgrimido por la dirección de la Complutense es que se trata de “la primera alumna de la Facultad de Ciencias de la Información en ostentar la Presidencia de una comunidad autónoma, y la primera en la historia autonómica española licenciada en el área”.

Críticas a un sistema “antidemocrático” en la Universidad

Pero el malestar llega además por la forma en que la decisión se ha producido. Partió del rector, Joaquín Goyache, quien puso sobre la mesa el reconocimiento saltándose la votación en la Junta de la Facultad del pasado 7 de noviembre, en la que fueron aprobados los otros siete alumni ilustres. Entre ellos figuran personalidades como la periodista Almudena Ariza, el actor Antonio de la Torre o el escritor Arturo Pérez Reverte (estos dos últimos también ejercieron la profesión antes de tomar otros caminos profesionales).

Según Natalia Lago, la maniobra sintetiza el funcionamiento actual de una parte del ecosistema educativo: “Hace cristalina la relación que tiene la Universidad Pública con los políticos, consecuencia de todo un sistema universitario que en realidad es profundamente antidemocrático y que está al servicio de las empresas y de los partidos que velan por los intereses de estas”. Un modelo en el que los estudiantes tienen “una participación prácticamente nula” frente a “una casta de rectores, decanos y catedráticos con unos privilegios intocables que les permiten elegir a dedo cargos, investigaciones y subvenciones”.

Esta estudiante lamenta que la participación estudiantil “está relegada a la Junta o el Claustro, donde en realidad no se deciden las cosas importantes”. Puntualiza que incluso en estos órganos sufren “infrarrepresentación”, ya que la presencia del alumnado no es proporcional a la enorme diferencia entre el número de estudiantes frente al de docentes, por no hablar de otros sectores directamente ignorados: “Mientras que el personal de cafetería o limpieza no tiene ninguna voz aunque su sueldo y sus condiciones dependan también de las decisiones que la Universidad toma, en los consejos sociales hay representantes de las grandes empresas del Estado español como Endesa, el Banco Santander, COPE, Telefónica o El Corte Inglés, cuyos intereses son por los que vela Rectorado”.

Dimisión en la cúpula de la Complutense

A estas protestas desde abajo se unen movimientos en las altas esferas de la Universidad Complutense. El vicerrector de Relaciones Institucionales, Juan Carlos Doadrio, presentó por carta su dimisión al rector Joaquín Goyache el pasado 13 de enero, según recoge infoLibre.

“Las cosas han sido así, pero yo soy más elegante y no voy a hacer declaraciones”, se limitó a responder ante las preguntas de dicho medio sobre si su marcha tenía relación directa con la condecoración y si ha sido presionado por el rector para que dimita, responsabilizándose con ello de la polémica.

Una manifestación transversal

Pero la movilización del próximo martes va más allá del ámbito de la Complutense (están convocadas personas de todas las universidades madrileñas y se ha sumado el Sindicato de Estudiantes), incluso del educativo. Las asociaciones Contracorriente y Pan y Rosas han impulsado una asamblea unitaria en la que han participado organizaciones como la Plataforma de Sanitarias de CGT del Hospital Gómez Ulla o trabajadoras de la limpieza del Gregorio Marañón.

“Queremos volcar toda nuestra solidaridad con las luchas de las sanitarias, por la unidad obrera estudiantil y para que la acción del 24 sea parte también de toda esta oleada de batallas que se están dando en defensa de nuestra salud”, dice Lago. Centra sus críticas a la distinción en la gestión sanitaria de la presidenta regional: “Ayuso es la primera que manda construir un hospital que costó 170 millones de euros para llenar los bolsillos de patrones de la construcción para quienes gobiernan. Al mismo tiempo es la que dejaba morir a cientos de ancianos en residencias durante la pandemia. Es también la gran artífice de la ley maestra que privatiza y recorta la sanidad pública, o la que en lo peor de la crisis sanitaria se dedicaba a mandar trozos de pizza rancios a niños en situación de vulnerabilidad, mientras otorgaba contratos millonarios a familiares y amigos”.

Las agrupaciones convocantes no entienden que Rectorado considere “ilustres” esas actuaciones, y así lo explican por boca de Natalia Lago: “Creemos que ilustres son las sanitarias que no solo no se resignan, sino que se organizan contra la precarización de sus condiciones laborales, defendiendo nuestra sanidad pública a capa y espada”.