El Conde Duque descubre su torreón
“Cuando subí aquí me quedé impactada del sitio. No sabía ni que existía”, cuenta Isla Aguilar, codirectora del Conde Duque, recordando el momento en el que se asomó al torreón del centro cultural. Esa misma sensación, sobrecogedora, la podrán experimentar a partir de hoy los madrileños, cuando se abre por primera vez al público este espacio de vistas privilegiadas.
Con una altura de ocho pisos pero enclavado en una posición estratégica que permite divisar edificios de todo Madrid -desde el Pirulí hasta las torres de la Castellana-, el torreón acogerá propuestas escénicas al aire libre durante todo el año. Su aforo es reducido -solo 60 personas, artistas incluidos- pero el marco es inigualable por cualquier otro espacio de Madrid.
El lugar fue reformado y habilitado durante las últimas obras del Conde Duque, pero nadie hasta ahora había decidido usarlo. Los nuevos directores, Isla y Miguel Oyarzun, se lo encontraron en sus paseos por el centro buscando explotar todas las posibilidades expositivas y escénicas del lugar.
Los artistas encargados de poner en marcha este espacio son Los Torreznos, un dúo que desarrollará una performance titulada El Cielo, que ya han representado en otros espacios, aunque casi nunca en lugares tan espectaculares como el torreón. “Corres el riesgo de que el espacio sea más interesante que la obra en sí”, comenta jocoso Rafael Lamata, uno de sus componentes. “Bueno, si al espectador no le gusta, al menos se lleva las vistas”, añade bromeando su compañero, Jaime Vallaure.
...y estas son las vistas desde lo alto del torreón:
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