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Opinión - Vivir sobre un polvorín. Por Rosa María Artal

Las promesas de Almeida para Malasaña: convertirlo en el Barrio de la Música, reforma y vigilancia del Dos de Mayo...

La victoria electoral del Partido Popular en las pasadas elecciones del 28 de mayo dejan por delante una mayoría absoluta con la que José Luis Martínez-Almeida podrá ejecutar todas sus promesas electorales sin necesidad de negociar con el resto de fuerzas políticas.

En el caso de las formuladas para el barrio de Malasaña en su programa, hay dos que destacan por encima del resto. La primera de ellas es la de convertir esta área de Madrid en el Barrio de la Música, “con el objetivo de seguir impulsando una zona de Malasaña como enclave de conservatorios, escuelas de canto y música, así como centro de atracción de los creadores musicales y cuna de la movida madrileña”, explicaba el programa electoral de Almeida (puede consultarse en este enlace).

La idea del Barrio de la Música nació recientemente gracias al festival Symphonos, el pasado mes de marzo. El evento lo montaron varias instituciones y asociaciones de Malasaña y Conde Duque, que se unieron para potenciar su valor musical a través de una semana de conciertos, talleres, exposiciones y ensayos abiertos al público. La idea se acogió con fervor tanto desde los partidos representados en el pleno de Centro como desde la Junta de Distrito y se materializó después en el programa electoral del PP.

Luego destaca la reforma del Dos de Mayo. Aunque el texto electoral de Almeida no cita específicamente las obras en la plaza del corazón de Malasaña, el alcalde sí que lo citó en uno de sus actos de campaña, celebrado en el Colegio de Ingenieros de Caminos. Lo que no se conoce es el contenido de la reforma ni qué objetivos perseguiría con ella en un lugar que fue objeto de trabajos municipales ya en el año 2019.

Lo que también seguirá adelante en este lugar será la instalación de cámaras de videovigilancia en la plaza del Dos de Mayo “para mejorar la seguridad de los vecinos”, un proyecto para el que se iniciaron trámites previos hace un año.

Policía antigrafiti y edificio para los mayores

El programa del PP recoge 300 medidas organizadas en torno a diez ejes, desde el institucional a la salud pasando por familias o ciudad verde. Dentro del apartado de seguridad Almeida propuso poner en marcha “un plan para combatir los grafitis, creando una unidad específica dentro de la actual estructura de Policía Municipal que permita luchar contra esta práctica”.

En cuanto a las instalaciones para mayores, el PP proponía diez nuevas dotaciones en la ciudad. Una de ellas ha de ser la ubicada en el número 32 de la calle Luna, dentro del antiguo Palacio de la Infanta Carlota. Allí está prevista la apertura de dotaciones culturales y unas “viviendas intergeneracionales” centradas en los madrileños de mayor edad.

La última referencia a elementos del barrio es la reapertura del Museo de Arte Contemporáneo de la ciudad en Conde Duque: “Le dotaremos de contenido con nuevas adquisiciones, reforzando la posición de Madrid a la vanguardia del arte contemporáneo”, apunta el programa del alcalde.

Por último, algunas propuestas más generales podrían beneficiar a Malasaña, como es la idea de implantar “más azulejos en la señalética del callejero en la zona centro para que incluya una imagen que represente el nombre, así como códigos QR en calles y monumentos de la ciudad que informen de su historia”. También la renovación de 3.000 aceras y calzadas en toda a ciudad, “haciendo más accesible su tránsito para el peatón”.

Lo que se ha ocultado hasta ahora es el futuro de la calle Fuencarral, que Almeida prometió peatonalizar en el año 2020 y cuyas obras de reforma se encuentran paradas, pese a la evidente desproporción del espacio para el tráfico respecto al del peatón y a contar con presupuesto para ejecutarlas.