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Los deportivos ‘rugirán’ menos por mandato de la Unión Europea

Daimler disminuye el sonido de escape en sus Mercedes-AMG A 45 S y Mercedes-AMG CLA 45 S.

Paula Ulloa

Mientras los vehículos eléctricos se preparan para recibir dispositivos de ruido artificial que alerten de su presencia cuando circulan a baja velocidad, los deportivos lo hacen para lo contrario, para reducir de forma significativa el rugido que emiten al dar lo mejor de sí mismos y que supone una de sus señas de identidad más apreciadas por los entusiastas del motor. La Unión Europea está detrás de ambos fenómenos al haber aprobado sendas regulaciones al respecto.

Por un lado, ha impuesto que, desde el 1 de julio pasado, todos los coches eléctricos e híbridos de nueva homologación en Europa deben incorporar sistemas de aviso acústico para peatones o AVAS, por sus siglas en inglés. Será el 1 de julio de 2021 cuando estos dispositivos sean obligatorios para todos los vehículos eléctricos e híbridos que se pongan a la venta en el continente.

Los AVAS deberán activarse de manera automática desde que el coche se ponga en marcha hasta que alcance los 20 km/h, además de cuando circule marcha atrás. Por encima de la velocidad mencionada, el ruido de rodadura servirá por sí solo para advertir de su presencia, de manera que el aviso acústico se desconectará automáticamente. En ningún caso podrá desactivarlo el conductor de forma manual. Para el caso de los híbridos, la regulación específica que dejará de operar cuando el motor térmico esté en funcionamiento.

Entre tanto, la Unión Europea ha aprobado una directiva por la que los automóviles convencionales deberán reducir sus niveles de ruido de 74 a 68 decibelios en 2026, con el objetivo de combatir la contaminación acústica en las ciudades, donde constituyen una importante fuente de estrés. Aunque el plazo aún no apremia, los fabricantes están comenzando a tomar nota de la imposición y a introducir gradualmente modificaciones en esa dirección, sobre todo en lo que se refiere a rebajar el ruido durante las aceleraciones repentinas, no a velocidad constante.

El grupo Daimler ha tomado la delantera al respecto con sus nuevos Mercedes-AMG A 45 S y Mercedes-AMG CLA 45 S, que ya cumplen la directiva 540/2014 que regula este asunto. Bastian Bogenschutz, jefe de planificación de productos de la división de vehículos deportivos de Mercedes-Benz, ha indicado que los escapes de estos dos modelos no serán exclusivos para el mercado europeo. Sería demasiado costoso desarrollarlos específicamente para un país o conjunto de países, ha explicado, por lo que se adaptarán a “la normativa más restrictiva entre todos ellos”, sin perjuicio de que los fabricantes especializados en escapes puedan ofrecer una alternativa más satisfactoria a quienes no pueden pasar sin el bramido de su deportivo.

Pero Mercedes sabe que una cosa es el ruido que se percibe del coche desde el exterior y otra, el que pueden escuchar (disfrutar, dirán los incondicionales) el conductor y los eventuales pasajeros. Bogenschutz es consciente de que en el interior debe percibirse un sonido atractivo, poderoso y, por supuesto, deportivo, de manera que los vehículos recién presentados, y los que vendrán luego, contarán con un sistema de escape que dirige el sonido directamente hacia el habitáculo. Cabe suponer que este cambiará de intensidad y de tono en función del tipo de utilización de cada momento y del modo de conducción seleccionado.

No son pocas las marcas que recurren al software y a los altavoces del equipo de audio del coche para trasladar el sonido a su interior, una solución que no es del gusto de todos los usuarios. También los coches eléctricos utilizan estas soluciones en los nuevos AVAS, que, según obliga la UE, deberán emitir entre los 56 decibelios que genera una conversación normal y los 74 decibelios que actualmente pueden producir los vehículos con motor de combustión.

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