Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Stellantis probará el intercambio de baterías en Madrid el año próximo

Un Fiat 500e dentro de la estación de cambio de baterías de Ample.

Paula Ulloa

Stellantis y Ample han firmado días atrás un acuerdo vinculante para establecer una asociación en tecnología de carga de baterías de vehículos eléctricos (VE) capaz de proporcionar una batería de vehículo eléctrico completamente cargada en menos de cinco minutos. Las dos partes se comprometen a trabajar para integrar la solución Modular Battery Swapping de la firma Ample en los vehículos eléctricos de Stellantis.

La tecnología de intercambio de baterías, barajada por varias marcas pero sin demasiada implantación hasta el momento, permite al cliente de un VE que se detiene en la estación correspondiente cambiar su batería agotada por otra totalmente cargada en cuestión de minutos. Las dos compañías están en conversaciones para extender la aplicación de esta tecnología modular de modo que satisfaga la demanda de flotas y clientes en otras plataformas de Stellantis y zonas geográficas.

El programa inicial está previsto que comience en Madrid, en 2024, utilizando una flota de 100 Fiat 500e dentro del servicio de carsharing Free2move de Stellantis. El Fiat 500e es el vehículo eléctrico más vendido del grupo (y de Fiat, naturalmente), se comercializa en todo el mundo y es líder de ventas en múltiples mercados europeos.

La tecnología de Ample proporciona una forma alternativa de suministrar energía a los vehículos eléctricos que hace que la experiencia de recarga sea casi tan rápida y cómoda como repostar combustible. Las baterías del fabricante estadounidense están diseñadas para que sean compatibles con las originales. Se trata de dispositivos modulares que, en principio, pueden caber en cualquier coche eléctrico, lo que debería permitir a Stellantis integrar esta tecnología sin necesidad de rediseñar sus plataformas de vehículos.

Además, las estaciones de intercambio de baterías de Ample se pueden instalar en zonas públicas en tan solo tres días, con lo que es posible desplegar en tiempo récord una infraestructura que es, además, rápidamente ampliable.

Cuando un vehículo eléctrico habilitado para ello se acerca a la estación Ample, ésta lo reconoce inmediatamente. Una vez aparcado en el interior, la persona que conduce inicia la operación de intercambio desde la aplicación móvil, lo que da como resultado una batería totalmente cargada en menos de cinco minutos.

La solución Modular Battery Swapping de Ample está diseñada para ser rápida y rentable, al minimizar el tiempo en que los vehículos eléctricos están fuera de servicio. Se reduce así el impacto económico de esos periodos muertos, razón por la que el sistema es especialmente indicado para flotas de toda clase, entre ellas las de coche compartido.

La firma tiene previsto poner esta tecnología a disposición de los clientes de vehículos eléctricos mediante un servicio de suscripción. Este planteamiento reduciría el coste total inicial del coche y permitiría al usuario disponer siempre de la última tecnología en baterías, lo que aumentaría sobre el papel la autonomía y la vida útil de su vehículo.

Un viejo conocido que vuelve

El sistema de intercambio fue una iniciativa que defendió con especial ímpetu la marca francesa Renault. Sin embargo, el fracaso de su iniciativa Better Place, que lanzó en 2012, hizo olvidar el asunto durante varios años, al menos en territorio europeo.

En teoría, la idea se antojaba interesante en la medida en que prometía abaratar el coste de poseer un coche eléctrico en propiedad. Dado que la batería es el componente más costoso de un vehículo de este tipo -representa al menos el 30% de su precio total-, esta fórmula hacía posible ahorrarse una buena cantidad de dinero al remplazar la compra como tal de la batería por algún método de alquiler o pago por uso, como el que ofrece la china NIO.

La californiana Tesla hizo su propio experimento de intercambio de baterías, aunque pronto vio que sus clientes preferían usar la amplia red de supercargadores que tenían a su disposición, realmente la mejor que ha desplegado hasta la fecha ningún fabricante de automóviles y que, en el momento de ponerse en marcha aquella iniciativa, era gratuita para ellos.

Pero lo que no ha funcionado en Occidente sí ha tenido mejor fortuna en China, donde varias marcas han incorporado esta tecnología a su catálogo de servicios. NIO, a la que mencionábamos antes, incluso la ha exportado a su vez a Europa y Estados Unidos con buenos resultados, tanto que ha animado a otras firmas, como la norteamericana Fisker, a adoptarlo hace pocos meses, coincidiendo con el inicio de la comercialización de su modelo Ocean en esos dos mercados.

Fisker se ha aliado precisamente con Ample para ofrecer esta opción a los clientes de su modelo de hasta 707 kilómetros de autonomía, que, según los planes de la compañía, debería poder hacer uso del sistema de intercambio de baterías en el primer trimestre de 2024.

Etiquetas
stats