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Murcia y aparte es un blog de opinión y análisis sobre la Región de Murcia, un espacio de reflexión sobre Murcia y desde Murcia que se integra en la edición regional de eldiario.es.

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#Convivir de verdad

Manifestación contra el racismo

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El 21 de marzo es del Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial. Desde EAPN Región de Murcia consideramos que es una fecha adecuada para poner en marcha una campaña destinada a fomentar la convivencia desde el reconocimiento mutuo y el disfrute de todos los derechos por todas las personas. Una convivencia en la que no tengan lugar los bulos ni los discursos de odio. Este artículo es la primera acción de dicha campaña.

El teléfono móvil se ha convertido en una extensión de nuestro cuerpo y es innegable que nos facilita muchísimo la vida: nos permite comunicarnos con inmediatez y nos acerca a los que están lejos. Sin embargo, ¿son todo ventajas? Cuando no existían las redes sociales la comunicación era cara a cara, más reflexiva, pues tener un interlocutor que te escucha y ver sus expresiones en función de tu discurso es un moderador natural del mensaje, pero ¿Qué pasa si el mensaje se lanza a través de las redes sociales?

Es obvio que detrás de una pantalla es mucho más fácil expresarse, pero también insultar, pues nos da una sensación de anonimato, además de que el mensaje es más viral. ¿Cuántos de nosotros seríamos capaces de ofender si tuviéramos que hacerlo a la cara? De repente, conversaciones y debates que antes quedaban en el bar o en la puerta del colegio se han extrapolado a las redes sociales. Ahora todos opinamos de todo y somos expertos en todas las temáticas, pero ¿nos hemos parado a pensar si nuestro mensaje es inofensivo?, ¿si tiene consecuencias negativas sobre personas individuales?

Todos los días recibimos una cantidad asombrosa de información, de conocidos, de medios de comunicación oficiales y mensajes que corren como la pólvora por Internet, muchas veces de dudosa procedencia, pero la gran mayoría con un factor en común: mucho odio. ¿Por qué tanto odio? ¿Somos conscientes de que odiamos?

Cuando lo hacemos, estamos deseando el mal a alguien y en la mayoría de ocasiones, lo hacemos por un sentimiento de superioridad. Cuando me creo superior a ti, justifico mi rechazo, justifico mi insulto, justifico mi discriminación, justifico mi odio. Un ejemplo muy claro lo tenemos con el racismo y la xenofobia. Hay gente que cree que las personas inmigrantes son inferiores y que eso les da el derecho a menospreciarlas. Pero de odio hay muchos más ejemplos: por cuestiones raciales, culturales, de género, de orientación o identidad sexual, económicas, religiosas, ideológicas, políticas, de diversidad funcional, por el aspecto físico e incluso por gustos o preferencias.

He aquí el quid de la cuestión: LAS DIFERENCIAS. Si yo les preguntara, ¿creen que las diferencias son buenas o malas?, la respuesta más común sería algo así como “las diferencias son buenas… qué aburrido si todos fuéramos iguales”. Al menos, eso es lo que me dicen los cientos de jóvenes con los que hacemos actividades educativas de sensibilización para prevenir los mensajes de odio en internet y favorecer discursos inclusivos.

Ellos solos llegan a la conclusión de que nadie es mejor que nadie, de que las diferencias nos enriquecen, pero… ¿Qué pasa en la práctica? No descubro nada nuevo si digo que nadie debería creerse mejor que nadie. Sin embargo, las redes sociales están llenas de odio: racismo, xenofobia, machismo, lgtbifobia, islamofobia y aporofobia (rechazo al pobre).

De hecho, los mensajes de odio de tipo racista y xenófobo se han incrementado en el último año, especialmente en redes sociales. También los delitos de odio (y esto ya son palabras mayores). Y como no les recomiendo que se crean todo lo que leen, les invito a que busquen y contrasten ustedes mismos estos datos en fuentes oficiales.

“Yo no soy racista, soy ordenado”, “pero como voy a ser yo racista, si tengo un amigo negro”, estos son argumentos muy comunes que todos y todas hemos escuchado. ¿Pero cuántas razas existen? Cuando lanzo esa pregunta en los centros educativos o asociaciones las respuestas suelen ser: “muchas”, “mil”, “diez o doce”, y así se tiran un buen rato. Cuando les pido que las enumeren, esto es lo que responden: “la musulmana” (Héctor, eso es una religión), “la china” (Linda, eso es un país), y entonces es cuando Antonio levanta la mano y dice “ah ya sé, los negros, los blancos, los amarillos y creo que me falta alguna”, a lo que le responde Khadija “no, son los asiáticos, los africanos, los europeos…”.

Este mismo debate es extrapolable a las redes sociales y puede convertirse en interminable. La única forma de salir de dudas es buscar una fuente fiable y os adelanto que Internet no lo es, pues podemos encontrar información de todo tipo, a favor de un argumento y en contra. En este caso, les digo que busquen en la RAE el significado de raza. Solo existe una: la humana.

Si no somos tan diferentes, se nos han acabado las excusas para discriminar por cuestiones raciales. De hecho, todos procedemos de un antecesor común en África. Es más, si todos nos hiciéramos un análisis de ADN no tendríamos ninguna razón para rechazar a los demás por motivos raciales, porque no existe la “pureza racial”.

¿Y la identidad?, ¿existe una sola? La identidad española, la identidad murciana… ¿En qué consiste ser murciano?, ¿en comer zarangollo y vestir traje huertano? ¿Y la identidad española?, ¿en ir los sábados a los toros y comer tortilla de patata? Y si estoy en contra del maltrato animal y soy vegana, ¿no puedo ser española? La identidad no es algo fijo y no existe una sola, se construye en función de nuestras vivencias y va evolucionando. De hecho, a todos aquellos que creen lo contrario, que la identidad es algo inviolable e inamovible, yo les diría: vivan ustedes aislados del mundo; no se compren un móvil hecho en China, ni un pantalón cosido en la India, ni se coman un kebab o cenen en un japonés. Y ya de echar gasolina, mejor ni hablamos.

Somos lo que somos gracias a una sociedad diversa y plural. Urge asumir que las diferencias nos enriquecen. ¿Por qué no pensamos si un mensaje puede causar daño antes de enviarlo?, ¿por qué no dejamos de hablar de razas, de origen y nacionalidades y empezamos a hablar de personas? Todos los días tienes la oportunidad de crear una sociedad mejor, más justa, más inclusiva, con menos odio, y esa oportunidad está en tu mano.

María Pina Castillo. Responsable de Educación e Investigación del proyecto 'Está en tu mano' de la Asociación Columbares e integrante del Grupo de Comunicación de EAPN Región de Murcia.

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