Menos de un mes después de que el Gobierno del PP en la Región de Murcia cerrara a cal y canto el centro de acogida de la pedanía murciana de Santa Cruz, siguiendo a rajatabla las directrices de Vox a cambio de obtener su 'sí' a los presupuestos de 2025, la asistencia humanitaria a los migrantes vuelve al centro del debate político y los populares tratan de guardar las apariencias. Hoy han rechazado frontalmente –con los votos en contra también de PSOE y Podemos– una moción de la formación ultra en la Asamblea que exigía el cierre del resto de centros que siguen acogiendo a menores no acompañados en la comunidad.
La clausura del de Santa Cruz, que proporcionaba hogar a 47 menores, fue para los de Santiago Abascal un caballo de troya ideológico que colaron en el marco político del Ejecutivo autonómico popular, pero también fue un cebo que ha demostrado ser eficaz. El PP picó el anzuelo. Le dieron la mano a Vox y ahora Vox, en contraposición, le ha agarrado el brazo. “Gracias a nosotros, ese centro de 'menas' se cerró. No nos movemos de la oposición a la inmigración ilegal. Hablamos de la seguridad de los vecinos, y de la pérdida patrimonial de los barrios de la Región”, ha señalado el número uno ultra, José Ángel Antelo, durante la defensa de su propuesta.
Vox tiene a los populares en una posición complicada porque saben que, al gobernar en minoría —dos escaños por debajo de la mayoría absoluta—, los necesitan sí o sí como sostén. Sin los apoyos puntuales de los diputados ultras a las partidas presupuestarias y los proyectos de ley que proponga el Gobierno autonómico y el PP, la legislatura en la Región se tornará frágil y podría estar avocada al fracaso. En el horizonte se encuentran ya los presupuestos de 2026. Los últimos meses en la política murciana han demostrado que exigir una sola cosa, para la formación de extrema derecha, no es suficiente. Primero fue el de Santa Cruz, pero ahora su discurso racista se ha extendido al resto de centros de menores que realizan el mismo cometido humanitario, donde no solo se alojan migrantes, sino también menores en situación de vulnerabilidad, y en contextos sociales precarios y delicados.
Los ultras utilizan este tipo de mociones para echar un pulso al PP y para sacar pecho al mismo tiempo. Detrás de esta estrategia hay un pilar sólido de datos. Vox sube a paso firme en los sondeos, y sería ya la segunda fuerza política en la Región adelantando al PSOE, según el último barómetro del CEMOP.
Sus diputados son plenamente conscientes de que arañan votos al PP cada tres meses. Eso se evidencia, por ejemplo, en la soltura y la confianza con la que Antelo ha entablado su discurso en la Cámara, dándose ya como ganador de las autonómicas de 2027. “¿Por qué los ciudadanos de la Región tienen que sufrir la inseguridad, los machetazos, los robos y las violaciones que ustedes provocan con sus malditas políticas? Están colaborando con la inmigración ilegal, financiándola y mandando un mensaje de que la Región de Murcia es un buen lugar para venir”, ha afirmado
Antelo ha llegado a asegurar, sin ninguna prueba ni dato oficial, que los centros de acogida de menores “están destrozando la convivencia en todos y cada uno de los barrios de la Región”. El líder de Vox ha acusado al PP, pero también al PSOE y a Podemos, de ser unos “traidores a la Región y a España”.
El PP descarta cerrar más centros de menores
Las afirmaciones falsas y tergiversadas de Antelo han encontrado la respuesta rápida del portavoz popular, Joaquín Segado, que ha pasado en cuestión de meses de acatar las consignas de la extrema derecha a la confrontación directa contra ella. Segado ha asegurado que el PP “no va a participar en atajos simplistas”. “Con un discurso populista e indigno, —Vox— pide cerrar todos los centros de menores, algo ilegal, imposible e inhumano. Su propuesta es irresponsable”.
“No vamos a cerrar centros sin alternativa”, ha destacado Segado. Acto seguido el portavoz popular ha tratado de suavizar la diatriba con sus homólogos de la ultraderecha arremetiendo contra la “política migratoria” del Ejecutivo central que, en palabras del diputado, “debilita las fronteras y transfiere a las comunidades un problema que es del Estado”. Para Segado, la Región de Murcia es, por consecuencia de dichas políticas migratorias, “la primera línea de la ruta mediterránea de las mafias” a la que se impone “un reparto injustificado de menores no acompañados”. “Se utiliza el Hospital Naval como puerta de atrás para traslados”, ha sostenido, en referencia al campamento provisional de acogida que el Ministerio de Inclusión estableció en Cartagena en 2023 ante la presión migratroria del Archipiélago canario.
El PP ha solicitado al Gobierno de España, aunque esta propuesta también ha sido rechazada por la Cámara, “cumplir con los procedimientos de repatriación, activar mecanismos que permitan la reagrupación familiar, verificar la edad de los supuestos menores y más financiación para las comunidades”. Los populares apuestan, esto es algo en lo que siguen estando de acuerdo con los ultras, por la política de la repatriación y por las pruebas periciales y médicas que ya se están realizando en la Región, a instancias también de Vox, para determinar si los migrantes que llegan a la comunidad son efectivamente menores.
Fuentes del PP destacan que el cierre del centro de Santa Cruz se realizó, exclusivamente, para “cumplir” el acuerdo de presupuestos rubricado con la ultraderecha. El partido, prosiguen dichas fuentes, nunca ha estado por la labor de cerrar ninguna instalación de acogida de menores en la comunidad, y no cerrará más. Las relaciones con Vox han parecido este miércoles más distantes que en toda la legislatura. Pero eso, teniendo en cuenta los antecedentes, puede cambiar en cualquier momento.
En un contexto de incertidumbre política, con Vox subiendo como la espuma en las encuestas, el partido de extrema derecha pretende seguir propagando el racismo en el Parlamento autonómico, y buscando que el PP, como ya ha hecho en varias ocasiones, lo compre. En el seno de la formación de Abascal tienen la sensación de que si los populares compran su discurso reaccionario, les consiguen quitar votos. Pero que, si lo rechazan, también les debilitan electoralmente.
Este miércoles han pinchado en hueso. Lo próximo será debatir y votar una moción para prohibir el burka y cualquier vestimenta islámica “que oculte el rostro” en los espacios públicos murcianos. “Vox se ha quedado solo en lo que le importa de verdad a la ciudadanía de la Región. Aquí se van a seguir votando propuestas contra la inmigración ilegal. El resto de diputados tiene la oportunidad de hacer lo correcto y, si no lo hacen, lo van a pagar en las urnas y en las calles”, ha amenazado Antelo al concluir su intervención, entre las sonrisas y los aplausos de los suyos.