La primera ola de calor del verano mantendrá en alerta a Navarra durante los próximos días, con especial atención en la zona de la Ribera. Alli estarán el domingo y lunes en aviso naranja (riesgo importante) por temperaturas máximas ante la previsión de que se puedan alcanzar los 40 grados, según indica la Agencia Estatal de Meteorología.
Este sábado el aviso amarillo en la Ribera es amarillo, entre las 13.00 y las 20.59 horas, y se estima que los termómetros llegarán a marcar los 38 grados.
Las temperaturas irán en ascenso la jornada del domingo y el aviso pasará a naranja con unas máximas de 39 grados. La zona centro -con 36 grados- y el Pirineo -con 34 grados en su parte oriental- estarán en aviso amarillo. Todos los avisos estarán vigentes, al igual que este sábado, de 13.00 a 20.59 horas.
Con el inicio de semana, los avisos por calor se extenderán a todo el territorio de Navarra. La Ribera continuará en aviso naranja y sus máximas subirán hasta los 40 grados. El resto de la Comunidad foral se situará en aviso amarillo y se prevé alcanzar los 38 grados en el centro, los 36 grados en la vertiente cantábrica y los 35 grados en el Pirineo.
Alerta roja sanitaria por el calor
El Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra (ISPLN) ha llamado a extremar la precaución ante la alerta roja sanitaria por altas temperaturas que se ha activado en la Ribera del Ebro para los próximos días. En esta zona, según las previsiones facilitadas por el Ministerio de Sanidad y la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), los termómetros rondarán los 39 grados.
Este fin de semana se esperan temperaturas elevadas en prácticamente todo el territorio de la Comunidad foral, donde se contempla que el sábado aumente el riesgo. El domingo, según las actuales previsiones, se activará también la alerta roja sanitaria en el centro de Navarra y la vertiente cantábrica.
Salud ha advertido de que “las temperaturas extremas afectan a la salud de todas las personas y pueden provocar una respuesta fisiológica insuficiente, alterando las funciones vitales y causando, entre otras afecciones, calambres, agotamiento, deshidratación, piel caliente y enrojecida, pero también problemas más serios, como el agravamiento de enfermedades crónicas y, en última instancia, la muerte por dicho empeoramiento o por golpe de calor”.
Por ello, si los síntomas persisten pese a haber cesado la exposición o aparecen alteraciones de la conciencia, pulso rápido y débil, respiración rápida y superficial, se debe avisar al teléfono de emergencias (112) para evitar un posible golpe de calor.
Así, aunque el calor nos afecta a todas las personas, existen “factores de vulnerabilidad personales, ambientales, laborales o sociales que intensifican sus efectos, siendo los más importantes la edad, el sexo y la existencia de patologías previas”. Para prevenir estos efectos negativos, se recomienda a la población general beber más agua, incluso sin sensación de sed; no realizar esfuerzos físicos de forma excesiva, sobre todo en las horas de más calor; y evitar la exposición al sol, especialmente en personas mayores de 65 años, menores de 4 años, mujeres embarazadas o en situación de lactancia natural, población trabajadora en actividades con una exposición excesiva al calor y personas con enfermedades crónicas.
Además, Salud Pública aconseja estar en espacios frescos o ducharse con agua templada o fría, emplear sombrero y ropa holgada de tejidos ligeros y transpirables, tipo algodón o lino y que cubra la mayor parte del cuerpo, y evitar el consumo de bebidas con alcohol, cafeína o azucaradas. También recomienda no permanecer en el interior de vehículos estacionados al sol, aunque estén con las ventanillas abiertas, sobre todo cuando hay menores, personas mayores o animales.