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Opinión - ¿Y ahora qué? Por Marco Schwartz

UPN insiste en que “EH Bildu liderará este gobierno”

Dos críticas cerradas y una puerta (semi)abierta. Las tres fuerzas del nuevo Parlamento de Navarra que se han quedado fuera del acuerdo programático del nuevo Gobierno Foral han valorado de estas dos formas la investidura de Uxue Barkos como presidenta de Navarra. El PSN ha confirmado que se abstendrá en esa votación, mientras que regionalistas y populares han sido muy críticos con el nuevo tiempo político que afronta la Comunidad Foral. Es más, UPN ha adelantado que “EH Bildu liderará este gobierno”. El cabeza de lista de UPN en el Parlamento, Javier Esparza, ha criticado que será la coalición integrada por la izquierda abertzale quien gobierne el próximo Ejecutivo de Navarra, que, según ha augurado, tomará “decisiones duras” con la Comunidad Foral.

Esparza, como ya había hecho UPN tras anunciarse la composición del nuevo Gobierno de Navarra, ha insistido en que EH Bildu formará parte del próximo Ejecutivo. “Es un gobierno de cuotas, y de gente con ideologías políticas”, ha reiterado, frente a las palabras de Barkos, que siempre ha replicado lo contrario y ha asegurado en su discurso de investidura como nueva presidenta que será un gobierno de personas expertas y no un cuatripartito. Pero el representante regionalista ha considerado que el portavoz de EH Bildu, Adolfo Araiz, “se ha salido con la suya”, al sacar adelante dos de sus propuestas en las consejerías (Interior y Desarrollo Rural), y en especial de la nueva responsable de Interior, María José Beaumont. “Va a ser presidenta, pero ¿a qué precio?”, se ha preguntado Esparza. “No todo vale”.

Esparza, como ya hizo Barcina en su reciente despedida del Gobierno Foral, ha vuelto a defender las cifras logradas por el último gabinete en la Comunidad Foral en un tiempo de crisis y también ha reconocido errores, pero no ha profundizado en ellos. El representante de UPN ha criticado que el acuerdo programático está “plagado de obviedades” y propone medidas ya implantadas, frena proyectos que “supondrían progreso” (ha mencionado el TAV y el Canal de Navarra) y también ha cuestionado que no habrá dinero suficiente en las arcas forales para sacar adelante las promesas realizadas.“Es muy fácil prometer, otra cuestión es cumplir”, ha avanzado. Y ha insistido en que ahora se acaba “el tiempo de la poesía” y llega el de los hechos.

PSN, una llamativa abstención

El PSN ya adelantó este pasado fin de semana que se abstendría en la investidura de Barkos, una decisión criticada por UPN y PPN, pero su secretaria general, María Chivite, se ha ratificado en esta postura. La dirigente socialista ha reiterado sus “dudas” sobre el nuevo equipo de gobierno, sobre el rigor económico de las propuestas incluidas en el acuerdo programático y su ambigüedad. Además, también ha cargado contra el “revanchismo de alguno de sus compañeros de gobierno” y ha lamentado las críticas continuas al llamado “régimen”: “Cambio no quiere decir tabla rasa. No hay que despreciar la historia democrática”.

Por otro lado, Chivite también ha reconocido su preocupación por la presencia de dos fuerzas nacionalistas vascas en el nuevo Gobierno Foral, y por el impulso a otros símbolos “que no son los nuestros”. “Su apuesta por la euskaldunización es clara”, ha afirmado. Chivite, con todo, ha defendido la necesidad de un “nuevo tiempo” en Navarra, pero ha insistido en que estarán “vigilantes”; de esta forma, la cabeza de lista del PSN ha argumentado su “no oposición” a la investidura.

PPN: “La preocupación se palpa en la calle”

La portavoz del PPN en el Parlamento, Ana Beltrán, ha insistido durante su intervención en que la preocupación por el cambio de gobierno “se palpa en la calle”. En concreto, la dirigente popular ha cargado contra la ambigüedad de Geroa Bai, la radicalidad de EH Bildu, el populismo de Podemos y la ideología comunista de I-E. Ante esta “amalgama”, Beltrán cree que “el único acuerdo” al que han llegado las cuatro fuerzas ha sido para la investidura de Barkos, por lo que ha dudado de la viabilidad del nuevo Gobierno Foral.