Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

España sigue igual de lejos

Noche electoral en la sede que Izquierda Unida comparte con Podemos en Zúrich. |

Miguel Ángel Chica

A las ocho y media de la tarde el ambiente en la sede que Izquierda Unida comparte con Podemos en Zúrich es de cierta euforia contenida. Alrededor de cincuenta personas se han dado cita para seguir la noche electoral. El local, situado en el centro de la ciudad, ha visto desfilar a varias generaciones de emigrados durante las últimas cinco décadas. Hay un pequeño bar, una oficina y una sala con televisión. Quien cruza la puerta confirma rápidamente que ha abandonado Suiza y ha entrado en España.

A las nueve de la noche la gente se reúne alrededor de la televisión. En cuando empieza el recuento alguien sube el volumen. Los primeros datos se reciben con frialdad, casi con indiferencia. Los sondeos a pie de urna confirman que habrá sorpasso y prefiguran un Gobierno progresista. Por eso, aunque con el diez por ciento de los votos escrutados el Partido Popular arranca como líder destacado, todo el mundo se mantiene a la expectativa. Se repiten dos palabras: queda mucho.

Se cuentan anécdotas. Se recuerdan los años vividos en la emigración. Hay quien lleva más de cincuenta años en Suiza, como Miguel, que llegó al país en 1960. Otro mundo, otra época. Manuel, que dejó España hace 46 años, rememora con su compañero los años de la lucha antifranquista entre estas mismas paredes. Entonces, recuerdan, todas las semanas ocurría algo en España. Y todas las semanas había una manifestación de españoles en Zúrich.

La sala reúne a personas de todas las edades. Cada historia es diferente. Hay quien acaba de llegar al país y acude a la cita para superar esos primeros meses en los que se echa en falta la familiaridad del idioma. No todos pertenecen a Izquierda Unida o a Podemos. Cuando alguien llega saluda y se presenta al resto. ¿Cuánto porcentaje llevamos escrutado? Una voz responde desde el fondo de la sala: un 20 por ciento. Es un hombre de mediana edad, que viste una camisa morada y que explica, preocupado, que a partir del 20 por ciento los resultados provisionales empiezan a parecerse mucho a los definitivos.

Las conversaciones mezclan acentos asturianos, catalanes, andaluces, vascos. Cuando el recuento supera el 50 por ciento se hace evidente que el resultado de las elecciones empieza a ser irrevocable. Se producen las primeras bajas. Con el 80 por ciento del escrutinio queda claro que los resultados de la izquierda son similares a las de las elecciones de diciembre. En los rostros abunda la desilusión. La distancia magnifica los sentimientos y la impotencia. España sigue igual de cerca. Igual de lejos. Hay quien echa cuentas de las ocasiones perdidas. Hay quien decide tomárselo con filosofía. Y una chica se despide con un adiós que suena como una profecía: “Nos vemos otra vez dentro de seis meses”.

Etiquetas
stats