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Del café con leche a la heroína

Pancartas abolicionistas de la prostitución. Imagen de archivo.
16 de septiembre de 2023 22:21 h

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Nunca conseguiremos la igualdad de género mientras aceptemos que se puede comprar el cuerpo de una mujer

Helene Fritson

Espero que entre todas las apropiaciones que hoy se consideran impropias no se encuentren las de anecdotario porque, ciertamente, voy a apropiarme de una anécdota que no es mía pero que me toca de cerca. Tan de cerca que en mi familia nos hemos pasado décadas riéndonos con y de mi madre por ella; de hecho, sólo hemos dejado de hacerlo porque se fue y aún así a veces rememoramos el sucedido con cariño para sentirla con nosotros.

Tenía una de mis hermanas la edad justa para que por primera vez la dejaran ir con un grupo de amigas a dar una vuelta sola. Al regresar fue preguntada, mas bien inquirida, por lo que había hecho. Punto por punto dio el parte y cuando llegó al momento en que habían entrado a una cafetería a tomar algo –¡qué bonito ese instinto de querer sentirte adulto!– la pregunta materna fue incisiva: ¿Y tú, qué has tomado? Inocentemente mi hermana contestó: Un café con leche. Y fue el pandemonio. ¡En qué hora! Escandalizada, mi madre la regañó con la furia propia de quien trata de impedir que sus retoños se lancen a peligros ignotos por seguir a las malas compañías: “¡Café con leche! ¿Cuándo has tomado tú café? ¿Cuándo nos has visto tomar café? ¡Se empieza por el café con leche y de ahí al porro y del porro a la heroína sólo hay un paso!”. Comprenderán nuestro despiporre perpetuo. Y es que a veces la congruencia de las escaladas es muy discutible.

A eso iba. Observo que ahora resulta común, siguiendo esa congruencia de mi ama, dar por hecho que de un atentado contra la libertad sexual leve –un tocamiento, un beso forzado– es muy fácil pasar a los más graves. Discutible, al menos en criminología. Sin embargo resulta dificultoso hacer entender a muchos que a la inversa es indiscutible. Que de la heroína al porro o al café con leche se desciende pronto y, en la misma medida, que de las degradaciones y objetualizaciones y vulneraciones de los derechos de las mujeres muy graves, es fácil deslizarse a las vejaciones aparentemente livianas. Por eso me choca que no se haya hecho causa masiva en redes y medios de la aprobación por parte del Parlamento Europeo de un llamamiento a los estados miembros para aplicar el modelo nórdico de lucha contra la prostitución, que pasa por actuar contra la demanda. Un texto magnífico.

No lo duden, la prostitución masiva y la pornografía cada vez más violenta y humillante son la heroína de la violencia contra las mujeres y promueven y estimulan un estado social en el que las barreras del respeto a la dignidad de las mujeres son derribadas cada vez más a menudo. Para que los tíos vayan aullando vejaciones en los colegios mayores, en los chats de universitarios, para que toquen el culo al pasar a una reportera, para que piensen que pueden disponer de labios y cuerpos y pechos en la calle, en el metro o en el podium sólo es necesario que lo más duro se esté normalizando. No lo digo yo, lo dice ahora el Parlamento Europeo por mayoría y yo que me alegro: “La industria pornográfica y la explotación comercial en línea mediante la representación explícita de prácticas sexuales trivializan y perpetúan la violencia sexual contra mujeres y niñas, la mercantilización del cuerpo de las mujeres y los estereotipos de género”. El informe es tan acertado que no olvida señalar la vigencia de una prostitución fraguada en las universidades y entre jóvenes que se blanquea hablando de los sugar daddy cuando se trata de hombres maduros comprando jovencitas y jovencitas vendiéndose por regalos o dinero. ¡Lo que no dirían muchas madres si supieran! 

Así que está muy bien protestar por la cafeína pero es importantísimo rebajar la cantidad de heroína que consume nuestra sociedad. El documento del Parlamento Europeo sobre la prostitución y la necesidad de luchar contra este mercado de trata es magnífico. Todo está en él, con respeto pero con decisión. Todos los argumentos de los regulacionistas y de los puteros y de los tratantes desmontados con precisión no sólo contrargumentando sino aportando datos oficiales de los diferentes países.

La UE considera que esta es una cuestión de derechos humanos y dignidad, que necesita un tratamiento transnacional y por eso insta a los estados miembros a poner en marcha lo que mejor ha demostrado funcionar: el modelo de desincentivación de la demanda -los puteros- unido a los programas de calidad para la salida de la prostitución. Y si ahora saltan con lo de la libertad y la prostitución consentida –apenas un 10% en Europa– lean esta perla del documento aprobado que da voz a una idea muy potente y es que aún asumiendo que se ejerza con verdadera libertad la prostitución, la libertad de esa minoría perjudica al conjunto de todas las mujeres y niñas. “La prostitución no sólo es perjudicial para las mujeres que la ejercen sino que también aumenta más las desigualdades entre hombres y mujeres y por consiguiente constituye tanto una causa como una consecuencia de las desigualdades de género”, reza el texto aprobado por democrática mayoría europea. La prostitución convertida en una industria masiva, como sucede en España, y la pornografía bestial y masiva, invasiva, omnipresente y normalizada, son parte muy importante del problema. Mueven mucha pasta, eso sí, y apuntalan el patriarcado. Por eso la lucha es tan dura y las reticencias tan grandes. “La prostitución no es una cuestión individual sino un sistema organizado que perpetua la violencia y la discriminación y opera como un negocio”. Aplaudo con las orejas.

En la votación europea (234 votos a favor, 175 en contra y 122 abstenciones) la división ha sido de socialdemócratas y populares a favor y liberales, verdes y la extrema derecha en contra o abstención. En el caso de los españoles, IU defiende la postura pero los Comuns no, y así, mientras Rodríguez Palop afirmaba tajante que “incluso si existe consentimiento, dicho contrato implica siempre una violación de la libertad sexual”, su colega Urtasun, portavoz de Sumar, se abstenía, como hicieron Vox y los anticapitalistas. El PNV, ERC y Ciudadanos votaron en contra.

¿Saben qué? Que el ministerio de Igualdad no puede sino comandar la posición que asumen la posición de los votantes de este país y que los minoritarios no pueden impedir que España, el tercer país del mundo en demanda de prostitución, implemente la directriz abolicionista por el sistema nórdico que propugna la UE. ¿Saben qué? Que no le voy a tolerar ni a un hombre más de los tibios con esta cuestión que me den lecciones de feminismo. 

Mi madre exageraría pero, desde luego, nunca se le ocurrió defender la vida yonqui y prohibir las cafeterías. A buen entendedor, no hay más que explicarle. 

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