Madrid 2023
En 2023 Madrid es una boyante capital europea gracias a los esfuerzos de Martínez-Almeida y su equipo.
En mayo de ese año concluye el soterramiento de la Gran Vía. El proyecto es encargado a un primo del alcalde, de profesión florista, lo que deviene en una serie de contratiempos durante el desarrollo de la obra. El más sonado es un error a la hora de sujetar el plano, provocando que no se soterre la Gran Vía sino Tetuán. Para cuando alguien se percata del desliz, miles de inmigrantes han fallecido atropellados por las excavadoras. Afortunadamente, el mismo primo se encarga de las coronas funerarias, unificando facturas y evitando así que el ayuntamiento tenga que pedir tres ofertas.
En los cuatro años de mandato popular, la cultura bulle en la ciudad. El desfile del Orgullo LGTBI es trasladado a Las Ventas. Para favorecer lo que el ayuntamiento llama “sinergias culturales”, el desfile se programa a la misma hora que una corrida. El evento se salda con la cogida de 12.000 personas y la muerte del toro, aplastado bajo la carroza de Podemos. Este desgraciado accidente da lugar a una airada polémica que lleva al consistorio a declarar Madrid “zona libre de carrozas”.
Ya en 2019, el ayuntamiento encarga a una consultoría del cuñado de Pablo Casado un estudio sobre la viabilidad de Madrid Central. El informe, de casi 3 párrafos, concluye que “si bien la contaminación es mala para los asmáticos, la política municipal no debe dictarse en función de un grupo tan reducido”. Tras un debate interno, el PP concluye que el asma es una estrategia de Dios para acabar con los débiles, por lo que anulan Madrid Central y piden a todos los vecinos de Madrid que vayan en coche a tantos sitios como puedan.
La polución aumenta hasta tal punto que, en 2021, los aviones rebotan al intentar aterrizar en Madrid. La llamada boina madrileña es defendida por el ayuntamiento al considerarla “tan consustancial a la idiosincrasia local como el chotis o los calamares”. En 2023, escupir negro al volver del trabajo es declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
La gran asignatura pendiente del ayuntamiento sigue siendo los Juegos Olímpicos. El logotipo es encargado, por 500.000 euros, al hijo de Teodoro García Egea. A pesar de las críticas, el PP asegura que “para tener 3 años dibuja muy bien”.
El Comité Olímpico Internacional, sin embargo, remite un burofax al ayuntamiento de Madrid pidiendo, por favor, que paren. Al estar en inglés nadie lo entiende, y Martínez-Almeida anuncia la construcción de una gran villa olímpica en el actual Puente de Vallecas.
Los vecinos del Puente de Vallecas son realojados en la Caja Mágica, lo que provoca las airadas quejas de Federer por no tener intimidad en el vestuario. La Asociación de Vecinos del Puente de Vallecas carga contra el tenista tildándole de esnob y ahondando así en un conflicto con la ATP que perdura todavía hoy.