Carmena aprueba el PEF junto al PP y con seis ediles de su grupo ausentes

Ahora Madrid ha logrado aprobar hoy el plan económico financiero para cumplir con el Ministerio de Hacienda con el apoyo del PP y seis ediles de Manuela Carmena ausentes, entre ellos Carlos Sánchez Mato, cesado como delegado de Economía y Hacienda, además del voto en contra de su socio de Gobierno, el PSOE-M, y de Ciudadanos.

Los seis concejales, de Ganemos e Izquierda Unida, se han ausentado antes de que se produjese la votación del PEF mientras que el malestar en el seno de Gobierno alcanza también a otros tres ediles del Gobierno de la capital que han mostrado por Twitter su rechazo al cese y estas medidas que sin embargo han respaldado en Pleno.

Un total de seis ediles, tres de ellos pertenecientes a Izquierda Unida (Carlos Sánchez Mato, Mauricio Valiente y Yolanda Rodríguez) y Ganemos (Rommy Arce, Monserrat Galcerán y Pablo Carmona) han dejado solo en su última intervención al nuevo delegado de Economía y Hacienda, Jorge García Castaño, defendiendo un plan que en opinión de los críticos acepta “recortes” y claudica ante Hacienda.

El PEF, que según la alcaldesa de la capital cuenta con la “concurrencia” de Hacienda se ha validado hoy por 34 votos a favor (un edil del PP no ha asistido) y 16 en contra, los de Ciudadanos y los de los socialistas madrileños, socios de Gobierno de Carmena y claves para la aprobación de las cuentas de 2018.

Carmena ha justificado tanto el cese del delegado de Hacienda como la aprobación del PEF que cumple los requerimientos de Cristóbal Montoro en la “trascendencia” del plan para la “normalización de la vida del Ayuntamiento” y confía en que su aprobación levante el “tutelaje” de Hacienda y desbloquee inversiones.

La regidora ha calificado su propia decisión de “tan precipitada como necesaria” ante la mirada de Sánchez Mato, presente hoy en el Pleno de Cibeles.

Ahora Madrid espera que el Gobierno de Mariano Rajoy retire su recurso contra las inversiones financiadas con remanente de tesorería que mantiene suspendidos de forma cautelar 274 millones por parte del TSJM y a cambio retirará su propio recurso contra la interpretación de la regla de gasto hecha por Hacienda.

Por su parte, el nuevo delegado de Economía y Hacienda, Jorge García Castaño, ha defendido que con el nuevo PEF se levantará el límite a “inversiones fundamentales” y se devolverá el debate a la “arena política” evitando así un “exceso de judicialización de la vida pública”.

Si no se consigue “un cambio sustancial” en el uso de las inversiones financieramente sostenible, las que se soportan en el remanente de tesorería, se negociarán inversiones “concretas una a una con cargo al remanente de 2017”, ha añadido.

El portavoz adjunto del PP Íñigo Henríquez de Luna, ha asegurado que la responsable del “absoluto caos” de la capital es Manuela Carmena por no “tomar decisiones a tiempo” y ha calificado el voto a favor del PP de “voto de confianza”.

Si el Gobierno de Ahora Madrid se hubiera sentado “antes a negociar con Hacienda” todo hubiera “sido más rápido”, ha apostillado el popular, quien ha criticado que los recortes vayan al gasto social y no a la propaganda y han asegurado que “la bandera de lo social es una mentira”.

Por su parte la edil del PSOE-M Eríka Rodríguez ha criticado la “mala gestión” del Gobierno de Carmena al “ataque” del PP cuyas “malas artes” han encontrado en opinión de la edil un “cómplice en las debilidades de Ahora Madrid”.

El PSOE ha calificado de “pobre” la negociación con Hacienda y ha criticado “recortes” cuyos “criterios” dicen desconocer y que se centran en Equidad y asuntos sociales, según los socialistas.

Por su parte el edil de Ciudadanos Miguel Ángel Redondo ha cargado contra incumplimientos que considera “premeditados” y ha censurado que Ahora Madrid no recorte de partidas como la reforma de Gran Vía o la radio municipal.

Con la aprobación de este PEF, que prevé incumplir en 100 millones el techo de gasto este año a cambio de acatar la restricción de la inversión en 2017, Manuela Carmena confía en recuperar la normalidad tras dos años de incumplimiento y la aprobación de cuatro planes para mostrar su solvencia.