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Gioconda Belli dice que “Ortega no perdió apoyo popular de un día para otro”

Gioconda Belli: "Nicaragua no ha volado por los aires en dos meses"

EFE

Managua —

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El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, no perdió el apoyo popular de un día para otro ni acabó de un plumazo con la institucionalidad y la seguridad, según afirmó en una entrevista con Efe la escritora Gioconda Belli (Managua, 1948), poeta, novelista y activista nicaragüense.

“Esta situación no se genera en dos meses. Aquí han pasado muchas cosas: fraudes electorales, pérdida de la separación de poderes, alteración de los códigos de la policía, cuando al fin habíamos logrado tener uno cuerpo profesional y respetado”, dijo la escritora quien, en su momento, integró el Frente Sandinista de Liberación Popular (FSLN)..

“Ha sido devastador ver el trabajo que ha hecho Ortega para anular todos los logros democráticos que habíamos logrado”, afirmó Belli, cuyo debut literario (“La mujer habitada”, 1988) se convirtió en un éxito de ventas mundial.

Este 18 de junio se cumplen dos meses desde que cientos de personas, especialmente universitarios, protestaron contra un recorte a las pensiones y un aumento de las cotizaciones, en un país donde buena parte de la población vive en condiciones de pobreza.

Las manifestaciones fueron brutalmente reprimidas por las policía, y aunque las reformas fueron derogadas unos días después, la mecha del repudio a Ortega ya estaba prendida.

“Fue tan violenta la respuesta contra esos muchachos... Lo vimos en los vídeos que circularon en las redes. El Gobierno sigue queriendo hacernos creer que las palomas son las que pegan a las escopetas y que somos los culpables de nuestras propias muertes”, denunció.

Los estudiantes se atrincheraron en las universidades, montaron barricadas en las principales vías del país y tomaron ciudades enteras, como Masaya, a 30 kilómetros al sur de Managua y un bastión clave en la revolución sandinista, que paradójicamente lideró Ortega y que terminó con la dictadura de la familia Somoza en 1979.

Los universitarios consiguieron sumar a los empresarios, antiguos aliados del mandatario, así como a las organizaciones civiles y campesinas.

El Gobierno, sin embargo, respondió con más represión policial y, según las organizaciones de derechos humanos, ha ordenado a grupos paramilitares que siembren el terror en las calles.

Belli considera que la rebelión es imparable y conllevará el fin del “orteguismo”, pero no tiene fe en los diálogos que han retomado el Gobierno y la gran plataforma social que aglutina a toda la oposición porque “un tirano nunca negocia su salida”, dijo.

La crisis ya se ha cobrado cerca de 200 muertos y ha generado un caos social y económico, que a muchos les recuerda a la vecina Venezuela.

“No me gustan las comparaciones, son situaciones distintas. Esto es una rebelión en todo el país y de todas las clases sociales (...) aquí hay un oposición real, pero está organizada en movimientos sociales, campesinos, empresariales, de mujeres y no en partidos políticos”, añadió.

Si la actual rebelión no cuenta con líderes claros, según Belli, es porque Ortega se encargó de aniquilar a los demás partidos, en connivencia con el poder judicial y electoral.

Una prueba de ello, apuntó, es la jugada que ejecutó en 2016, cuando fue reelegido “con una abstención de casi el 60 %” después de sacar de la contienda electoral a la coalición opositora con más posibilidades.

Además, poco antes de los comicios, que apenas contaron con observación internacional, el exguerrillero de 72 años propuso de vicepresidenta por sorpresa a su esposa, Rosario Murillo, “en un intento por crear una dinastía”, recordó la novelista.

El mandatario, sin embargo, tenía las encuestas de su lado hasta abril, algo que Belli achaca al miedo de la población a perder las ayudas gubernamentales, que han sido financiadas en su mayoría por la cooperación venezolana y que tras la crisis de ese país se han reducido considerablemente.

“Ortega y Murillo crearon toda una plataforma para ganar votos. Daban zinc, gallinas, puercos... Sin esa ayuda, ya no tendríamos a Ortega en el poder”, aseguró.

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