Policía australiana libera a un joven que combatió contra el Estado Islámico

La Policía australiana puso en libertad a un joven nacional que viajó el pasado mayo a Oriente Medio para combatir contra el Estado Islámico (EI) y regresó anoche tras ser deportado desde Alemania, informaron hoy medios locales.

Antes de su puesta en libertad, las autoridades interrogaron a Ashley Dyball, de 23 años, quien se unió a las Unidades de Protección del Pueblo kurdo sirio (YPG) para combatir al EI en Siria.

El joven australiano había dejado la zona de combate por unos días para viajar a Alemania, donde fue detenido a mediados de la semana pasada, y posteriormente deportado al país oceánico.

Su abogada, Jessie Smith, explicó que Dyball fue “interrogado y puesto en libertad sin que se formularan cargos a la espera de más investigaciones”, informó la cadena local ABC.

Ashley puede ser acusado de violar la “Ley de combatientes extranjeros”, que prohíbe desde el año pasado a sus ciudadanos combatir en Siria tanto en las filas del EI como el de sus opositores.

Los padres de Dyball aseguraron que el joven australiano ayudó al YPG a desmantelar minas personales y pidieron al Gobierno australiano que no formule cargo, ya que de ser hallado culpable podría pasar hasta 25 años en prisión.

“La ley no era clara en aquella época. Si hubiera sido clara los muchachos no habrían ido (a Oriente Medio)”, comentó anoche Scott Dyball, padre del joven combatiente, en el canal 9 de la televisión.

“Todo lo que pedimos es una amnistía”, remarcó.

Australia, con más de cien de sus ciudadanos luchando en los dos lados del conflicto, es uno de los países que más combatientes extranjeros tiene en Oriente Medio, en términos per cápita.