La fusión del Teatro Español y de las Naves de Matadero llegará en abril

El Teatro Español y las Naves de Matadero volverán a fundirse el próximo mes de abril bajo la dirección de la dramaturga Natalia Menéndez y de su adjunto Luis Luque, que han presentado este viernes sus “apetencias” que concretarán en junio con la primera programación anual que llevará su firma.

La nueva dirección del Teatro Español y las Naves del Español ha sido presentada por el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida (PP) y por la delegada de Cultura, Turismo y Deporte Andrea Levy, en su primer puesta en escena cultural del mandato.

Durante la presentación, que ha tenido lugar en el Español, un teatro con 400 años de historia, Menéndez -actriz, directora de escena y directora durante siete años del Festival de Teatro Clásico de Almagro, ha subrayado que su intención es que ambos espacios “se miren” y “no dividir” con un repertorio clásico en el Español y uno “arriesgado” en Matadero.

Pero antes, la dramaturga madrileña va a “defender y a mimar hasta finales de marzo” la programación de artes vivas de Mateo Feijoó en Matadero, que levantó las críticas de gran parte del sector cultural durante el mandato de la exalcaldesa Manuela Carmena.

Menéndez ha expresado en cambio su “respeto” tanto por Feijoo como por Carme Portecelli, anterior directora del teatro Español.

La dramaturga madrileña aterrizará al frente de ambos espacios en noviembre con “intención de crear con un gran equipo heterogéneo de las artes escénicas, el pensamiento y de otras artes creativas” y defiende la necesidad tanto de escuchar al público como de guiarle haciendo pedagogía.

La nueva directora del Español quiere pensar “en niños, jóvenes y mayores” y ponerlos a dialogar en “búsqueda de nuevos espectadores” para lo que pondrá en marcha talleres infantiles, encuentros entre generaciones y planifica también una revista que dé “apuntes culturales para crecer”.

La suya será, ha explicado, una “gestión incluyente” y también “plural entre diferentes lenguajes escénicos” que esté interesada tanto en “lo inclasificable como en lo que se pueda etiquetar” y con una “programación continuada”, donde “cada espacio albergará sus peculiaridades” aunque, señala, “la arquitectura marca la creación”.

Además, quiere apostar tanto por la creación independiente y el talento emergente como por honrar a los “profesionales más mayores” y propone una línea de acción hacia los técnicos con “becas técnicas”.

“Iremos con y contra la marea, a favor y contra el viento, pondremos el anhelo tanto en el espectador como en el creador, sin cuestionar la balanza”, ha destacado Menéndez, mientras que Luque ha señalado que se van a “a dejar la piel para que Madrid esté orgullosa de sus cómicos, de sus técnicos y de sus creadores y creadoras”.

Una declaración de intenciones que para el alcalde es un “manifiesto” con que desea que Menéndez sea “profeta en su tierra”.

Martínez-Almeida ha defendido que en “un tiempo récord” su equipo “está haciendo realidad” el “anhelo” de una cultura abierta y dinámica cumpliendo una reclamación “justa”, la de retomar “el espíritu original de Mario Gas” con ambos espacios fusionados.

Por su parte, Levy ha destacado que devuelven “el teatro” a las Naves de Matadero “de donde nunca debió salir”, pues a su juicio el anterior equipo expulsó “una determinada oferta y a un determinado público” de Matadero.

En los próximos meses Menéndez deberá dejar su huella en el Teatro Español, que cuenta con dos salas, y tres naves en Matadero, la 10, con espacio expositivo y la sala Max Aub -269 espectadores-, la sala de madera y la de hormigón; la 11, con la sala Fernando Arrabal -449 espectadores- y el ambigú de la nave 12.