“Había una crisis en los mercados y quería tener efectivo”. Así ha justificado Bárcenas que empezase a acumular efectivo en su casa y en su despacho, y que abonase con ese dinero buena parte de sus gastos, como los viajes que hacía.
Esas cantidades ascendieron a entre 25.000 y 30.000 euros anuales, y parte se guardaba en su domicilio. Otra parte iba a parar a su despacho, a “una caja fuerte pequeñita” que tenía.