La entrada de inmigrantes en países de la OCDE batió su récord en 2016

Cinco millones de inmigrantes permanentes fueron registrados el pasado año en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), lo que supone un récord histórico y un incremento del 7 % respecto a 2015, esencialmente por los refugiados inscritos en Europa.

Se trata de la tercera subida anual consecutiva y la superación del anterior pico histórico, que databa de 2007 con poco más de 4,7 millones de personas, indicó la OCDE en su informe de 2017 sobre las perspectivas de las migraciones internacionales.

Lo esencial del aumento se explica por el registro como inmigrantes permanentes en varios países europeos de refugiados que ya se encontraban en el Viejo Continente anteriormente y que esencialmente llegaron durante la crisis de refugiados entre 2015 y 2016.

De hecho, en los seis primeros meses de 2017 han desembarcado en las costas europeas 72.000 personas, una cifra ligeramente inferior a la del mismo periodo de 2014 y, sobre todo, doce veces inferior a la de la segunda mitad de 2015.

En 2016, como en 2015, los Estados de la OCDE tuvieron más de 1,6 millones de demandas de asilo, más de las tres cuartas partes de ellas en Europa.

Alemania por sí sola representó 720.000, es decir, un 44 % del total del conocido como el “Club de los países desarrollados”, y fue también el primero en términos relativos con 9.000 demandantes por cada millón de habitantes, seguida de Austria y Grecia (algo por encima de 4.500 por cada millón) y Suiza (3.000 por millón).

En total, Alemania acogió el pasado ejercicio a alrededor de un 30 % más de inmigrantes que en 2015, cuando habían sido 686.000, por el ascenso de los refugiados, que no se tradujo en una disminución de otras categorías de inmigrantes.

También hubo alzas significativas en entradas, que de nuevo se explican por los refugiados, en Suecia (26 %), Holanda (14 %) y Finlandia (8 %). Islandia destacó por su crecimiento del 60 %.

Sobre el origen de los refugiados contabilizados en la OCDE en 2016, los sirios volvieron a situarse en cabeza, ya que aunque hubo un descenso del 10 % respecto a 2015, supusieron un 20 % del total, por delante de los afganos, un 13 %.

Los datos facilitados no incluyen a Turquía (también miembro de la OCDE), donde a comienzos de 2017 se contabilizaban 2,9 millones de sirios. Turquía es el primer país de acogida de refugiados de la OCDE desde hace seis años.

Los autores del informe señalaron que, a partir de los datos parciales disponibles para 2016, se observa una tendencia a la aceleración de las entradas en Canadá, Corea del Sur, España y Japón.

En el caso de España, ese movimiento ascendente se había empezando a apuntar desde 2015 (con una elevación del 6 %) por primera vez desde que se hicieron sentir los efectos de la crisis.

De entre los 25 Estados para los que hay datos comparables, sólo en tres hubo una caída significativa de la inmigración permanente en 2016: Israel (-13 %), Reino Unido (-5 %, en un contexto marcado por el referéndum sobre la salida de este país de la Unión Europea en junio de ese año) y en Dinamarca (-5 %).

Alrededor de un tercio de los inmigrantes en la OCDE son movimientos dentro de la libre circulación e instalación de los ciudadanos en la Unión Europea (UE).

Precisamente, el número de trabajadores comunitarios desplazados por su empresa a otro país de la UE alcanzó casi los 1,5 millones de personas en 2015, una expansión del 80 % en diez años.