Iglesias pide a García-Margallo que la UE no caiga en el “chantaje” de Cameron
José Manuel García-Margallo, responsable de Asuntos Exteriores, es el primer ministro en funciones en comparecer en una comisión en el nuevo Congreso. La pretensión de PSOE y Ciudadanos de que fuera Mariano Rajoy quien lo hiciera en un Pleno para partir al Consejo Europeo con un mandato del Parlamento se solventó con la participación del ministro, que se prestó a “informar” a los grupos parlamentarios de la posición de España en la reunión de Bruselas.
De esta forma, el ministro ha salvado la cara a su jefe aunque fue el propio Rajoy quien el pasado viernes recordó que no puede participar en la negociación abierta sobre la pertenencia de Reino Unido en la UE para convencer a David Cameron de que haga campaña en el referéndum que convocará sobre el conocido Brexit.
A la Comisión de Asuntos Exteriores ha decidido acudir Pablo Iglesias para estrenarse en una comisión parlamentaria. Aunque el portavoz de su partido en este órgano es Pablo Bustinduy, el líder de Podemos se ha apuntado para interpelar al ministro. Su grupo parlamentario se ha centrado en oponerse a que Rajoy firme un acuerdo. El escollo, la pretensión de Cameron de reducir o retrasar las prestaciones públicas a los ciudadanos comunitarios por desempleo, vivienda o hijos. Iglesias lo ha calificado de “chantaje”. Otros partidos como IU, PNV también han pedido esfuerzos a España para que no se produzca. El acuerdo requiere unanimidad en la votación.
Además de la pertenencia del Reino Unido a la UE, García-Margallo ha informado a los portavoces sobre otros asuntos como la situación de la crisis de refugiados y la discusión sobre las medidas para atajarla con especial atención a Grecia e Italia, aunque ha descartado que vaya a tomarse ninguna decisión en el consejo que empieza este jueves.
El titular de Exteriores ha recordado que el objetivo es mantener a Reino Unido en la UE y que esa pretensión une a todos los grupos. “Esto no termina mañana. Puede haber reunión del Consejo y salida del Reino Unido”, ha dicho Margallo, que ha cruzado varios comentarios humorísticos y chistes con Iglesias, al que ha aprovechado para anunciar que le regalará su libro. El ministro también ha señalado la necesidad de salvaguardar Schengen y de que los países más afectados por la llegada de inmigrantes, caso de Grecia, controlen sus fronteras en los próximos tres meses. “Si no, el Consejo podría autorizar a que una serie de Estados reintrodujesen controles de fronteras interiores de seis meses a dos años”.
Sol Sánchez, de IU-Unidad Popular, ha mostrado su preocupación por cómo puede afectar la amenaza de Cameron a los miles de españoles que trabajan en Reino Unido. Pese a que la medida afectaría a los que se incorporen al mercado de trabajo a partir de ahora, la diputada y también el portavoz socialista, Sánchez Amor, han expresado sus dudas.
Fernando Maura, de Ciudadanos, ha aprovechado para recordar al ministro: “Si esto sale mal y el Brexit se precipita, existe el riesgo de incentivar otras iniciativas de salida en el futuro, por lo que no hay que ser demasiado generosos”.
Antes de que Bustinduy tomara la palabra, Iglesias ha cargado contra el peligro de permitir que campañas internas como la de Cameron condicionen a la UE y se ha preguntado qué pasará “si en Francia logra gobernar Marie Le Pen”.
El portavoz socialista ha resumido la situación con la famosa frase de El Padrino sobre la “oferta que no va a poder rechazar” y se ha quejado de las prisas y del peligroso precedente de que se creen “oportunidades excepcionales para todo el que se quiera ir”. Así, ha subrayado que Cameron “ha dado cartas a todos los eurescépticos”.
“No podemos llamar negociación a lo que hacen los amigos y chantaje a lo que hacen los enemigos”, ha espetado el portavoz del PP, José Ramón García Hernández a Iglesias. García ha tratado de justificar la presión “formidable” que sufre Cameron y la necesidad de que gane el referéndum de permanencia. “Las medidas que no nos gustan no afectarían a los españoles que ya viven allí, pero si abandona la UE, la situación de los españoles será infinitamente peor”.