PP y Ciudadanos utilizan los atentados de Bruselas y el terrorismo para atacar a Podemos
Mientras el país sigue con un Gobierno en funciones tres meses después de las elecciones generales del 20 de diciembre, el terrorismo ha entrado a formar parte del debate político. Tanto el PP como Ciudadanos han utilizado los recientes atentados perpetrados en Bruselas como arma contra Podemos y algunos partidos nacionalistas por no suscribir el pacto antiyihadista. Sus dirigentes han aprovechado también la polémica para insistir en la necesidad de llegar a un pacto que evite una vuelta a las urnas. La respuesta de Rafael Mayoral, responsable de movimientos sociales, ha consistido en recordar que su condena del terrorismo es “absoluta” y en atribuir las críticas a “polémicas absolutamente artificiales”.
Las primeras cargas contra el partido de Pablo Iglesias por no formar parte del acuerdo y asistir a las reuniones en calidad de observador partieron del PP. Conservadores como María Dolores de Cospedal, Rafael Hernando o Pablo Casado reprocharon a Podemos que siguiera sin sumarse al pacto suscrito en febrero de 2015 entre Pedro Sánchez y Mariano Rajoy y al que se sumó después Albert Rivera. La estrategia parece formar parte de un argumentario interno ya que los máximos cargos del PP se entregaron a repetir la misma idea con entusiasmo.
La secretaria general del PP recalcó este miércoles que la formación que lidera Iglesias no forma parte del acuerdo y aprovechó para acusarle de tibieza por no cambiar de opinión. Después de visitar las imágenes religiosas de un convento en Toledo, la número dos del PP aprovechó para recordar que la gente “tiene que saber a quién vota” y aseguró: “En un momento como el que se está viviendo, nada puede servir de justificación para la violencia y el terrorismo”.
El vicesecretario de comunicación fue aún más lejos. Casado, que participó en un acto del PP de Ceuta, declaró que el actual “es un buen momento para que Podemos decida si quiere dialogar con los terroristas o derrotarlos” y apremió a Iglesias a que se retrate, en vez de acudir a las reuniones del pacto antiterrorista como mero “visitante”. De forma parecida se expresó el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez-Feijóo: “Ante el crimen no se puede estar como observador: o se está en contra o se permite”. De esta forma, acusaba de “tibieza” y de “cierta permisividad” a la formación de Iglesias.
En el caso de Ciudadanos, el más duro contra Podemos ha sido José Manuel Villegas. Después de que Rivera se preguntara si la actitud de Podemos es compatible con gobernar España, el líder del partido naranja sumó el desafío terrorista a la tarea de regenerar la democracia y la economía como razones para consensuar un nuevo gobierno reformista“.
Tras el minuto de silencio celebrado en las escalinatas del Congreso por las víctimas del atentado, su vicesecretario general iba más allá y señalaba la “ambigüedad” invalida a la formación para formar parte de un nuevo Gobierno. El dirigente de Ciudadanos hacía este reproche a cuenta de la negativa de Aranzadi y Podemos a firmar una condena del terrorismo en el Parlamento de Navarra y afirmaba que solo los partidos que están “en la centralidad” pueden tener la aspiración de gobernar.
Los ataques han provocado que desde Podemos se intente aclarar la polémica, que califican de artificial e interesada. Mayoral ha precisado que quien abre este tipo de discusiones “se está equivocando de pleno” y ha recordado que discrepar del acuerdo antiyihadista por algunas de las medidas “legalmente cuestionables” es compatible con la condena del terrorismo.
