El PP madrileño va por libre y evita enfrentarse a Ciudadanos
Mientras el PP estudia cómo atacar a Ciudadanos para frenar su tendencia al alza en las encuestas y evitar perder más votos en las próximas elecciones, en Madrid la estrategia pasa por acercarse a ellos y rehuir el choque frontal. Ni Esperanza Aguirre ni Cristina Cifuentes tienen intención de atacar a Albert Rivera o a los suyos para desmarcarse sino que empiezan a prepararse por si los necesitan.
En la elección de ambas por parte de Mariano Rajoy ha pesado, como siempre, la visión de Pedro Arriola. El sociólogo de cabecera del presidente, especialmente en el caso de Cifuentes, consideró que su perfil era el ideal para hacer frente al partido de Rivera y, en menor medida, a UPyD. En sus encuestas, el asesor detectó que la todavía delegada del Gobierno era quien menos rechazo causaba entre los votantes de los partidos rivales y, por tanto, podía pescar votos entre su electorado.
La demonización de Rivera, puesta en práctica sin disimulo por Carlos Floriano desde hace semanas, contrasta con el tono conciliador de Aguirre. “Me gustaría muchísimo que Ciudadanos estuviera en el PP, es un partido muy respetable y yo admiro a Albert Rivera”, es su respuesta habitual siempre que se le pregunta por él. La candidata a la alcaldía de Madrid no ha obedecido ninguna de las consignas ideadas por la dirección del PP nacional para menoscabar a la formación que más temen en Génova. En este aspecto, la líder del PP madrileño ha decidido ir por libre y evitar el choque frontal.
La aspirante a alcaldesa niega tenerles ningún miedo y prefiere hablar de ellos como una especie de hermanos pequeños díscolos que tendrían cabida en su mismo partido si entraran en razón. “Les falta madurez y seriedad, con todo el respeto para las formaciones parecidas a la nuestra”, dejó caer en su discurso ante la Junta Regional que celebró el PP madrileño hace quince días.
A pesar de esos defectos, Aguirre no deja pasar la oportunidad para abrirles las puertas siempre que puede con la excusa de que “todo lo que esté a la derecha del PSOE” debería estar unido. La misma táctica sigue con Vox, el partido nacido a la derecha del PP de la mano de José Antonio Ortega Lara y Santiago Abascal.
La diferencia en este caso es que, como miembro del ala más dura del PP, Aguirre siempre ha recogido los votos de los más conservadores. En su presentación como guardiana de los principios esenciales que siempre caracterizaron a su partido, ella insiste en la defensa de la unidad de España, una oposición completa al aborto y la adhesión a toda protesta de las víctimas del terrorismo, sabedora de que son las tres bazas fundamentales de Vox.
“Es una pena que Albert Rivera no esté en el PP. Yo se lo he dicho, pero no me hace caso”, reconocía Cifuentes hace unos días en un programa de televisión. La delegada del Gobierno nunca ha ocultado que mantiene una buena relación personal con él y fue la única dirigente del PP que acudió a su presentación en el Casino de Madrid. También estaba anunciada la asistencia del presidente de la Comunidad, Ignacio González, aunque luego no se presentó.
Cifuentes está convencida de que Ciudadanos no es el problema sino su propio partido, que ha perdido votantes por su gestión y por su imagen. En su opinión, la formación de Rivera solo puede recoger ese descontento, pero es el PP “quien ha perdido parte de su espacio electoral”. La delegada del Gobierno, poco amiga de los enfrentamientos duros, ya ha anunciado que en su campaña no tienen cabida las descalificaciones y trata de potenciar su imagen de candidata moderada y afable.
Desde Ciudadanos contemplan la estrategia del PP madrileño con atención y siguen sin querer mojarse sobre posibles alianzas después del 24 de mayo: “La idea no es con quién va a pactar Ciudadanos sino qué partido está dispuesto a pactar con nosotros porque no nos vamos a mover de donde estamos”. Fuentes de la formación tratan de llevar el agua a su molino y resumen así la elección del ticket electoral del PP en Madrid y la Comunidad: “El PP ha puesto a dos candidatas que reconocen que podrían votar a Ciudadanos”.