El PP reduce las declaraciones de Ayuso sobre los cánticos machistas a una “opinión” más a “respetar”

“Respetamos todas las opiniones, por supuesto”. Con este escueto y frío mensaje despachan en la dirección del PP la reacción de la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a los cánticos machistas y violentos proferidos por residentes del colegio mayor Elías Ahuja contra las mujeres que viven en un alojamiento próximo. Mientras el líder del partido, Alberto Núñez Feijóo, tachaba los hechos de “inadmisibles” y pedía “seguir trabajando en todos los ámbitos para acabar con estas actitudes machistas intolerables”, Ayuso ha optado por ir por libre para evitar una condena, explícita o implícita, y arremeter de paso contra la Fiscalía por abrir diligencias para decidir si actúa o no por lo ocurrido.

Ante las preguntas de los periodistas, que querían saber si la presidenta regional condenaba los insultos machistas, la respuesta ha sido contundente: “No”. Ayuso no se ha quedado ahí: “Lo que condeno es que la Fiscalía esté centrada ahora de repente en esto y cuando pasan cosas gravísimas en la Universidad, en el ámbito universitario, en la convivencia nunca se diga absolutamente nada”.

Por si quedaban dudas, la líder del PP madrileño, con el voto de Feijóo, ha proseguido:  “No es que lo condene, es que pasan muchas más cosas todos los días y estamos politizándolo todo todo el tiempo todos los días todo”.

La presidenta madrileña ahonda así las diferencias, ya no solo de forma sino también de fondo, con su jefe de filas. Pero no solo. La secretaria general, Cuca Gamarra, calificó los hechos como “repugnante machismo” y concluyó: “Estos cánticos no tienen cabida ni justificación en la sociedad española”.

Un mensaje similar al lanzado por la vicepresidenta del Congreso, Ana Pastor: “Indignación me producen estas imágenes. Nuestra sociedad debe luchar por erradicar toda actuación machista y denigrante contra la mujer. Y estos gritos despreciables lo son”.

La Fiscalía de Madrid ha decidido abrir diligencias en torno a los cánticos machistas, pero no por iniciativa propia sino a raíz de una denuncia de Movimiento contra la Intolerancia, dirigido por Esteban Ibarra. El Ministerio Público ha explicado que la investigación se dirige a un posible delito contra los derechos fundamentales y las libertades públicas, en el que se encuadran los delitos de odio. También ha anunciado que su primera medida será pedir a la Policía toda la información del suceso de la que disponga.

Esto ha valido a Ayuso no solo para arremeter contra la Fiscalía, sino también para volver a marcar un rumbo diferente al dado por Feijóo. Y es que la presidenta madrileña no se ha quedado sola y ha recibido el respaldo de sus subordinados en el PP de Madrid, como su secretario general, Alfonso Serrano, o su predecesora en el cargo, Ana Camins.

Mientras la dirección del Elías Ahuja abre una investigación interna sobre lo ocurrido, en la sede nacional del partido en la madrileña calle de Génova intentan evitar que la pulsión de Ayuso a plantear siempre que pueda una batalla cultural contra el Gobierno de coalición y contra las políticas de Igualdad se convierta en un nuevo incendio interno.