El PP, Vox y Cs guardan silencio sobre la composición de la Mesa

El PP, Vox y Cs han decidido este miércoles guardar silencio acerca de las diferentes combinaciones que pueden hacer para obtener representación en la Mesa del Congreso, si es que llegan a algún tipo de acuerdo.

Este miércoles, durante la sesión de la Diputación Permanente de la Cámara, las negociaciones para concretar qué puestos y cuántos tendrán los partidos con mayor representación parlamentaria ha sido uno de los asuntos principales de las comparecencias públicas y de las conversaciones privadas.

Sin embargo, pocas respuestas ha habido. Al menos dos veces la portavoz del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, ha asegurado que no podía decir nada de esas hipotéticas negociaciones. “Se lo digo con sinceridad”, ha puntualizado a la prensa.

Lo más preciso que ha dicho este miércoles es que “las negociaciones están abiertas”, y acto seguido: “Veremos en qué desembocan”.

Sí se ha prodigado más en el trasfondo político de dichas negociaciones. “Me sorprende el PSOE extendiendo carnés de demócratas cuando está pactando con Bildu y los sediciosos y los focos están puestos en si nosotros vamos a boicotear a Vox o cualquier otro partido”, han sido sus palabras.

“Creo que hay una verdadera perversión en las prioridades del debate público”, ha proseguido antes de concluir así: “Nosotros no ponemos cordones sanitarios”.

Que el PP no va a contribuir a ese “cordón sanitario”, como pretenden el PSOE, Unidas Podemos y otras formaciones del ámbito nacionalista e independentista es algo que ya se sabía.

Ayer martes el secretario general de los populares, Teodoro García Egea, se lo transmitió personalmente a la portavoz parlamentaria del PSOE, Adriana Lastra.

Hoy miércoles la propia Lastra ha dicho, desde la ironía, que “atadito” el cordón sanitario precisamente no está porque “el PP no quiere entrar”.

En el PSOE, fuentes de la dirección parlamentaria comienzan a asumir que al menos un representante de la formación de extrema derecha Vox figurará entre los nueve de la Mesa del Congreso, y que eso será gracias a un cupo de votos que la bancada popular prestará a quien sea el candidato de la formación de Santiago Abascal.

La aritmética indica que sólo ese trasvase de votos de los 89 diputados que tiene el PP garantiza la presencia de Vox en el órgano más importante del Congreso. A su vez, tiene que mantenerse el pacto global que parece haberse fraguado entre el PSOE y Unidas Podemos por un lado, y Más País y nacionalistas e independentistas, por el lado de las fuerzas con menos escaños.

Así que uno de los focos de atención se ha depositado en qué harán el PP y Vox. Sus diputados no lo saben y sus dirigentes callan de momento.

De hecho, durante la sesión de la Diputación Permanente, no se ha visto a ninguno de los cargos de Abascal ni al propio Abascal.

La discreción es la tónica en el PP y en Vox, y también en Cs, que, tal y como dijo su dirigente Lorena Roldán, aspira a tener un puesto en la Mesa a pesar de haber perdido el 10N 47 escaños.

La diputada de la formación “naranja” Melisa Rodríguez ha subrayado que las negociaciones sobre la Mesa, en lo que a Ciudadanos respecta, “no han empezado”.

Ha recordado que en otras legislaturas partidos con menos diputados (casos del PNV o de la antigua CiU) llegaron a estar en el órgano de gobierno del Congreso.

El 3 de diciembre se constituirán las Cámaras y se formarán las Mesas, y se sabrán entonces los nombres de los nueve diputados que integrarán la del Congreso siempre y cuando persista este silencio.