El secretario de Estado de Defensa garantiza que “España es segura”

El secretario de Estado de Defensa, Agustín Conde, ha garantizado hoy que “España es segura desde el punto de vista de la ciberseguridad” y, aunque ha admitido que actualmente no es una referencia mundial en este campo, ha dicho que se están haciendo esfuerzos para conseguirlo.

Conde ha hecho estas afirmaciones en un desayuno informativo enmarcado en el VI Encuentro Accenture de A&D “Defensa: Industria e Innovación”, en el que ha destacado que estos tres conceptos forman una simbiosis imprescindible para garantizar la seguridad y soberanía nacional.

Ha asegurado que ya “hay mucha gente y muy buena” trabajando para convertir al país en referente, pese a que se está luchando contra nuevas amenazas globales que “permiten hacer la guerra sin moverse de casa”.

“Ahora nuestros soldados pueden estar en vaqueros, con zapatillas de deporte, delante del ordenador, a miles de kilómetros de distancia y provocando la muerte del adversario”, ha señalado el secretario de Estado.

En este sentido, ha añadido que se ha alcanzado un punto en el que se puede llegar a pensar que “lo más seguro es estar lo menos digitalizado posible”.

De hecho, ha comentado, esa es una de las ventajas de Corea del Norte, ya que cuenta con “muchos sistemas analógicos” de defensa que “no son atacables desde el punto de vista cibernético”.

El secretario de Estado ha incidido durante su intervención en la simbiosis necesaria entre defensa, innovación e industria y, tras recalcar que “ir por delante” continúa siendo fundamental, ha incidido en que la estrategia militar en I+D+i debe estar integrada dentro de una estrategia nacional.

Ha defendido la repercusión social de la innovación tecnológica en el ámbito militar, de la que han derivado instrumentos tan cotidianos actualmente como el sistema gps y objetos como las gafas de sol, el microondas o el reloj de pulsera.

Una relación que también se produce a la inversa, ya que, desde 1985, Defensa cuenta con un programa dirigido a aprovechar las innovaciones civiles para su uso por las fuerzas armadas, que se está revisando para adaptarlo a las necesidades actuales de la defensa nacional.

El número dos del ministerio ha aludido asimismo a los Programas Especiales de Armamento (PEAs), que han supuesto un “impulso modernizador” de los ejércitos para cumplir con los compromisos europeos e internacionales en materia de seguridad y defensa.

Finalmente, ha destacado la capacidad de la industria militar para haber sorteado con éxito la crisis económica y ser un “elemento tractor” para otros sectores, pero ha advertido de que la industria de defensa de los países occidentales se encuentra ante un cambio de ciclo importante.

Una nueva etapa ante la que las empresas españolas deben seguir adaptándose a la realidad como ha hecho en otras ocasiones, lo que le ha permitido que ahora facture en el exterior quince veces más que hace una década.

El resto de la comunidad internacional, ha destacado Conde, ya es su principal mercado, puesto que en 2015 la industria nacional exportó cerca de 5.000 millones de euros en defensa a 54 países.

Este volumen de negocio externo supone más del 80 por ciento de todas la ventas militares de ese año, que en conjunto superaron los 5.000 millones de euros, cifras que “impensables” hace unos años.