Las denuncias por agresiones a sanitarios aumentaron en 2022 un 7% respecto al año anterior, hasta las 241, frente a las 225 de 2021. En el cómputo global, ese crecimiento ha estado protagonizado principalmente por las amenazas verbales, mientras han disminuido las agresiones físicas, según el balance presentado este miércoles por la Policía Nacional. En él, se notifican 8.812 actuaciones, 6,188 en centros sanitarios y 6.188 en atenciones domiciliarias, y 60 detenciones.
El comisario general de seguridad ciudadana, Juan Carlos Castro, ha matizado que un aumento de las denuncias no supone necesariamente más agresiones. “Hemos tratado de erradicar la cifra negra no denunciada, por eso a veces los crecimientos y la comparativa de un año a otro hay que ponerlos en valor. Un delito no denunciado es un delito desconocido”, ha matizado. En la misma línea se ha pronunciado el interlocutor de la Policía Nacional sanitario, Manuel Yanguas, que ha destacado que “se denuncia más”.
Del total de denuncias, las agresiones físicas han representado un 42% del total. El colectivo más atacado es el de los médicos y médicas, que representan el 68% de las denuncias interpuestas, seguido por el de enfermería, con el 24%, y el de técnicos, con un 8%. A la cuenta no se añaden las agresiones vinculadas a la enfermedad del paciente o la de aquellos que, por ejemplo, acuden a urgencias bajo los efectos del alcohol o las drogas al considerarse riesgos laborales.
Por provincias, aquellas donde se han efectuado más denuncias son Málaga (32), Sevilla (23) y Alicante (16), mientras en Toledo, Soria, Valladolid, Castellón, Guadalajara y Ourense no se produjo ninguna. El balance solo recoge los datos de la Policía Nacional, por lo que no incluye las denuncias efectuadas ante la Guardia Civil, los Mossos ni la Ertzaintza.
Escribe David Noriega.