La Guardia Civil responde a un diputado de ERC explicándole qué hacen con la marihuana que requisan

El diputado del Parlament de Catalunya por ERC Ruben Wagensberg tuiteó el pasado sábado unas fotos en las que se podía ver el interior de una caseta de la Guardia Civil de Sant Andreu de la Barca.

“Diría que eso que cuelga, desgraciadamente, es ilegal”, les decía. Se refería, con un emoticono de una planta, a que parecía verse marihuana colgada secándose.

La Guardia Civil le respondió: “No. No es ilegal porque obedece a un tratamiento de la droga incautada previo a su destrucción, con una cadena de custodia controlada y con procediminentos supervisados judicialmente”. El mensaje tuvo más de 200 retuits y despertó mucha curiosidad, tanto entre usuarios que afirmaban querer realmente conocer el proceso como entre otros que dudaban de la justificación. Así que el comunity manager de la cuenta oficial del cuerpo acabó dando una breve clase sobre el método mediante el cual destruyen la marihuana que requisan.

“No puede almacenarse si está verde porque produce emanaciones nocivas. El tratamiento del que hablábamos es el secado. Una vez seca puede empaquetarse para almacenarse hasta que el juez ordene su destrucción”, fue una de las explicaciones que dieron a un tuitero que quería conocer el tratamiento “en serio y sin ironía”.

A otro, que insinuaba que escondían cómo se deshacían exactamente de ella, le dieron más detalles: “Quemándola en un lugar y en unas condiciones determinadas por un juez y supervisado por el ministerio de Sanidad”.

Una de las menciones más llamativas fue del senador por Bildu Jon Iñárritu. El político les pasaba una idea que le había enviado “un ciudadano” para que las Fuerzas de Seguridad pudieran secar la droga de manera más discreta. Antes, había pedido explicaciones a expertos y citado al Secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, y al ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, para calificarles la situación como digna de la saga Torrente.

Contestando a Iñárritu algunos usuarios llegaron a dar más aclaraciones que la propia Guardia Civil. Algunos aludían a que tras ese proceso de secado se podía conocer mejor cuál era la cantidad incautada. Otros, por el contrario, continuaban ironizando con que los agentes la destruían “en pequeñas porciones envueltas en papel muy fino”.