Las secuelas de Anthony Borges tras sobrevivir a un tiroteo en un instituto de Estados Unidos, en la portada de 'New York Magazine'

El fotógrafo Michael Avedon quiere concienciar sobre los tiroteos que se llevan produciendo desde hace décadas en Estados Unidos. Por eso los protagonistas de su próximo proyecto son las víctimas de esas masacres en los últimos 72 años. Para ello, ha mostrado en imágenes cómo es la vida y qué secuelas tienen los que sobrevivieron a esos ataques.

Uno de esos supervivientes es Anthony Borges, un joven de 15 años de origen venezolano, que sobrevivió a un ataque en el que murieron 17 personas a manos de Nikolas Cruz. Borges se puso en medio de los disparos de Cruz cuando este atacó a todo el que se encontró en el instituto Stoneman Douglas de Parkland, en Florida. Eso le costó cinco disparos y tener que luchar por su vida en el hospital. Lo que le ha dejado múltiples secuelas. Como se puede ver en la fotografía que le tomó Avedon, y que ocupa la portada del New York Magazine.

Borges fue tiroteado por Cruz, que había sido expulsado del mismo instituto, el 14 de febrero de 2018, cuando intentaba proteger a un grupo de compañeros. Para ello, se quedó delante de la puerta en la que se resguardaron para intentar evitar que el tirador pudiese entrar junto a una de las profesoras. Eso le costó cinco disparos, uno de ellos muy cerca del hígado y otros tres en las piernas. Uno de esos tiros, además, le atravesó la espalda. La docente que le ayudaba murió en el acto.

El adolescente tiene varias cicatrices en distintas partes del cuerpo por las heridas internas y las intervenciones a las que tuvo que ser sometido. También llama la atención la bolsa de colostomía que le han tenido que colocar en el lado derecho de su torso. Un recurso que sirve para que sus desechos o su orina puedan salir de su cuerpo.

Este tiroteo fue el que movilizó a los estudiantes que acabaron convocando la gran marcha contra las armas en Washington, lo que les costó los ataques e insultos de la derecha estadounidense. Una de las supervivientes, la adolescente Emma González, se convirtió desde entonces en un símbolo en la lucha contra la libertad de ener armas en el país.

Michael Avedon ha asegurado al NYM que los tiroteos en Estados Unidos son “una epidemia” que continuará “hasta que no cambie la ley sobre armas”. “No es un problema de nuestro país, sino una crisis para la humanidad”, ha añadi el fotógrafo, que señala que “el coraje, la dignidad y el optimismo” de las víctimas le ha permitido recuperar la fe en esa misma humanidad.

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