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“No son albergues”: mujeres maltratadas y personas convalecientes irán a los centros previstos en San Jerónimo y Polígono Sur

José Luis García, delegado municipal de Barrios de Atención Preferente, ha explicado el proyecto acompañado de 16 entidades que atienden a personas en situación de emergencia social

Sara Rojas

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“No son albergues, son centros resilientes para personas que se encuentran en un nivel avanzado en su proceso de inclusión social”. Con esta aclaración, el delegado municipal de Barrios de Atención Preferente y Derechos Sociales, José Luis García, ha arrancado la presentación de los dos proyectos residenciales para personas en situación de emergencia social que se van a construir en San Jerónimo y en el Polígono Sur.

La necesidad de comenzar con esa distinción parte del revuelo que ha provocado la noticia entre los vecinos de ambos barrios, que ya se han movilizado en contra del planteamiento municipal de descentralizar los servicios asistenciales que concentra el barrio de la Macarena. Allí las entidades vecinales llevan años denunciando problemas de convivencia, seguridad y limpieza en torno a los albergues para personas sin hogar.

El temor a que los nuevos espacios que está proyectando el Ayuntamiento hispalense terminen degradando unos barrios ya de por sí “pobres y con muchas carencias” ha llevado a los vecinos a rechazar la propuesta, al entender que “no solo contribuye a la estigmatización de la zona, sino que también degrada su imagen”, como ha manifestado la asociación vecinal de San Jerónimo a través de sus redes sociales. La plataforma de afectados por los albergues en la Macarena ha respaldado la protesta vecinal emergente, condenando que “hay 11 distritos y siempre sufren los mismos”.

Sin embargo, el delegado de Derechos Sociales ha querido lanzar “un mensaje de tranquilidad” a la población, con el que “desmentir” los comentarios cargados de “aporofobia y xenofobia” que se han propagado, después de trascender la intención de construir estos dos nuevos recursos sociales destinados a personas en exclusión social severa. Para ello, ha explicado que uno de los centros va a estar dedicado a “atender exclusivamente a mujeres víctimas de violencia de género o de trata” y el otro, “a personas convalecientes”.

Diferencia entre albergues y centros de resiliencia

Acompañado por representantes de 16 entidades que trabajan a diario con personas en situación de emergencia social (Solidarios, Hermanas de la Caridad, Cruz Roja, Prolibertas, Hogar Sí, Provivienda u Orden de Malta, entre otras), José Luis García ha detallado las diferencias entre los centros de acogida que se conocen como albergues y los “centros de resiliencia” que se están proyectando ahora para San Jerónimo y Polígono Sur, pero que se pretenden instalar en cada distrito para mediados de 2027.

“Es un modelo totalmente diferente, que no tiene nada que ver con el modelo de macrocentro que hay actualmente instalado en la Macarena, heredado de los años 80”, ha indicado el delegado de Derechos Sociales. La diferencia principal radica, por tanto, en su tamaño y su finalidad: “Estos centros no son de puertas abiertas, sino que son centros residenciales para un máximo de 25 personas que vendrán derivadas de los servicios sociales y en los que los residentes recibirán una atención personalizada que les permita dar el salto a la vida independiente”, ha señalado García.

Para ello, cada usuario tendrá asignado un técnico de referencia que desempeñará una labor de “acompañamiento integral”, desde prestar asistencia psicológica hasta orientar en la búsqueda de empleo. “Es un modelo basado en la persona y no en la caridad, porque creemos en la intervención integral y directa para transformar proyectos vitales”, ha defendido el delegado de Derechos Sociales. De paso, ha recordado que este tipo de recursos sociales se enmarcan en la estrategia de la normativa europea, nacional y autonómica, así como en el “compromiso que adquirimos todas las fuerzas políticas del pleno municipal en el anterior mandato durante la comisión contra la exclusión social”.

Con el afán de tranquilizar a los vecinos, ha informado de que ya existen dos modelos de “pequeños centros residenciales” funcionando en otros distritos de la ciudad, mediante un convenio de colaboración con entidades sociales, y que “se han integrado en sus zonas completamente sin generar ningún problema de convivencia”. En este punto, José Luis García ha hecho un llamamiento a la empatía y a romper con los “estereotipos de las personas sin hogar”, vinculados a indigentes conflictivos y con problemas de drogadicción. “Cualquiera puede terminar en la calle”, ha recordado.

¿Que va a significar abrir un centro para 20 personas?

A continuación, ha tomado la palabra Carmen Tamayo, trabajadora social de la organización Solidarios y directora del proyecto Mujereando, que lleva más de diez años trabajando con personas en situación de emergencia social. “A lo largo de estos años de experiencia, el perfil de las personas sin hogar ha ido cambiando y por eso deben cambiar también las respuestas a esas necesidades”, ha proclamado esta profesional, que define el colectivo de personas sin hogar como “muy heterogéneo y diverso”.

“Todos los días escucho historias de vida de personas que dicen que jamás se habrían imaginado terminar en la calle”, ha asegurado Tamayo, remarcando que “hablamos de personas que se encuentran en situación de exclusión social severa y que lo único que tienen en común es la falta de hogar y que lo están pasando muy mal”.

Frente a la alarma social que ha despertado la noticia entre los vecinos en barriadas como Cerro del Águila, donde se llegó a boicotear el pregón de la Velá del barrio en señal de protesta, las entidades han asegurado estar “muy felices” por la noticia. “Tenemos que preguntarnos qué significa abrir en Sevilla un centro para 20 o 25 personas en cualquier barrio”, ha abogado la trabajadora social de Solidarios.

“Yo misma me lo he preguntado y me he respondido: va a significar integración, comunidad, vecindad y, sobre todo, humanidad, porque no olvidemos nunca que, con o sin hogar, todos somos personas y todos necesitamos una segunda oportunidad”, ha expresado Carmen Tamayo, reivindicando “el valor de la empatía, de acompañar a las personas cuando más lo necesitan porque se puede salir de la calle”.

Huertos y salas veterinarias para las mascotas

Por esa razón, las organizaciones sociales han celebrado que las instituciones promuevan este tipo de iniciativas en la ciudad, donde el último censo contabilizó a 765 personas sin techo (ya sea viviendo en la calle, en infraviviendas, en centros de acogida o insertos en programas de emergencias sociales). La intención del gobierno local es “desconcentrar el distrito Macarena con estos dos nuevos proyectos y otros que van a llegar para que haya centros resilientes en cada distrito de la ciudad”.

Por el momento, el Ayuntamiento está terminando de redactar los proyectos de los centros que se van a ubicar en una parcela situada en la calle José Galán Merino, en el barrio de San Jerónimo (próxima a la sede de la Agencia Espacial Española y las Naves de Renfe), y en la calle Portobelo, que pertenece al Polígono Sur y colinda con el polígono Hytasa, zona donde el anterior gobierno socialista proyectó un albergue para personas sin hogar que se frustró finalmente por la presión vecinal.

Ahora, el gobierno de José Luis Sanz retoma la iniciativa que refrendó el pleno e impulsa la construcción de dos servicios sociales con características similares: ambos se insertan en un solar de unos 3.776 metros cuadrados, de los cuales el edificio ocupará una superficie de menos de 700 metros. “No hay que tener miedo porque no tiene nada que ver con un macrocentro, las edificaciones van a ocupar menos de un tercio de la parcela”, ha explicado el delegado, detallando que estos espacios residenciales van a contar con servicio de huertos comunitarios y con una sala veterinaria para que los usuarios que tienen animales de compañía no tengan que abandonar a sus mascotas cuando se incorporen al centro, como pasaba hasta ahora.

Para la construcción de esos dos primeros “microcentros” de “atención personalizada” el Ayuntamiento hispalense ha destinado una inversión que ronda los tres millones de euros, financiados en parte con una subvención de la Junta de Andalucía (a partir de un proyecto premiado por la Unión Europea) y el resto aportado por la Gerencia de Urbanismo. La previsión es que el proyecto se licite en la primavera del año próximo y los centros estén ya en marcha a finales de 2026.

Objetivo: Umies y microcentros en todos los distritos

El delegado de Derechos Sociales confía en que los dos nuevos espacios residenciales para mujeres y personas convalecientes en San Jerónimo y Polígono Sur ayuden a aliviar la carga que soporta el resto de recursos para personas sin hogar de la ciudad.

Augura así que el cambio va a ser muy significativo en el distrito Macarena, no solo gracias a la construcción de estos dos centros que ha tildado de “pioneros” –en alusión a que solo hay un precedente similar de intervención individualizada “24 horas” en Madrid–, sino también a la creación de unidades municipales de Intervención en Emergencias Sociales y Exclusión Social (Umies) en todos los distritos. Una acción que se espera culminar para diciembre de este mismo año con la incorporación de 40 técnicos más, tras el aumento de la partida dedicada a Emergencias Sociales, pasando de ocho millones en el anterior mandato a 18 en los últimos presupuestos, según los datos aportados por la Delegación de Derechos Sociales.

En definitiva, si bien el delegado entiende que “lo desconocido puede generar miedo”, con el apoyo de las entidades que trabajan a diario con personas sin hogar y el testimonio de profesionales como Carmen Tamayo, el Ayuntamiento ha tratado de transmitir el mensaje de que estos centros de atención para personas en situación de exclusión social “transforman vidas”, gracias a los profesionales que los acompañan en su vuelta a la vida.

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