Villalobos, presidente de la Diputación de Sevilla: “Seguiré aportando porque no me retiro, aún no me veo con los jubilados”

Fernando Rodríguez Villalobos, ante un ventanal que da a uno de los patios interiores de la Diputación.

Antonio Morente

24 de abril de 2023 06:01 h

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Dice que todavía no sabe qué va a hacer cuando tenga más tiempo libre, aunque por lo pronto va a seguir en la pelea municipal, porque va como número 2 en la lista del PSOE por Castilleja de la Cuesta. Fernando Rodríguez Villalobos (La Roda de Andalucía, 1952) apura sus últimos días como presidente de la Diputación de Sevilla, cargo al que llegó en septiembre de 2004 e institución en la que ingresó como diputado en 1991, aunque el paño rural y municipalista ya lo conocía desde mucho antes porque fue alcalde de su pueblo una década (1983-1993) y gerente comarcal en la Reforma Agraria andaluza entre 1985 y 1991. Profesor de Secundaria, desde 2015 también preside la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP), y ahora afronta unas elecciones municipales que, augura, “no serán una debacle” para el PSOE, al que también ve conservando un ente provincial que considera vital para los municipios más pequeños. Y, por encima de todo, reivindica el orgullo de ser de pueblo.

Ha empezado una gira de despedida que parece más propia de Miguel Ríos, ¿cómo es la provincia de Sevilla que deja al decir adiós?

Al igual que Miguel Ríos, como viejo rockero nunca voy a morir. Y en cuanto a la provincia, tenga en cuenta que ya la conocía antes de ser presidente, porque llevaba tiempo en la Diputación y había pasado por varias áreas. Al igual que otras provincias, Sevila era una provincia color oscuro, negro, con una falta enorme de infraestructuras y equipamientos. Afortunadamente, el Gobierno entonces de la Junta de Andalucía apostó por lo rural, por eso no es fruto de la casualidad que Andalucía no se haya despoblado. Desde entonces se ha progresado adecuadamente, y nos hemos convertido en una provincia en la que haces una encuesta y el 70% dice que es mejor vivir en un pueblo que en una ciudad. Eso es porque hay calidad en las infraestructuras y en los equipamientos, se dan servicios de excelencia, y por lo tanto la Sevilla del blanco y negro la hemos convertido en la Sevilla multicolor.

Usted siempre ha reivindicado el orgullo de ser de pueblo, ¿ha conseguido que lo rural deje de verse como algo cateto?

Sí, porque recuerdo que en la década de los 70 a nadie se le ocurría decir que era de tal pueblo o tal otro, sino que todos nos pegábamos a la Sevilla de la Giralda, que era donde estaba la gente progre. Nosotros éramos los catetos de los pueblos, y además no podíamos presumir de nada porque estaban hechos un desastre. Hoy no se le ocurre a nadie de cualquier pueblo de la provincia decir que es de Sevilla: dice que es de Constantina, de La Roda de Andalucía, de Pedrera, de Estepa o de Mairena del Alcor. Tenemos conciencia de pueblo, de nuestras raíces, y por tanto hemos pasado de ese catetismo a estar orgullosos de ser de pueblo.

¿Había un cierto elitismo desde la capital?

No, había complejo desde lo rural, nosotros éramos los acomplejados y nos considerábamos catetos. Y por eso todos decíamos que éramos de Sevilla.

¿La sensación que tiene al dejar el cargo después de casi 19 años es de pena?

Pena no, porque uno trata de tocar la realidad de las cosas. Y la realidad es que va uno cumpliendo años, va uno teniendo la edad de pasar a un segundo plano, a una segunda línea. Porque yo no me voy a retirar, estaré no sé dónde, pero estaré en algún sitio aportando esa experiencia.

Por lo pronto sigue en las listas electorales…

Voy de número 2 en Castilleja de la Cuesta, pero eso es más un compromiso que adquirí allí hace ya ocho años. Voy a seguir aportando porque no me retiro, aún no me veo con los jubilados o los pensionistas, seguiré aportando mi granito de arena. ¿Qué es lo que voy a hacer? Bueno, pues a ver si hay algo relacionado con actividades sociales, con asociaciones o fundaciones sin ánimo de lucro que se dediquen o empleen sus tiempo en ayudar a los demás.

¿Las Diputaciones han quedado obsoletas, son dinosaurios en la actual estructura administrativa?

Son muy necesarias, y se ha demostrado en los momentos de dificultad. En la de Sevilla hemos activado todos nuestros recursos y ahorros en beneficio de los pueblos de la provincia. Tú le dices ahora a un alcalde o alcaldesa del signo que sea que vas a quitar la Diputación y te corretea. Ha habido grupos políticos, como por ejemplo Ciudadanos, que las querían quitar. ¿Por qué? En plan distendido, porque no tenían ningún ayuntamiento, porque no gobernaban nada. Aquí han tenido dos diputados (que por cierto han pasado al grupo no adscrito) y ya te dicen abiertamente que la Diputación sirve, y mucho.

En la provincia de Sevilla la Diputación ha tenido una importancia tremenda para cohesionar el territorio, para equilibrar quitándole un poquito al que tiene más para dárselo al que tiene menos

¿Y para qué sirve?

Pues en la provincia de Sevilla es un ente que ha tenido una importancia tremenda para cohesionar el territorio, para equilibrar quitándole un poquito al que tiene más para dárselo al que tiene menos. Eso lo hemos hecho aplicando coeficientes correctores a los repartos de fondos para mejorar al más pequeño en detrimento del más grande. Se ha hecho de tal manera que todo el mundo ha estado de acuerdo, por lo que le tengo que agradecer a los alcaldes de los municipios importantes su predisposición siempre para esto, para que no haya pueblos de primera y pueblos de segunda. 

De hecho, incluso ha reducido mucho la presencia de la Diputación en organismos de la capital como el estadio de la Cartuja o Fibes.

Bueno, ahí fue un análisis profundo de cuál era el papel que debía desempeñar la Diputación, y entendimos que todo lo que se le colgara era una merma presupuestaria. Aquí no hay otra historia. ¿Y qué dijimos? Pues que en vez de emplear dinero de esta casa en el estadio de la Cartuja, mantengamos un mínimo para estar, porque tenemos que estar como institución. pero el grueso del presupuesto será para campos de fútbol en los pueblos, y pistas de pádel, de baloncesto, polideportivos cubiertos... La capital tiene su buen ayuntamiento, que gestiona bien y que da respuesta, pero yo tengo a 105 pueblos.

¿La Diputación es una de las empresas más rentables de la provincia?

Yo puedo hablar desde que llego a la Presidencia, aunque mis antecesores dejaron la Diputación bien. Pero ese bien era con 200 millones de deuda viva, porque así se alimentaban las administraciones, con préstamos para inversiones. Nosotros en 2017 conseguimos bajar la deuda a cero, y así seguimos desde entonces. Cuando llegó la ley Montoro y puso un techo de gasto, año tras año hemos tenido superávit. Afortunadamente, el Gobierno de España hace tres años dijo que se podían gastar los remanentes positivos, y así pusimos en marcha planes (Supera, Contigo, Actúa…) con los que hemos repartido 770 millones de euros. Con todo, nos encontramos con la sorpresa agradable de que cuando hemos liquidado el presupuesto de 2022 sale superávit, un remanente de 367,5 millones de euros. Una parte de ese remanente va a pasar de nuevo a los ayuntamientos para que la gestionen, y habrá otros programas, con lo que al final estamos hablando de que llegamos a mil millones de euros en programas especiales.

Al margen de la Diputación, y en el plano político, hace dos años se le dio por amortizado dentro de su propio partido con el cambio que hubo en la dirección regional. ¿Se siente agradecido de que al final no le pegaran una patada?

Hombre, yo me siento agradecido en todo momento a mi partido porque fue el que decidió que fuera presidente de la Diputación. A partir de ahí, es verdad que esto es un partido político, no una asociación de amigos, y por lo tanto tenemos nuestras reglas del juego que hay que cumplir. Yo siempre he entendido que al compañero o compañera que funciona bien, que es decente, que es honrado, que no ha hecho nada que pueda dañar la imagen del partido no se le puede echar así porque sí. Si me iba en medio del mandato lo primero que iba a preguntar era que por qué, y claro, no había respuesta. Así lo entendieron mis compañeros de una manera totalmente razonable y con sentido común en la mesa, y porque en el PSOE hay gente muy buena y comprometida.

Pero no suele ser muy habitual, ¿no?

Aquí pasa como en todos los partidos, pero yo hablo del mío. Imagino que analizarían por qué me iba a tener que ir, independientemente de rencillas o de quién ganó las primarias. Uno se tiene que ir cuando llegue su momento. Y así lo dije, así se vio y así se va a hacer, una despedida como creo que merezco para darle la entrada al siguiente con todos los honores, como no puede ser de otra manera. Desde luego, yo no voy a estar en otras guerras.

¿El PSOE sigue con su travesía del desierto después de las elecciones autonómicas de 2022?

El PSOE ha mantenido la institución regional, las provinciales y las locales desde las primeras elecciones, hemos ganado siempre. Y ha llegado un momento en el que por H o por B nos habremos equivocado, porque los que no se equivocan son los electores, que le han dado la confianza a un PP con un diseño y una estrategia bien montada, con una imagen de gente buena, con sencillez, agradable… Es decir, sin la imagen de la derecha que todos habíamos criticado siempre. Entran y se produce una sorpresa, pero esa sorpresa tiene un límite, es decir, va a aguantar lo que se pueda aguantar. 

Las municipales pueden ser un punto de inflexión, pueden frenar esa verdad-mentira que hay en la imagen de algunos políticos de la derecha

¿Y hasta cuándo va a aguantar?

Las municipales pueden ser un punto de inflexión, pueden frenar esa verdad-mentira que hay en la imagen de algunos políticos de la derecha. Eso se consigue con unos resultados en las municipales que vaticino que no van a ser como va diciendo por ahí el PP, no van a ser un calco de lo que ocurrió en las autonómicas. Las municipales van a ser parecidas a las de 2019. Se perderán algunas ciudades y se ganarán otras, pero esto no va a ser una debacle. El PP quiere, y de hecho lo está intentando, ligar municipales con la cara de Juanma, y eso no se lleva ni se ha llevado nunca, porque en las municipales la gente valora y vota el trabajo que se ha hecho durante cuatro años allí en su pueblo.

También se está ligando a la cara de Pedro Sánchez, ¿la imagen del presidente del Gobierno beneficia o perjudica al PSOE en estas elecciones?

Pedro Sánchez tiene una memoria de gestión importante, como los incrementos de las pensiones, del salario mínimo interprofesional, del ingreso mínimo vital… Son avances sociales que ponen a España en la parrilla de salida de los primeros países de la Unión Europea, y con indicadores económicos que dicen que España está pasando por un buen momento. Eso se debe a un gobierno presidido por un señor que se llama Pedro Sánchez, lo demás son piruetas de los partidos de sacar de donde no hay. Pero la gestión objetiva del Gobierno de España no es para esconderse debajo de un sillón, es para sacar pecho.

¿El medio rural ha perdido su histórico miedo a votar a la derecha?

Evidentemente no es lo mismo que en la década de los 80, donde el PP no se podía presentar ni en los pueblos porque no lo creía nadie y porque el PP, entonces Alianza Popular, mostraba la imagen de los que siempre habían liderado la derecha en el pueblo. La gente decía que éste es muy facha, esa era la expresión, y por lo tanto era difícil que conquistase las zonas rurales. La cosa ha ido cambiando y el PP ha procurado mostrar una imagen más moderada, más de centro. Después será lo que será, pero esa es la imagen que se proyecta. Por tanto, ya es más fácil penetrar en las zonas rurales, pero aún hay pueblos en los que tienen que llevar paracaidistas de aquí de la capital, con gente de fuera del pueblo, y yo eso no lo he entendido en mi vida. ¿A quién va a representar esa persona si no conoce ni siquiera dónde está el pueblo? Eso es para tener el dato estadístico de que en la provincia de Sevilla el PP se presenta en todos los pueblos, pero no me vale. 

Entonces, ¿la derecha está ganando terreno en el campo?

El PP ya lleva un tiempo penetrando en las zonas rurales y eso lógicamente se ve en los resultados electorales, antes el PP era totalmente residual y ahora tiene algunos pueblos. No son resultados como para no dormir, no son preocupantes, pero sí para tenerlos en cuenta.

¿Cómo ve el pulso entre PP y Vox por el voto rural?

Pues existe ese pulso, lo que ocurre es que el PP va a tener la suerte de que Vox no está lo suficientemente organizado para presentar candidaturas en muchos pueblos, porque esto no es fácil. Y digo que el PP va a tener esa suerte porque toda candidatura de Vox que se presente en los pueblos va en su detrimento, el 90% de los votos a Vox vienen del PP, pocos votos le va a quitar al PSOE o a IU. 

En determinados pueblos hay gente que lleva 20 años resistiendo las palizas que otros partidos, fundamentalmente el PSOE, le han dado al PP, y ahora que están sacando un poquito la cabeza buscan gente en otros partidos

¿Qué le parece la estrategia de fichajes del PP en muchos pueblos, reclutando a concejales de Ciudadanos, andalucistas y de partidos independientes?

Pues que tiene dos caras: por un lado, capta a dirigentes de otras fuerzas políticas y eso suma, pero tiene la parte negativa de que ha cabreado a su gente. ¿Por qué? Porque en determinados pueblos hay gente que lleva 20 años resistiendo las palizas que otros partidos, fundamentalmente el PSOE, le han dado al PP. Y ahora resulta que cuando están sacando un poquito la cabeza, el partido se dirige a Ciudadanos, o al partido X o Z. Pues no les ha gustado, hay un movimiento de malestar en el PP.

Si da por hecho que el PSOE va a tener buenos resultados, imagino que da por hecho que seguirán gobernando la Diputación, ¿no?

La Diputación de Sevilla no está en riesgo para el PSOE, va a seguir gobernándola. ¿Cómo? ¿Con cuántos diputados? Eso ya se verá, porque ahora hay cambios hasta en los partidos judiciales, como los de Carmona, que pierde un diputado, y de Utrera, que gana uno. Pero con carácter general creo que el comportamiento en las municipales va a ser muy parecido a 2019, en un pueblo en el que el PSOE tiene una base electoral no se hunde así tan fácil. Ahora además la gente está en clave local, por mucho que el PP se quiera ir a lo regional y haga sus cuentas, pero en la Diputación de Sevilla, no. La de Sevilla es la segunda Diputación con más músculo a nivel estatal y está en manos de los socialistas, y por tanto hay que conservarla. Esta es una plaza que hay que mantener, igual que el ayuntamiento de la capital y otras ciudades de la provincia… pero la Diputación de Sevilla es la Diputación de Sevilla.

Si cree que el PSOE va a mantener la Diputación, ¿qué consejo le daría al próximo presidente?

Consejos ninguno, predisposición toda si el que vaya a coger la batuta quiere que le cuente qué problemas he tenido, cómo los he tratado de subsanar, la situación de la provincia de cara a los próximos años… Porque todo no se ha hecho, aún queda mucho por hacer. Al margen, debe tener un halo de decencia y honestidad, el político si es decente y es honrado ya hemos ganado algunos peldaños, y la inmensa mayoría de los alcaldes y alcaldesas son gente buena, decente, sacrificada, que prestan un servicio envidiable las 24 horas del día. Después cada equipo priorizará lo que crea que es más importante, eso me preocupa más bien poco, pero sí que la imagen que se proyecte de esta casa no sea negativa. Tiene que seguir ofreciendo una imagen inclusiva, que se abre para todo el mundo.

¿Qué le parece Javier Fernández como candidato del PSOE a la presidencia de la Diputación? Porque es el nombre que todo el mundo está dando por hecho…

Mi partido es un partido democrático, con unas reglas del juego trabajadas y votadas y con una estructura perfectamente diseñada. Por lo tanto, esto no es cosa del primero que quiera, te tienes que someter a lo que diga el partido, pero el ambiente que hay en torno a Javier es bueno. Es secretario general del PSOE de Sevilla, un buen secretario, y se lleva bien yo diría que con todo el mundo. Y luego es una persona que tiene una trayectoria, es decir, es alcalde de La Rinconada y por tanto es una persona que no va a entrar aquí como un elefante en una cacharrería sin saber, esto lo conoce perfectamente porque es política local. Por lo tanto, creo que tiene muchas papeletas por su experiencia, la situación de ser el dirigente del PSOE en su provincia y ser alcalde. Opino que es un excelente compañero y persona, y que puede hacerlo mejor que yo, que es lo que se pretende, que el que entre lo haga mejor que el que se va. Y estoy totalmente convencido de que así será.

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