Archidiócesis de Nueva York nombra a jueza retirada para revisar casos abusos

El arzobispo de Nueva York, Timothy Dolan, designó hoy a la jueza federal retirada Bárbara Jones para realizar una “independiente y escrupulosa” revisión de los casos de abusos sexuales que enfrentan y cómo se manejan.

La exjueza, que también revisó los documentos confiscados por el FBI a Michael Cohen, exabogado del presidente Donald Trump, revisará, evaluará y hará recomendaciones para mejorar la respuesta de la Archidiócesis, la segunda más grande del país, a la crisis de abusos sexuales que afronta la Iglesia católica, indicó Dolan en una conferencia de prensa.

Para ello, han asegurado a la jueza acceso a registros, al personal y al propio Dolan.

“Mucha de nuestra gente y sacerdotes le llama el 'verano de infierno' para nuestras familias católicas”, dijo el prelado al referirse a las denuncias que han puesto al descubierto los escándalos de abusos sexuales que tiene a la Iglesia católica en el ojo del huracán.

Mencionó como ejemplo el caso de Theodore McCarrick, de 88 años, arzobispo emérito de Washington, al que acusan por abusos sexuales cometidos hace 50 años cuando era sacerdote en Nueva York, los que ha negado.

La archidiócesis neoyorquina informó el pasado 20 de junio de que una comisión de investigación había determinado que las acusaciones “estaban fundamentadas y eran creíbles”.

Tras las denuncias, presentó su renuncia como miembro del colegio cardenalicio, la que el papa Francisco aceptó.

Le ordenó además estar apartado de sus funciones públicas y reclusión en espera de su juicio canónico.

“Luego vinieron los nauseabundos detalles de un gran jurado de Pensilvania de los horribles abusos a menores por sacerdotes en los años 50, 60, 70, 80 y 90 (más de mil menores fueron víctimas de religiosos) y entonces, la controversia en torno a la carta del arzobispo Vigano”, dijo el religioso en la conferencia.

Dolan se refirió a que el exnuncio en Estados Unidos Carlo María Vigano, de 77 años, pidió el pasado mes la renuncia del papa Francisco al asegurar que conocía desde junio de 2013 las acusaciones de abusos sexuales sobre el cardenal Theodore McCarrick, quien fue sancionado en junio pasado por el pontífice.

“Esto ha dejado a nuestra gente desconcertada, frustrada y enojada; a nuestros buenos y fieles sacerdotes desmoralizados y a nuestros obispos sombríos y compungidos”, afirmó el arzobispo en la conferencia junto a la exjueza.

Explicó que hace el anuncio tras escuchar a feligreses, al clérigo y un amplio sector de la comunidad que han exigido “responsabilidad, transparencia y acción”.

Incluso dijo que le han dicho que han comenzado a perder la confianza en sus obispos.

“Si pierdo la confianza de mi gente y mi comunidad, no tengo mucho por hacer”, argumentó.

Dolan indicó que en concreto han pedido a Jones un “exhaustivo estudio de nuestras políticas, procedimientos y protocolos sobre cómo abordamos cualquier acusación que venga a nosotros y alegue abuso de una persona joven por un sacerdote, diácono u obispo”.

El arzobispo dijo además a Jones que esperaba que su “cuidadosa revisión y difíciles preguntas ayudarán a mi buena gente a renovar su confianza en la iglesia que aman y los líderes en los que quieren creer”.