Brasil endurece cuarentena en un crucero atracado en Santos con 757 pasajeros

Las autoridades sanitarias de Brasil ampliaron este martes las medidas de aislamiento en un crucero turístico atracado en el puerto de Santos con 757 pasajeros, de los cuales 35 son casos sospechosos del nuevo coronavirus.

El navío “Costa Fascinosa” llevaba anclado cerca del puerto de Santos, el mayor de Brasil y que no opera desde el pasado 17 de marzo debido a las restricciones al sector de cruceros vigentes en el país suramericano.

Finalmente, recibió autorización para atracar en la terminal el pasado sábado, aunque a ningún pasajero ni tripulante le está permitido desembarcar, salvo que necesite atención médica.

Desde entonces, siete pasajeros, cinco de ellos de nacionalidad filipina, un indio y otro indonesio, han tenido que abandonar el barco para recibir atención médica en la ciudad de Santos, en el litoral del estado brasileño de Sao Paulo.

Hasta el momento, dos de los siete evacuados han dado positivo por COVID-19, según informó la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa), vinculada al Ministerio de Salud de Brasil.

Aún continúan en el crucero 757 personas, incluyendo los 35 que presentan síntomas, aunque ninguno de ellos reviste gravedad, por lo que se ha optado por su confinamiento dentro de la embarcación.

Funcionarios de Anvisa realizaron en la víspera una inspección a bordo del “Costa Fascinosa” para evaluar la situación de los pasajeros y las condiciones de aislamiento, y entregarles tests rápidos para detectar nuevos posibles casos.

Tras esa vista, el órgano estableció una serie de determinaciones de obligado cumplimiento.

Entre ellas, aislar a todos los que presenten algún síntoma, aunque no tengan fiebre; reubicar los casos sospechosos a camarotes con balcón; reforzar la necesidad de mantener la distancia social y limpiar todos los embalajes de alimentos, productos de higiene y medicamentos que vengan del exterior.

También aislar todas las fuentes de agua para consumo, suministrar botellas individuales para cada usuario, desinfectar los sistemas de aire acondicionado y enviar a las autoridades, todos los días, las temperaturas de los pasajeros.

El navío reinició el periodo de cuarentena de 14 días el domingo pasado, tras la aparición de un nuevo caso sospechoso a bordo.

Esto significa que el periodo de bloqueo de la investigación no tiene un plazo exacto para su fin, pues dependerá de la evolución del estado de salud de los pasajeros.

La semana pasada, el Gobierno brasileño autorizó a otros dos cruceros internacionales a atracar en Río de Janeiro para evacuar a sus 576 pasajeros, tras la negativa de Chile, Argentina y Uruguay por la crisis generada por la COVID-19.

Una situación parecida ocurrió también este mes en Recife, donde la empresa Silversea Cruises evacuó a 342 pasajeros del crucero Silver Shadow, que estuvo aislado por 10 días en el puerto de la ciudad tras la confirmación de algunos casos del nuevo coronavirus.

Brasil contabiliza hasta este martes 201 muertes y 5.717 contagios de COVID-19, siendo el estado de Sao Paulo el principal foco de la pandemia en el país con 136 de los fallecidos y 2.339 infectados.