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Cientos de personas reiteran su condena a la violencia machista en Madrid: “Nos quieren sumisas, nos tienen combativas”

Marcha feminista

Aurora Santos-Olmo

Madrid ha vuelto a condenar la violencia machista. La amenaza de lluvia no ha impedido que cientos de mujeres, acompañadas de algunos hombres, salgan a la calle para alzar la voz “contra las violencias que nos atraviesan y contra las instituciones que no nos protegen de ellas”, en un año que en lo político ha venido cargado de polémicas. Las dos últimas protagonizadas por Vox, que ha boicoteado la declaración institucional contra la violencia de género, tanto en el Ayuntamiento como en la Asamblea de Madrid.

Cuando quedan tres días para el 25N, el movimiento feminista autónomo de Madrid ha organizado una marcha nocturna por las principales calles del centro de la capital. Lo han hecho para exigir “respuestas eficaces a las violencias machistas”: desde 2003, 1.027 mujeres han sido asesinadas en España por sus parejas o exparejas, 51 en lo que va de año, según la Delegación del Gobierno para la violencia de género.

“Reivindicamos todos los tipos de violencia que no se han evidenciado hasta el momento; y, es que, además de la violencia explícita también está la implícita”, dice Xiomara, una de las jóvenes que sostiene la pancarta principal, que reza el mensaje “Ante las violencias machistas, construimos feminismo”.

Sobre estas agresiones implícitas se pronuncia también Helena, otra joven que se ha unido a la marcha: “Hay violencias que, o no se consideran como tal, o no somos conscientes de ellas ni siquiera nosotras, como que te llamen por la calle o que te piten desde un coche. Hay que visibilizarlo y entenderlo para poder luchar contra ello”.

Con gritos de “Si tocan a una, respondemos todas”, “Nos quieren sumisas, nos tienen combativas”, “Con traje o con cresta, tu agresión tendrá respuesta”, o “El sistema patriarcal es violencia estructural”, las asistentes -en su mayoría eran mujeres- han recorrido las calles de la capital, ataviadas con gorros y pañuelos con los motivos y colores feministas. La manifestación ha partido del Ministerio de Educación a las 19 horas.

Justo a la salida, un pequeño grupo del total de manifestantes se ha situado frente a la cabecera y, al grito de “Obreras y estudiantes unidas y adelante”, ha desplegado una pancarta que rezaba “Contra un sistema educativo machista, respuesta feminista”. Y es que, que la salida fuera el Ministerio de Educación no ha sido casualidad.

“Partimos del Ministerio de Educación, porque la educación es una herramienta de cambio para construir sociedades más justas”. En el manifiesto, las organizadoras denuncian “los roles machistas que nos adoctrinan desde niñas” y contra ellos exigen una educación pública “libre de discursos opresores y de acoso”, en la que “aprender a construir relaciones basadas en el respeto y los buenos tratos”.

Precisamente en esa nueva propuesta de amor romántico “que se está instalando en la sociedad, donde los celos son el factor a seguir en cualquier relación”, incide también Xiomara, que destaca que las personas de su generación se están moviendo contra ello: “Hay que decir que no, que los celos no son amor y que, efectivamente los jóvenes están dando una muestra de lucha y que invitan también a otras generaciones”.

Generaciones como la de Teresa, que es una asistente habitual a este tipo de marchas: lleva 41 años “militando en el feminismo”, aunque “ya era feminista en la época de Franco”. Ha decidido unirse a este 22N porque “hay cosas con las que no puedo no identificarme a estas alturas de mi vida”.

En su camino hasta el Ministerio de Justicia, donde ha terminado la marcha, las asistentes han atravesado la Gran Vía, una de las principales arterias de la capital, caracterizada por estar siempre concurrida por transeúntes que realizan compras, disfrutan del ocio que ofrece, o simplemente pasean. Además, este viernes se ha celebrado el encendido navideño. A eso también se han referido los gritos: “Menos luces de Navidad, más educación sexual”, cantaban.

Que recorran esta calle tampoco ha sido casualidad. Lo han hecho para lograr “territorios libres, donde todas tengamos acceso a las mismas herramientas, porque juntas luchamos por la organización de nuestra clase, y por la desaparición de las estructuras de opresión que el sistema productivo capitalista nos impone”.

Aunque no eran mayoría, en la manifestación también había chicos. Carlos es uno de ellos, y acompaña a su hermana: “Es muy importante venir a estas manifestaciones, no solo por dar apoyo a ellas, sino porque nosotros tenemos claro que no estamos con los que defienden la violencia y el machismo, sino en contra”.

Preocupación ante políticas regresivas

En un año marcado por sentencias judiciales por violaciones o abusos sexuales, como la de La Manada de Pamplona o la de la de Manresa, el lugar elegido para terminar la manifestación ha sido el Ministerio de Justicia. Precisamente ante las veces que se ha visto cuestionada la versión de una mujer en juicios por violencia de género, han exigido “el respeto a nuestra palabra y a nuestra credibilidad”.

También han puesto el acento en la preocupación de que se utilice la libertad y seguridad de las mujeres, como se está haciendo desde determinados sectores de la política, “para impulsar políticas regresivas y debilitar el sistema de garantías penales y procesales”.

“He vivido tiempos de esas políticas y sé lo que es. No se trata de que me lo imagine o no, lo sé y me pone de los nervios”, expresa Teresa. Por eso, para evitar que vuelvan, es clave, subraya Anabel, “que mujeres y hombres estemos en la calle para mostrar que realmente una sociedad distinta es posible y que podemos contribuir a ella”.

Las asistentes han querido enviar un mensaje claro a las autoridades: “No nos vamos a callar, vamos a seguir luchando, como hacemos todo el año, por nuestros derechos para conseguir que podamos ir por la calle libres y tranquilas”, clama Helena.

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