Veneno y aerogeneradores amenazan la supervivencia del alimoche en España

La supervivencia en España del alimoche -una de las cuatro especies de buitre que anidan en la Península- está comprometida si no se frena su mortandad por envenenamiento y por colisión contra aerogeneradores, según se ha destacado en unas jornadas de aves necrófagas organizadas por la Junta de Andalucía.

“Solamente eliminando las dos principales causas de mortalidad en las áreas de cría: envenenamientos y colisiones con aerogeneradores, la población podrá crecer y persistir a largo plazo” destaca una de las conclusiones de estas jornadas, celebradas en Vejer de la Frontera (Cádiz) y a las que asistieron los principales estudiosos europeos de esta especie.

Estas conclusiones, a las que ha tenido acceso EFE, urgen a las administraciones a concentrar sus esfuerzos “en mitigar simultáneamente ambas causas” de mortalidad del alimoche y recuerdan el crucial papel de España para la supervivencia de esta ave carroñera pues alberga la mayor población europea de esta especie.

Los especialistas también han constado que el número de alimoches “sigue decreciendo” en la mayor parte de Europa, por lo que prevén su “desaparición inminente” en Italia y probablemente en los Balcanes.

España no sólo alberga la mayor población nidificante de esta especie en Europa sino, además, “la mejor conocida tanto a nivel científico y técnico”, según estos científicos.

En esta jornada se ha evidenciado “el contraste” entre las subpoblaciones de alimoche en España, pues mientras algunas aumentan, como las de la Comunidad Valenciana, Cataluña o Canarias, las de Extremadura y el País Vasco permanecen estables y la de Andalucía presenta “un declive muy acusado” y corre el riesgo de extinguirse como ave reproductora.

Se ha constatado que las regiones españolas donde el alimoche no presenta problemas de conservación son aquellas sin alta mortalidad por envenenamiento o por colisión con aerogeneradores y se han valorado actuaciones como las correcciones de apoyos eléctricos en Fuerteventura, para evitar electrocuciones, o el aumento del éxito reproductor en Vizcaya.

Los especialistas han advertido de nuevos problemas emergentes para esta especie, como las intoxicaciones por plomo, antibióticos y antiinflamatorios, que “a medio y largo plazo pueden tener importantes consecuencias a nivel demográfico sobre las poblaciones de alimoche y de otras aves necrófagas”.

Los expertos han analizado “la paradoja” del declive del alimoche en Andalucía, donde la población está “muy amenazada” pese a que esta comunidad autónoma mantiene una estrategia contra el veneno “muy eficaz” y ha “trabajado mucho” en la corrección de tendidos eléctricos, aunque admiten que no se han conseguido “avances importantes” frente a las muertes por colisiones en parques eólicos.

“La mortalidad por causas no naturales de la población adulta tiene un impacto tan grande sobre la dinámica poblacional que resulta imprescindible seguir trabajando muy intensamente y de forma paralela en los dos principales factores de mortalidad: el veneno y los aerogeneradores”, han aseverado.

Los participantes en este cónclave han valorado la mejora de la población andaluza de buitre negro, que ha permitido mejorar su nivel de amenaza de especie “en peligro” a “vulnerable” y estudiar su introducción fuera de Sierra Morena, en las sierras de Cádiz y Málaga, si se resuelven las actuales amenazas por veneno y parques eólicos

También se ha destacado el “éxito” del proyecto de reintroducción del quebrantahuesos en Andalucía porque, aunque sufrió un “momento crítico” en 2011 cuando una parte de los ejemplares liberados fueron hallados envenenados, gracias a acciones desarrolladas se ha podido retomar dicho proyecto y tras varios años sin ninguna baja, ha sido posible confirmar la primera pareja de quebrantahuesos nidificante en Andalucía, medio siglo después de la desaparición de esta especie.

Respecto al milano real, los expertos han señalado la “importante” carencia de información sobre esta especie, “actualmente relegada” al Espacio Natural de Doñana tras haber desaparecido de su antigua área de distribución. Alfredo Martínez