Greenpeace monta un cuadro de basura gigante en el mar como denuncia de los vertidos al Mediterráneo
Botellas gigantes. Vasos de plástico enormes. Tapones y pajitas. Utensilios comunes a escala colosal. Todo flotando en la costa balear para visibilizar cómo la basura de lo cotidiano termina en las aguas del mar. La organización ecologista Greenpeace ha desplegado este lunes un cuadro de desperdicios para señalar la marea de plástico que llega cada día al Mediterráneo.
Antes del alba, un dispositivo de activistas y embarcaciones ligeras han partido del buque Rainbow Warrior para desplegar lemas y objetos en aguas cercanas a Mallorca. Una pequeña flotilla alrededor del gran barco insignia para colocar y controlar una decena de enormes hinchables que se han empeñado en desplazarse según les daba el viento.
El mensaje que ha perseguido la acción es sencillo: “Menos plástico, más Mediterráneo” y se coloca a la estela del Día Mundial de los Océanos y la Conferencia de Naciones Unidas sobre el mar que ha tenido lugar en Nueva York.
El comportamiento de los objetos, unos modelos fotográficos bastante rebeldes, ha ilustrado claramente la dinámica de la basura: se desplaza libre y al albur de las corrientes y el viento colonizando latitudes alejadas miles de kilómetros del punto en el que entre al mar. Todos los mares de la Tierra están conectados por los desplazamientos de las masas de agua. La botella que cae en Valencia puede terminar al otro lado del Atlántico. Ya sea entera o diseminada en multitud de micropartículas.
Nota:
El enviado especial de eldiario.es ha sido invitado por la organización Greenpeace para cubrir informativamente la campaña Menos Plástico, más Mediterráneo a bordo de su buque Rainbow Warrior III.