Movilizaciones en todo el país exigen políticas públicas ambiciosas para combatir la violencia machista

Marta Borraz

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Como cada 25 de noviembre, Día Internacional contra la Violencia Machista, el movimiento feminista ha convocado decenas de manifestaciones y concentraciones en ciudades y pueblos del país para exigir políticas públicas que la combatan. Las movilizaciones en la calle están precedidas de una mañana con noticia en el ámbito político: todos los partidos, excepto Vox, que niega la existencia de esta violencia específica contra las mujeres, han suscrito un acuerdo para renovar el Pacto de Estado contra la Violencia de Género, que caduca en septiembre del año próximo.

En Madrid, pasados unos minutos de las 18.00 horas, la manifestación ha partido de la madrileña plaza de Cibeles, iluminada de morado. “No estamos todas, faltan las asesinadas” o “basta ya de justicia patriarcal” son algunos de los lemas que corean las manifestantes.

Charo lleva “unos cinco o seis años” viniendo. Asegura que antes no sabía que cada 25 de noviembre se celebra el Día Internacional contra la Violencia Machista, pero “conocer de cerca” la violencia de género y enterarse de que una amiga era víctima, le hizo movilizarse. “Desde entonces siempre salgo. Debemos intentar conservar lo que hemos logrado, que ha sido mucho, pero aún la igualdad entre mujeres y hombres, que es lo que defiende el feminismo, no se ha conseguido”.

Ella ha estado toda la mañana trabajando y se ha enterado “de refilón” del acuerdo al que han llegado los partidos para renovar el Pacto de Estado contra la Violencia de Género. Todos, excepto Vox. “No me sorprende, pero me preocupa mucho”, reconoce. “Al final lo que están consiguiendo es que en vez de mirar hacia el futuro, hacia lo que queda por lograr, estemos defendiendo lo que ya era un consenso”.

Concentraciones descentralizadas en los barrios

Como ya ocurriera en años anteriores, en Madrid la convocatoria se ha dividido en dos: por un lado, hay concentraciones descentralizadas en distintos barrios y pueblos vinculadas al 8M bajo el lema “Contra todas las violencias machistas: Recursos, educación y justicia feministas”; por otro, el Foro de Madrid contra la Violencia a las Mujeres es la convocante de la manifestación que ha partido de la plaza de Cibeles con “Hartas de las violencias machistas contra las mujeres: ¡soluciones YA!” como consigna principal.

Todas reclaman “acciones urgentes y decididas” contra todas las formas de violencia contra las mujeres; no solo en el ámbito de la pareja o expareja, también la violencia sexual, el acoso, la violencia económica o la violencia vicaria. Los datos disponibles desvelan que no es un hecho puntual o aislado, sino que la violencia forma parte de la vida de las mujeres: una de cada dos la han sufrido al menos una vez en su vida y solo en lo que va de 2021 se han registrado más de 12.000 denuncias por violencia sexual, dos cada hora.

Lo que diferencia a ambas movilizaciones, eso sí, es su posición con respecto a la prostitución y a la Ley Trans, que desató un duro conflicto entre los socios del Gobierno y en el seno del feminismo. El Foro de Mujeres, de hecho, pide en su manifiesto la retirada del proyecto y se posiciona contra la autodeterminación de género. Reclaman, además, una ley abolicionista de la prostitución.

Las concentraciones descentralizadas convocadas por la Plataforma 8M, por su parte, ponen el foco en la precariedad, la violencia económica o la crisis de cuidados y denuncian el racismo, se oponen a la Ley de Extranjería “que agudiza” la vulnerabilidad de las mujeres migrantes y acusan a la Comunidad de Madrid de “mirar para otro lado” ante la violencia machista, sostiene el manifiesto que han leído en numerosas plazas de la comunidad.

A poco más de un kilómetro de la Puerta del Sol, donde culmina la manifestación, la plaza de Lavapiés acoge una de estas concentraciones. “La calle y la noche también son nuestras”, o “contra el patriarcado y sus violencias, ahora y siempre autodefensa”, gritan las asistentes alrededor de una pancarta que reza “Contra las violencias machistas, respuestas transfeministas”. Poco antes, han coreado la letra de la performance El violador eres tú, creado por el colectivo chileno Lastesis.

Amparo es una de las vecinas del barrio que, aguanta el frío separada a escasos metros del grupo que lee el manifiesto. Ha bajado, dice, porque “tenemos que demostrar que somos más nosotras que ellos”, afirma en referencia al negacionismo que enarbola Vox. Cree, además, que hace falta una mayor visibilidad de las violencias que se dan fuera de la pareja o ex pareja: “Está en todos los ámbitos, en la calle, en la política, en el jefe hacia sus empleadas…”, reflexiona.

El feminismo en Madrid ha afrontado dividido el 25N, pero tampoco los partidos y sindicatos han coincidido: tanto CCOO como UGT de Madrid y el PSOE madrileño han acudido a la manifestación convocada por el Foro, mientras que representantes del Ministerio de Igualdad, entre ellas la ministra Irene Montero, o de Más País y Más Madrid se han dejado ver por las concentraciones descentralizadas. Las primeras en Vallecas, y estos últimos en Lavapiés.

“Si nos tocan a una, nos tocan a todas”

En Catalunya, la movilización más numerosa de entre las que se han convocado en decenas de localidades ha sido la de Barcelona, donde miles de personas se han manifestado en la noche de este jueves contra las violencias machistas con motivo del 25-N. La marcha ha recorrido el Passeig de Gràcia y ha sido convocada por el movimiento Novembre Feminista y Ca la Dona, y se han sumado otras entidades y partidos. Las manifestantes han clamado contra la “justicia patriarcal”, que “revictimiza” a las mujeres agredidas. “Si nos tocan a una, nos tocan a todas”, ha sido uno de los cánticos más repetidos. En Girona la marcha también ha realizado una ofrenda floral en recuerdo a las mujeres asesinadas.

Una hilera de antorchas iluminaba los nombres de todas y cada una de las mujeres que, mes a mes, han sido asesinadas en este año 2021 por sus parejas o exparejas. Ellas han sido las principales recordadas en la manifestación que ha recorrido las calles del centro de Córdoba.

“Ni una más; ni una menos”, “Vivas nos queremos”, “No han muerto, son asesinadas” eran algunos de los lemas coreados entre las más de 4.000 personas que, según estimaciones de la Policía Local, han participado en la manifestación organizada por la Plataforma Cordobesa contra la Violencia a las Mujeres.

En la marcha, que ha partido de la Glorieta de Cruz Roja y finalizaba a las puertas del Ayuntamiento con la lectura de un manifiesto contra las violencias machistas, jóvenes con cánticos por el feminismo, hombres y mujeres de edad adulta caminando por la igualdad y niños acompañando a sus familias se han mezclado desde la cabeza a la cola de la manifestación, jalonada de pancartas contra el machismo, por la igualdad real y contra todo tipo de violencia de género.

“Es importante que los hombres estemos hoy aquí”, decía uno de ellos, mientras a su lado varias mujeres portaban pancartas con un lema claro: “Trabajar la igualdad para construir un mundo sin violencias machistas”.

Por su parte, el Moviment Feminista de València ha exigido en una manifestación que se reconozcan todas las violencias que sufren las mujeres y han denunciado estar “hartas” de que no se dote de recursos y servicios necesarios las leyes de igualdad y contra la violencia machista.

Desde la céntrica Porta de la Mar, iluminada de violeta por el 25N, la marcha ha salido a ritmo de batukada pasadas las siete de la tarde con una pancarta de cabecera que decía “Estamos hartas de todas las violencias machistas”, portada por mujeres que han sido víctimas de la violencia de género ataviadas con petos morados y pegatinas con el lema en valenciano (#Fartes), para dirigirse por las calles Colón, Xàtiva, Marqués de Sotelo y finalmente la plaza del Ayuntamiento.

La manifestación en Toledo solo reunió a pocos centenares de personas puesto que hubo dos convocatorias diferenciadas, entre la Plataforma 8M y la Concejalía de Igualdad del Ayuntamiento. De este modo, dos grupos de personas se dividieron entre una marcha y una manifestación, ambas recorriendo el camino entre la Vega y Zocodover.

“Nos faltan 60 hermanas más este 25 de noviembre porque alguien, un hombre, decidió arrebatarles la vida”, recalcaba el manifiesto que clamaba contra la prostitución y exigía una mejor educación con perspectiva de género. “Estamos aquí un 25 de noviembre más para exigir acciones directas y para que el 25 de noviembre de 2022 no tengamos que venir aquí a decir exactamente lo mismo”. La Plataforma realizó una lectura de todas las mujeres, niñas y niños víctimas mortales de la violencia machista en 2021.

En Zaragoza, la concentración en la Plaza España de Zaragoza ha empezado con el discurso de una representante de la Coordinadora de Organizaciones Feministas de la ciudad, que ha dado paso a “¿Qué pasaría si?”: una serie de preguntas y respuestas sobre el control en las relaciones de pareja, las denuncias falsas, la brecha salarial o la importancia de los cuidados, entre otros temas.

En una plaza de España menos concurrida que en otras ocasiones se ha gritado el “nos queremos vivas” y también lemas por la abolición de la prostitución. El acto ha concluido con la lectura del manifiesto y la esperanza de “no volvernos a concentrar durante este año porque hayan asesinado a una mujer en Zaragoza”.

En Santiago de Compostela. una multitudinaria manifestación salió de la Praza do 8 de marzo tras pancartas con lemas como 'Rebelión, desobediencia contra su violencia' y 'un maltratador no es un buen padre'. Al ritmo de tambores corearon mensajes como 'somos el grito de las que no tienen voz' y 'contra el patriarcado, feminismo organizado'.

En Murcia, cientos de mujeres comenzaron a recorrer la principal arteria de la ciudad, la Gran Vía, a las 19.30. Irene, del bloque de clase, y de 26 años, subraya que la pandemia ha arrojado a las mujeres “a los peores trabajos”, mientras que ha encerrado a otras mujeres “en casa con sus maltratadores”. “Vivas, libres y sin miedo!”, era uno de los lemas que se han escuchado.

La diferencia de edades entre las manifestantes de Bilbao ha mostrado que la lucha contra la violencia machista no tiene edad. María Luisa, Merche y Karmele llevan varias décadas luchando por los derechos de las mujeres porque por mucho que hayan conseguido algunos derechos, la violencia contra las mujeres sigue afectando a todas. “Desde el movimiento feminista hemos conseguido que las instituciones acepten muchos planteamientos nuestros y eso es una conquista, pero las instituciones siempre se apropian para descafeinar y quitarles su esencia, por eso debemos seguir ahí”, asegura Karmele. Según María Luisa, si se compara con años anteriores, “en la sociedad se puede llegar a notar cierta regresión” en cuanto a los derechos de las mujeres, algo que, según lamenta “el postureo institucional que se tiñe de lila una vez al año y luego no lucha por nuestros derechos, no ayuda”.