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La pelea por la financiación educativa pone en peligro medidas sobre el número de alumnos, la escuela laica y los centros concertados

Niños en un aula. Foto de archivo.

Laura Galaup

La financiación era una de las líneas rojas del pacto educativo para Unidos Podemos y PSOE. Y así lo ha reivindicado este lunes Pedro Sánchez al anunciar que los socialistas se levantarán de las negociaciones si el Partido Popular no se compromete este martes en la subcomisión parlamentaria a destinar el 5% del PIB al sistema educativo.

Los socialistas abogan una inversión anual de 1.500 millones más hasta 2020 para alcanzar esa meta y los populares reducen la propuesta a 625 millones más, para alcanzar en 2025 un incremento de 5.000 millones de euros.

Actualmente se encuentra en el 4% y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, prevé reducir en dos décimas el porcentaje actual, según el proyecto presupuestario que envió el Gobierno a Bruselas. Si finalmente el PSOE se levanta debido a la negativa del PP a aumentar su previsión de suelo de gasto, el resto de cuestiones que se acordaron debatir en el pacto pasan directamente a la zona de riesgo. Los grupos políticos decidieron que estos debates sentasen las bases de una nueva ley que sustituyese a la Lomce.

El guión del pacto se dividió en quince puntos para abordar así la mayor parte de ámbitos de la educación no universitaria. Además de temas polémicos como el MIR para profesores, el papel de la red concertada o la laicidad en las aulas, este documento también incluye temas esenciales para el futuro de la enseñanza, como la reducción del abandono educativo temprano, la educación especial, determinar el número de estudiantes por aula –la famosa ratio–, la estructura del Bachillerato, incluir la educación en igualdad en el currículum o determinar la participación de la comunidad educativa.

La portavoz de Educación del PSOE, Mari Luz Martínez Seijo, considera que sin la financiación suficiente estas medidas no se podrían desarrollar. Por eso, defiende que la inversión se vuelva a situar en el 5% del PIB porque ha sido el “máximo de financiación” en Educación alcanzado por nuestro país, se consiguió en 2009 y reseña que esa cantidad “es un referente de la recuperación” económica.

Alcanzar esa barrera de financiación supondría un incremento anual de 1.500 millones hasta 2020. “No vamos a seguir alimentando un pacto que no está centrado en reducir los recortes y potenciar una educación de calidad”, incide para justificar su negativa.

Unidos Podemos compartía objetivo de financiación con los socialistas y además proponían que de cara a 2024 la inversión en educación se situase en el 7% del PIB. Por su parte, Ciudadanos optó por un incremento de la inversión total de 6.200 millones de euros en 2020.

Estas tres proposiciones de financiación ya han sido votadas en la subcomisión. Ninguna de ellas ha conseguido salir adelante. Este martes se vota la propuesta del Partido Popular. Los populares optan “por una inversión inicial hasta el año 2025 de 5.000 millones de euros”, una cantidad que los tres principales partidos de la oposición consideran insuficiente.

Negociaciones sin transparencia

Las informaciones relativas a la subcomisión han salido a cuentagotas. Los grupos acordaron que no se filtrase documentación a periodistas y que ni los acuerdos ni las votaciones realizadas son públicas, solo Unidos Podemos protestó públicamente por este método de trabajo y presentó un escrito a la Mesa de la Comisión de Educación y Deporte del Congreso de los Diputados que las actas se difundiesen.

El grupo confederal y el PSOE han manifestado acuerdo en varios puntos de debate. Además de la relevancia de la financiación, coinciden en destacar el papel que tiene jugar la red pública en el futuro del sistema educativo, la financiación de colegios que segregan por sexos o impedir que la religión cuente en la nota media.

En las últimas sesiones se rechazó una de las propuestas del partido de Pablo Iglesias, relativo a denegar la financiación de centros que segregan por sexos. “Hay una serie de cuestiones que en este país tienen que estar superadas”, apuntó la diputada socialista sobre el papel de la religión en las escuelas. En relación a este asunto, Unidos Podemos sugirió que en la próxima normativa la religión “se trate en la asignatura de Historia como dogma”.

Acuerdo en educación de 0 a 3 años

Los cuatro partidos sí que han mostrado principio de acuerdo al plantear la cobertura estatal de la enseñanza de 0 a 3 años. Sobre esta cuestión, Unidos Podemos y PSOE abogaron por aumentar plazas en centros públicos, Ciudadanos abrió la puerta a concertarlas y el PP quiso “avanzar en la gratuidad progresiva”.

Por su parte, una de las propuestas que populares y Ciudadanos apoyan, y sobre la que el Gobierno ya está trabajando es el MIR educativo, planteado a debatir también en el pacto. Cuando el ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, anunció en enero que el Ejecutivo estaba trabajando en una propuesta de MIR, el partido de Albert Rivera reivindicó esa propuesta había sido una “una exigencia” de su formación“ y parte del acuerdo de investidura.

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