Pedro Sánchez ha pedido al Partido Popular “que se aclaren las acusaciones de corrupción”, así como “cualquier sombra de duda”. Estas han sido las declaraciones del presidente del Gobierno en Bruselas en medio de la crisis interna que vive el PP en relación con la supuesta comisión que cobró el hermano de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, de la empresa a la que su Gobierno adjudicó un contrato a dedo de 1,5 millones de euros.
Sánchez también ha apostado por ser “respetuosos con las crisis internas de los partidos políticos”, así como ha subrayado que lo “relevante” es que “se acaren las dudas sobre las acusaciones de corrupción que hay ahora mismo”.
Moncloa también se ha pronunciado de manera contundente. La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, ha dicho en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que “el principal partido de la oposición se encuentre en este momento con un espectáculo que tiene que ver con acusaciones de corrupción y espionaje daña seriamente la imagen de la democracia española y eso no es bueno para nuestro país y eso es lo que preocupa al Gobierno”.