Egipto apuesta por su patrimonio y recupera las estatuas de Amenhotep III como emblema de la grandeza del Antiguo Egipto

El reinado del faraón Amenhotep III se considera una de las etapas más prósperas del Antiguo Egipto. Durante su mandato se construyeron templos, esculturas y complejos monumentales que mostraban la estabilidad política y la riqueza artística del país. Este gobernante, perteneciente a la dinastía XVIII, fue representado con frecuencia en colosos y estatuas de gran tamaño que reflejaban la fuerza de la monarquía. Muchas de estas obras fueron trasladadas o retiradas con el paso de los siglos debido a los daños provocados por inundaciones del Nilo, la erosión y los movimientos sísmicos que alteraron el paisaje monumental.

En ese contexto, la recuperación de las figuras dedicadas a Amenhotep III adquiere valor como símbolo de continuidad cultural y de la capacidad moderna para rescatar piezas que durante siglos permanecieron fragmentadas bajo el terreno. Con ello se explican los esfuerzos que culminaron en la reciente reinstalación de sus representaciones en piedra en Luxor.

Luxor recuperó dos colosos tras más de veinte años de trabajo técnico

El Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto ha anunciado la reinstalación de dos estatuas colosales de alabastro del faraón Amenhotep III en su templo mortuorio de Luxor, tras un proceso de restauración iniciado en 1998. Estas esculturas, de entre 13,6 y 14,5 metros de altura, se alzan de nuevo junto a los Colosos de Memnón, en la orilla occidental del Nilo. El retorno de las piezas a su emplazamiento original culmina un trabajo de más de dos décadas en el marco del Proyecto de Conservación de los Colosos de Memnón y del Templo de Amenhotep III, considerado uno de los programas arqueológicos más complejos de Egipto.

La ceremonia de inauguración contó con la presencia del ministro de Turismo, Sherif Fathy, que viajó a Luxor para inspeccionar varios yacimientos arqueológicos. Durante el acto, el ministro describió la reinstalación como un logro para la preservación del patrimonio cultural y subrayó que el proyecto refuerza la cooperación entre Egipto y Alemania en materia arqueológica. Destacó también el esfuerzo de los equipos técnicos, encargados de mover y ensamblar bloques de varias toneladas.

Entre los participantes, el secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades, Mohamed Ismail Khaled, y la directora del proyecto, Hourig Sourouzian, recibieron un reconocimiento especial. Fathy entregó a Sourouzian un certificado y una réplica de una estatua de la diosa Sekhmet, símbolo de protección, en homenaje a sus años de trabajo en el yacimiento. El egiptólogo alemán Dietrich Raue explicó que la cooperación internacional permitió completar una de las restauraciones más extensas del país, ejecutada con métodos de documentación digital y materiales compatibles con la piedra original.

La restitución de las estatuas devolvió sentido al conjunto del templo

Las estatuas representan a Amenhotep III sentado en una pose de autoridad divina, con el tocado nemes, la Doble Corona del Alto y Bajo Egipto, falda real plisada, barba ceremonial y la tradicional cola de toro. Estos elementos reflejan los atributos de realeza y la concepción simbólica del faraón como mediador entre los dioses y la tierra. En la misma zona se localizaron más de 280 representaciones de Sekhmet, registradas y restauradas como parte del mismo programa de conservación.

El proyecto, iniciado en 1998, unió al Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, el Instituto Arqueológico Alemán de El Cairo, la Universidad Johannes Gutenberg de Mainz y el Fondo Mundial de Monumentos. A partir de 2006, los equipos realizaron limpieza, restauración y digitalización tridimensional, reensamblando centenares de fragmentos rescatados del limo y las aguas subterráneas. Estas tareas permitieron recuperar la estructura original del templo y restituir las bases de granito procedentes del museo al aire libre de Karnak.

La reinstalación en el Tercer Pilono del templo ha devuelto al conjunto su configuración original tras siglos de deterioro y fragmentación. Con ello se ha completado una fase esencial del plan de recuperación del patrimonio de Luxor, que también incluye la restauración del Primer Pilono del Ramesseum y la evaluación del estado de conservación de la tumba de la reina Nefertari. El avance de estas obras, por lo tanto, consolida la posición de Egipto como referente mundial en la conservación de monumentos antiguos.