Fin de semana para desconectar: tres escapadas rurales que puedes hacer en febrero de 2025
Tras una semana ardua de trabajo no hay mejor plan que internarse en la naturaleza: dejar atrás los ruidos y la tensión de la ciudad para bajar el ritmo en un entorno rural.
Febrero es un mes perfecto para realizar una escapada a la comarca de El Bierzo, en León; a la villa de montaña de Ezcaray, en La Rioja; y al pueblo con herencia judía de Hervás, situado en el norte de la provincia extremeña de Cáceres en el espectacular Valle de Ambroz.
El Bierzo
La comarca leonesa de El Bierzo, en los límites de Asturias y Galicia, se estructura alrededor del río Sil. A lo largo de su recorrido encontramos pueblos con arquitectura tradicional, viñedos y bosques. Cuenta con una superficie de 3.000 kilómetros y 38 municipios.
Esta comarca cuenta con dos Patrimonios de la Humanidad: el Camino de Santiago y Las Médulas, además de una Reserva Mundial de la Biosfera, los Ancares.
Todos estos lugares se pueden recorrer desde su capital, Ponferrada, una ciudad que cuenta con un pequeño casco histórico, un castillo templario y muchos locales para tapear. Si tienes la intención de internarte en algún museo puedes elegir entre el de la Radio Luis del Olmo, el del Ferrocarril o el Museo de la Energía o Fábrica de la Luz, situado a las afueras de la ciudad en la antigua central térmica.
Las Médulas fue la mayor mina a cielo abierto del Imperio Romano que ha dejado un paisaje muy singular. Necesitas medio día para hacer alguna de sus rutas y subir hasta el Mirador de Orellán, donde además de conseguir la icónica foto del lugar, es posible adentrarse en las galerías subterráneas para conocer bien el proceso de extracción del oro en la mina. Los puntos más interesantes de este paraje natural a los que acceder a través de una ruta son la Senda de la Cuevona, la de las Valiñas o la Perimetral.
Uno de los pueblos imperdibles de la comarca es Peñalba de Santiago, ubicado en medio de los Montes Aquilianos, salpicado de casas de piedra con tejado de pizarra, calles empedradas y una iglesia mozárabe del siglo X.
Ezcaray
Este pequeño pueblo riojano de 2.000 habitantes se encuentra en la parte alta del valle del río Oja. Esta famosa villa es, sobre todo, conocida por su popular estación de esquí de Valdezcaray, ubicada a 15 kilómetros del pueblo. Allí nos encontramos con 26 pistas para todos los niveles y un total de 22 kilómetros esquiables. La considerada como 'la Primera Villa Turística de La Rioja' está a tres cuartos de hora de Logroño y tres horas y media de Madrid.
El casco histórico de Ezcaray está poblado de arquitectura tradicional con fachadas de piedra que se van combinando con otras de color blanco y entramados de madera. Destaca la iglesia de Santa María la Mayor, de piedra de sillería rojiza en la que se identifican piezas románicas junto con elementos góticos y renacentistas.
También llaman la atención los palacios y casas solariegas del siglo XVI que se encuentran en el pueblo como el Palacio del Arzobispo Barroeta, el Palacio Ángel o la casa de los Condes de Torremúzquiz.
Estando a los pies de la sierra de la Demanda, es el lugar ideal para los amantes de la bicicleta y de rutas para andar. En la antigua estación de ferrocarril, se puede reponer fuerzas tomando un café en la terraza del restaurante y, a continuación, disponerse a recorrer los numerosos senderos y vías verdes de la zona.
Una de ellas, parte del paseo de la Estación hasta la Ermita Nuestra Señora de Allende, patrona de Ezcaray, que cuenta con una imagen de la virgen del siglo XIV así como una colección de ángeles plasmados en óleo.
Otra de las más populares para hacer trekking es la Ruta de los siete puentes, que nos permite ascender junto al río Usaya. Otras opciones son la Vía Verde del Oja por el camino que recorría el antiguo ferrocarril hasta Haro, pasando junto a la aldea de San Antón.
La gastronomía de pinchos y las famosas Mantas Ezquaray, elaboradas con lana de mohair, consiguen la cuadratura del círculo en la visita a esta villa tan especial.
Hervás
Hervás, un pueblo de no más de 4.000 habitantes situado entre los bellos valles de Jerte y Ambroz, en el norte de la provincia extremeña de Cáceres, cuenta con una de las juderías mejor conservadas de España. A lo largo de las estrechas calles, sinuosas y laberínticas, van apareciendo huellas de la herencia cultural judía. Las casas están arracimadas en torno a la iglesia de Santa María de Aguas Vivas, desde donde se avista un hermoso paisaje con la sierra de Béjar de fondo.
La judería es la parte más antigua de la población y se encuentra a orillas del río Ambroz, que se puede cruzar a través de un puente medieval y de piedra, conocido como el de la Fuente Chiquita. Su estructura medieval tiene reminiscencias árabes donde las casas están hechas en adobe, piedra y madera de castaño.
El edifico más importante es el palacio de los Dávila, hoy sede del museo Pérez Comendador-Leroux. Allí Pérez y su mujer, conocidos viajeros, muestran la obra de artistas extremeños contemporáneos. Otra joya de la localidad es el Museo de la Moto Clásica, un proyecto promovido por un vecino de Hervás enamorado del mundo de la motocicleta y que hace un recorrido por la evolución de las motos en España.
Desde Hervás se pueden emprender varias excursiones para respirar aire puro en el valle, como la que lleva a la cascada de La Chorrera, una maravilla natural que puede congelarse en invierno y cuyo punto de partida es el aparcamiento de la Presa del Horcajo. Otra destacada ruta se recorre en la Vía Verde-Camino Natural de la Plata que cuenta con un terreno perfecto, sin apenas desnivel.
A pocos kilómetros, también tenemos Baños de Montemayor, conocido por sus termas romanas; a unos 30 kilómetros, en el embalse de Gabriel y Galán; y también las ruinas romanas de Caparra. Todo en un espectacular Valle de Ambroz, atravesado por la Vía de la Plata.
0