El obispo de Córdoba, ante el 28F: “Oremos para que desaparezca la corrupción en la administración pública”
El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, ha emitido este jueves una carta pastoral a los católicos de su diócesis con motivo de la celebración el próximo 28 de febrero del Día de Andalucía y, en ella, pide orar “para que desaparezca la corrupción en la administración pública y en toda la sociedad”.
Según las palabras de la carta del obispo, “es una vergüenza que algunos aprovechen su puesto de servicio para enriquecerse robando del dinero de todos, cuando hay tantos pobres”. Y siguiendo su petición de oración con motivo del 28F, pide a los católicos rezar “para que no prevalezca la mentira, el engaño, la trampa y el embuste”.
En ese sentido, invita a orar “para que construyamos entre todos un mundo mejor. Andalucía tiene muchos recursos, sobre todo sus gentes abiertas, alegres y acogedoras. Es la tierra de María Santísima”. Y aporta para ello una definición sobre Andalucía: “es lo más grande de España, y debemos entre todos dignificarla con nuestra aportación ciudadana”.
La carta pastoral de Demetrio Fernández arranca señalando que “el amor a la patria nos lo manda el cuarto mandamiento de la ley de Dios” y señalando a los católicos de la diócesis cordobesa que “nuestra patria es España y nuestra tierra Andalucía, lo más grande de España”.
“El estado favorece todo lo que va contra Dios”
En su misiva tiene lugar también para criticar que la religión católica está siendo relegada, en su opinión y acusa a los políticos creyentes de dejar en un segundo plano sus convicciones religiosas en sus tareas públicas. “Nuestra Constitución consagra un Estado aconfesional, donde ninguna religión es oficial”, señala Fernández. “Ahora bien, lo que me sorprende es que de un Estado aconfesional se favorezca todo lo que va contra Dios o contra la religión católica. Me alegro de que otras religiones sean delicadamente respetadas, pero los católicos en España y en Andalucía no somos una minoría étnica, sino el 92% de la población. Aquí pasa algo raro”, asegura el obispo.
Y en ese sentido, Fernández propone si “no seríamos capaces de asumir una laicidad positiva, que considere la religión como un bien social” e “invita a los políticos a que tengan en cuenta esto, porque incluso los que son católicos y practicantes, llegados al campo de la política, prefieren dejar a un lado sus convicciones para mantenerse en una neutralidad que ofende a la inmensa mayoría de la población”.
El obispo de Córdoba abunda en ese sentido en su carta pastoral para decir que “a veces parece que la única religión no respetable sea la católica, la de la inmensa mayoría de nuestro pueblo”. Y añade: “No basta con tener procesiones (ahora llega la Semana Santa), es preciso que la fe de un pueblo empape todas las estructuras, aún dentro de un Estado aconfesional”.
