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Juan Manuel Moreno se sacude la etiqueta de la derecha

Moreno propone que 5.000 trabajadores públicos faciliten la creación de empresas

Olga Granado

El candidato del PP-A a la presidencia de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, también busca hueco por encima de las ideologías y más allá de la división entre izquierda y derecha (una tesis que ha hecho suya Podemos), o por lo menos eso ha dejado claro en la conferencia que ha pronunciado este jueves en Sevilla en el marco del Forum Europa. De hecho, ha incidido en que en Andalucía “sobra ideología y faltan ideas nuevas”. O su variante: “En Andalucía sobra ideología y falta sentido común”. Un mensaje que ha repetido hasta en cinco ocasiones. En su opinión, el PP-A es “la única alternativa fiable frente a un cóctel de partidos de izquierda inestables”. Para insistir: “Que nadie se equivoque ni caiga en la trampa. No se trata de derecha ni de izquierda, sino de quién es capaz de diseñar un futuro para Andalucía”. En todo caso, “sea cual sea el resultado” de las elecciones autonómicas del 22 de marzo, ha garantizado que no se irá de Andalucía.

Con ello, cuando falta una semana para que empiece la campaña, ha presentado a los populares como los que pueden ofrecer ese “camino centrado” que se hace “necesario” para “mejorar la calidad de vida de los andaluces y las oportunidades de futuro para ellos”. En todo caso, ha reconocido que no tiene “soluciones mágicas ni inmediatas”, pero sí puede ofrecer diálogo y llega con un programa que “no es fruto de ocurrencias”, sino de los contactos mantenidos “todo este tiempo” con los andaluces. “Nadie, por mucho respaldo que tenga en las urnas, puede tener todas las respuestas para Andalucía (...). Ni tampoco que ganar le suponga un visado para no escuchar ya a los ciudadanos durante toda la legislatura”, ha recalcado.

En ese programa se incluye la reducción a la mitad los plazos para abrir un negocio en Andalucía y una reforma fiscal “que deje por lo menos 400 euros anuales más en manos de los andaluces para incentivar el consumo” y elimine el “impuesto injusto de sucesiones y donaciones que está empobreciendo nuestra tierra”. También ha prometido una auditoría de las cuentas de la Junta de Andalucía y convocar una cumbre de alcaldes para tratar sus problemas, tras enumerar varios proyectos bloqueados. “¿Cómo nos podemos fiar de una candidata [en referencia a Susana Díaz] que abre de par en par las puertas de su despacho a los miembros de su partido pero le da un portazo en las narices en los legítimos representantes de los ciudadanos?”, se ha preguntado. Y en paralelo ha reiterado otras promesas que ya ha hecho, como poner a 5.000 empleados públicos, “que ya existen”, a trabajar en red “en la misma dirección” para generar empleo o el plan renove para el campo. Y otra promesa: “Cuando yo sea presidente, habrá bastante menos político en la administración y mucho más profesionales”.

En el turno de preguntas, ha hablado de la decisión de la Radio Televisión de Andalucía (RTVA) de dejar fuera de su programa de cobertura de la campaña un cara a cara de él con Susana Díaz, lo que ha calificado de “vergonzoso”. Igual que ha recriminado que el PSOE-A esté “buscando excusas” -con el recurso puesto en la Junta Electoral de Andalucía- para tampoco estar en el cara a cara que ha propuesto TVE. “Estoy convencido de que finalmente no habrá cara a cara porque ella no quiere”, ha remarcado, convencido de que es por “miedo” y no porque la líder del PSOE-A lo esté ninguneando.

Sobre los servicios públicos, ha criticado su “decadencia” en Andalucía. Ha puesto el ejemplo de la sanidad, “con esperas de hasta 30 horas en urgencias”. Pero también ha bajado a la concreción. “Nunca voy a privatizar hospitales. Que eso quede claro”, ha asegurado cuando se le ha preguntado por qué haría con el antiguo hospital militar de Sevilla -que lleva años cerrado- si bien ha apostado por buscar “fórmulas de colaboración” para una sanidad más eficiente. Sobre educación, ha sugerido que negociará un pacto para que “se implante un modelo sostenible en el tiempo y que no cambie si hay variación en el gobierno”. Mientras que en referencia a la dependencia ha considerado que se está haciendo “mucha demagogia” porque cuando él era secretario de Estado de Asuntos Sociales firmaba “puntualmente” la financiación para este servicio. “Hay que agilizarla, facilitarla y mejorarla”, ha convenido en referencia a la Ley de Dependencia.

“Es imposible no hablar de corrupción en Andalucía. (...) Llevo 11 meses de presidente del PP-A y no ha habido una sola semana en la que haya abierto un periódico y no me haya encontrado con un caso”, ha proseguido. De hecho, pese a que ve necesario hablar de propuestas y no sólo de este asunto, tampoco quiere que se baje la guardia sobre un hecho: “La corrupción ha frenado el desarrollo de Andalucía”. 

“No tengo ni la sombra ni la tutela de Javier Arenas”

También se le ha preguntado por la tutela de Javier Arenas, que ha negado que exista. “Sombras tengo muy pocas. La única, la de mi mujer, que pocas veces me acompaña. (...) La miro y me pone nervioso, lo que no consigue ni Mariano Rajoy”, ha bromeado en referencia a la influencia que en Andalucía todavía tiene el que fuera candidato del PP-A en 2012, y por el que ha mostrado “un profundo respeto y admiración”. Ha insistido en que “no ve ahora a Javier Arenas con interés en estar en un gobierno” con él -“tiene otros intereses políticos”- cuando se le ha interrogado sobre esta posibilidad.

No se ha atrevido a dar cifras sobre cuántos escaños espera porque el “escenario es diferente” y no se puede comparar con hace unos años. Pero ha repetido una y otra vez que si gana, “aunque sea por un voto”, será presidente, obviando la posibilidad de un pacto que lo deje fuera de la investidura. Luego sí ha apuntado que no le “extrañaría nada que Susana Díaz le abriera las puertas del Parlamento de Andalucía a una fuerza como Podemos para mantenerse en el poder”.

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