El ‘escrache fantasma’ a la madre de la diputada
¿Sufrió un escrache la madre de la parlamentaria por Granada del PP Concha de Santa Ana? Si fue así, es un argumento a favor de quienes critican esta forma de protesta por suponer un acoso que va más allá de la política, ya que se hubiera tratado de un ataque a los dirigentes del PP a través de sus familiares. Si no, será un argumento de quienes acusan al partido en el Gobierno de estar aprovechando los escraches para desplazar el centro del debate de los desahucios y convertirse en víctima.
Los hechos se remontan al pasado 9 de abril. Ese día, Stop Desahucios de Granada había convocado una concentración a las 18.00 de la tarde frente a la sede provincial del PP, en la calle Aben Humeya. Acudieron 25 personas que permanecieron frente a la persiana echada –con los trabajadores y militantes populares dentro– defendiendo el apoyo a la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). El apoyo a la concentración, que algunos “indignados” definían como escrache y otros no, no había sido unánime en el Movimiento 15M de Granada los días previos.
Hacia las 19.30, la manifestación se disolvió y cada uno tomó su camino. En la calle paralela, la concurrida San Antón, la Policía Nacional, que avisada por el propio PP había estado vigilando la concentración, identificó a 10 personas. Stop Desahucios lamentó las identificaciones a posteriori, aunque la Policía las defiende como una manera de evitar incidentes durante concentraciones donde los ánimos están caldeados. En cualquier caso, es la rutina de costumbre para este tipo de protestas.
El problema viene justo después. Según el Partido Popular, que emitió un comunicado al día siguiente, cuando la manifestación principal se disolvió, parte de los concentrados se dirigieron a la vecina calle Nueva de San Antón, donde tiene su residencia la madre de la diputada nacional Concha de Santa Ana. Supuestamente, los miembros de Stop Desahucios creían que era la residencia de la propia parlamentaria e improvisaron un escrache que afectó al portal, a la madre y a otro familiar que estaba con ella en la casa en ese momento.
Sin embargo, estas acusaciones quedan matizadas por el acta de la Policía Nacional, y el desmentido que una semana después ha lanzado Stop Desahucios, a quienes la acusación de los populares pilló fuera de juego. La Policía sólo recoge una manifestación ante la sede del PP e identificaciones a 10 personas participantes en esta. Certifica que hubo un grupo de menos de una docena de personas que se detuvieron en Nueva de San Antón, a los que los agentes ni siquiera se acercaron, y que esa nueva supuesta concentración duró menos de 20 minutos. No la califica como escrache. De hecho, las habituales pegatinas con los eslóganes “Si se puede” no aparecieron por ninguna parte de la calle, ni tampoco en la sede del PP.
Stop Desahucios, por su parte, niega la mayor. Recuerda que las mismas versiones policiales recogidas por los medios en los días posteriores hablan de que no hubo alteraciones del orden público y recuerdan, además, que la calle Nueva de San Antón atraviesa en perpendicular Aben Humeya y la comunica con la calle San Antón, donde se produjeron las identificaciones de la Policía, y que bien pudo tratarse de otro grupo de manifestantes de paso. En cualquier caso, niegan el escrache contra dirigentes del PP.
Una serie de contradicciones que pueden explicarse también por la división dentro del 15M granadino alrededor del apoyo a este tipo de protestas. Ya que en la provincia no existe formalmente agrupación de la PAH, Stop Desahucios ha asumido muchas de sus reivindicaciones, pero en las diferentes asambleas no hay acuerdo, y si no hay cierta unanimidad, nada se aprueba. Así, los escraches improvisados por elementos en desacuerdo no son descartables, pero todos los participantes en la concentración del 9 de abril los descartan, y más siguiendo la descripción del comunicado del PP, que hablaba de situaciones de “acoso”.
El comunicado de Stop Desahucios Granada finaliza con un aviso: “creemos que el hecho de que los políticos intenten presentarse como las víctimas en el contexto que vivimos, sólo creará aún más indignación en los que verdaderamente sufren la crisis”.
