María Salmerón: “Si tengo que vender un riñón para pagar a mi maltratador y no entrar en la cárcel, lo vendo”

María Salmerón atiende a los periodistas este viernes en Sevilla.

Fermín Cabanillas

Sevilla —

María Salmerón, una mujer sevillana de 50 años de edad, tendría que entrar en prisión este viernes por no permitir que su exmarido haya visitado regularmente a la hija de ambos, que ahora tiene 15 años. En todo caso, todavía caben dos recursos, por lo que no ingresará de momento. Una sentencia anterior la condenó al pago de 6.000 euros de indemnización, multa a la que no ha podido hace frente, y esa multa, más los intereses que ha generado, ha provocado que tenga antecedentes penales, y ahora tenga que cumplir una pena de siete meses de prisión. Son muchas las voces que se han alzado pidiendo su indulto.

Su exmarido fue condenado a 21 meses de prisión por los malos tratos físicos, psicológicos y sexuales que le infligió, condena que no tuvo que cumplir por se menos de dos años y sin antecedentes.

El escrito del juzgado señala la fecha de este viernes como de “ingreso voluntario en prisión”, aunque matiza que la resolución “no es firme y frente a ella procede apelación”.

Un asunto que ha provocado varias reacciones, como la del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que ha reclamado al Gobierno en funciones el indulto de Salmerón al comienzo de una rueda de prensa en el Congreso después de entrevistarse con el líder de Ciudadanos, Albert Rivera.

Su abogado, Estanislao López, se agarra a una errata en el auto para ganar tiempo, aunque son ya tres sentencias en contra las que esta mujer tiene en su expediente por sucesos similares.

María Salmerón supo en la mañana de este jueves que, al menos la visita al juzgado, la tiene que hacer obligatoriamente. Allí le dirán cuál es su destino. Se cita con los periodistas, “para atenderos a todos a la vez, porque si no me volveré loca”, en un aparcamiento cerca de su casa, en la avenida de Montequinto, cerca de la ciudad deportiva del Sevilla FC. Se disculpa por llegar diez minutos tarde, saluda a cada informador por su nombre, recordando la conversación con ellos la misma mañana, e intenta resumir su historia lo mejor posible. 

¿Por qué ha llegado a esta situación?

Yo lo único que puedo decir es que he cumplido en todo momento con los deseos de mi hija de no ver a su padre. Incluso él tuvo la custodia de la niña durante año y medio y la niña volvió conmigo, así que no será tan buen padre. Lo único que espero es que esto no afecte a mi hija, que está en plena época de exámenes y ha sufrido mucho.

Y usted, ¿cómo se siente a horas de poder entrar en prisión?

Muy mal. Muy cansada. El lunes me dijo mi abogado que había recibido el escrito, y ahora sólo pienso en que tengo que ir a la cárcel si no se tiene en cuenta el escrito de mi abogado. Yo, lo único que he hecho es cumplir siempre con la voluntad de la niña. Ahora mismo es como si me hubiese pasado por encima una manada de elefantes.

¿Por qué no pagó la multa de 6.000 euros impuesta en su día?

Simplemente porque no pude. No tuve dinero para pagarla ni lo tengo ahora. Lo único que puedo hacer es vender un riñón, así que si alguien lo necesita, ahora que estoy viva y sana, que lo coja, y podré pagar la multa. Ya que no estoy muerta ni enterrada me voy a quitar un trozo de mi cuerpo para pagarle la multa a mi maltratador, y así no entrar en prisión.

¿Considera un agravio que su exmarido no haya entrado en prisión a pesar de su condena de malos tratos, y usted esté a punto de hacerlo?

Es algo que no entiendo, y lo que le pido a todos los políticos que ahora están pactando para llegar al Gobierno es que consideren la violencia machista como algo prioritario, igual que si fuese terrorismo yihadista. Sólo así se podrán comenzar a solucionar algunas cosas.

¿Le preocupa que su hija quede desprotegida si entra en prisión?

Supongo que se quedaría con su abuela, pero es algo en lo que parece que nadie ha pensado ni se tiene en cuenta. Mi abogado presentó, con la Ley nueva del Código Penal, una petición de la revisión de la condena, y la señora jueza no me la quiere dar porque no le he pagado a mi maltratador. Con este tema están pasando muchas cosas que no se entienden. Incluso el Colegio de abogados debería investigar si los que me han defendido antes lo han hecho bien. No entiendo la situación ni qué interés hay detrás, pero está claro que hay alguien que me quiere ver dentro de prisión, y no quieren revisar lo que se ha hecho mal para solucionar este caso. Está claro que algo no ha funcionado, y la víctima ha pasado, en este caso, a ser el maltratador. Ese es el mensaje que se está dando a la sociedad.

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