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ENTREVISTA Marcos Cao, cantante de La Sonrisa de Julia

“Las discográficas ya no tienen el poder en la industria musical, ahora todo está gobernado por algoritmos y visitas”

El grupo La Sonrisa de Julia al completo.

Héctor García Alonso

Santander —

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La Sonrisa de Julia es una banda de rock-pop con una filosofía clara: mantenerse leal a los valores que ellos consideran correctos y fundamentarse en las relaciones humanas para transmitir su música al resto. Así lo llevan haciendo durante más de veinte años, pese a los altibajos que han sufrido en su carrera y el cambio de enfoque que le han dado al grupo, el cual frenó en más de una ocasión su actividad, pero que siempre ha logrado recomponerse. Durante todo este tiempo, la banda ha sufrido más de una baja, entre idas y venidas de personas que han ido abandonando el grupo, aunque también se han incorporado nuevos perfiles para continuar con su legado. Aun así, sus integrantes han sabido encauzar el rumbo del proyecto para reunirse en tributo a sus dos décadas de acción y música desenfrenada. Por ello, la banda celebrará la ocasión mediante una gira conmemorativa a nivel nacional, con un toque nostálgico, puesto que estará protagonizada por sus cuatro integrantes originales.

Marcos Cao, cantante y componente de la banda desde sus comienzos en 2003, ha llevado a cabo desde entonces múltiples proyectos tanto a nivel personal como en paralelo a La Sonrisa de Julia. En vísperas del comienzo de la gira, Cao comenta los aspectos que llevaron al grupo a volver a reunirse y a separarse en primera instancia, así como los diferentes planteamientos que han barajado para sus futuros proyectos.

Llevan tocando veinte años. ¿Qué ha cambiado desde sus comienzos?

Ha cambiado todo desde varias perspectivas. Por un lado, ha cambiado la industria musical muchísimo. Cuando nosotros empezamos no existían las webs de los grupos ni la música digitalizada. Hemos pasado de que tengan el poder unas multinacionales, a que lo tengan otro tipo de multinacionales que basan su poder en los algoritmos y visitas. Personalmente, me parece que es mucho más poderosa esta última, a las discográficas se las podía combatir de alguna manera, pero al algoritmo nadie desea combatirlo.

Hemos pasado de que tengan el poder las discográficas, a que le tengan multinacionales que basan su poder en los algoritmos y visitas. Es peligroso porque a las discográficas se las podía combatir de alguna manera, pero al algoritmo nadie desea combatirlo

Por otro lado, a nivel personal, hemos cambiado mucho también. De estar en los veinte a los cuarenta hay una diferencia abismal, tanto a nivel vital como personal. Yo vivía en Madrid, ahora vivo en Cantabria, tengo familia e hijos. Con el tiempo cambia tu relación con la música. Admiro mucho la vitalidad de los más jóvenes, pero también comprendo que tienen un estrés y una ansiedad de estar jugándote la carrera musical que nosotros ya no tenemos. Nosotros aspiramos a juntarnos y tocar cada vez mejor, disfrutamos de unirnos y dejarnos llevar haciendo lo que mejor sabemos hacer. Nuestra meta es cada ensayo y cada concierto. Con la edad cambia tu manera de ver la música.

¿Cómo les surgió la idea de la gira del veinte aniversario? ¿Es algo que ya tenían pensado o surgió repentinamente?

No es algo que surja de repente, sabíamos que se acercaba un año importante como es 2024, que marca veinte años desde la publicación de nuestro primer disco. Nos planteábamos cuando nos reuníamos si hacer algo o no, la decisión estaba en espera hasta saber si podríamos juntar la banda raíz de La Sonrisa de Julia, con la que hemos podido tocar tantos años y que mejor fluye, con Juan Díaz Terán, Mario de Inocencio, Raúl Delgado y yo. Hasta que no supimos que los cuatro queríamos y podíamos emprender este viaje juntos otra vez no dimos el paso. Tuvimos una llamada de nuestro mánager Íñigo Argomaniz, de la oficina que nos llevó en los inicios donde publicamos nuestros primeros discos. Íñigo nos animó y nos apoyó en todo momento, quería que se juntase toda la familia, y ese fue el espaldarazo final para hacerlo con la banda de siempre y la oficina de siempre. Hacía muchos años que no trabajábamos juntos por la falta de tiempo. Son una serie de conciertos exclusivos para juntarse con seguidores, que también lo estaban echando de menos, para demostrar que seguimos en forma y para pasárnoslo bien.

El primer concierto es en Vigo, antes de visitar grandes ciudades como Barcelona o Madrid. ¿Qué esperan de él después de tanto tiempo? ¿Tienen ganas de subirse ya a los escenarios?

La verdad es que tenemos muchísimas ganas, porque los ensayos han sido increíbles. Solo somos cuatro, pero la cantidad no es tan importante, sino la relación personal y musical entre esos los cuatro. Estamos listos. Galicia es importante por distintos motivos, mi familia es gallega por parte de madre, tenemos muchos lazos. Al ser el primero va a ser increíble, conocemos a gente de otros sitios que va a ir a Vigo solo por ser el primero. Para el resto hemos escogido pocas ciudades, pero importantes, para que puedan ir a vernos sin desplazarse mucho quien quiera. Terminamos en Cantabria, como no podía ser de otra forma. Va a haber algunos conciertos más que nos están surgiendo ahora, pero pocos porque tenemos la agenda ocupada. Nosotros lo que queremos es centrarnos en esta gira, que va a ser impresionante desde el primer acorde.

Y respecto a los seguidores, ¿qué esperan de ellos?

Sobre todo el encuentro con la gente. La Sonrisa de Julia no es el grupo que más seguidores tiene, pero cada seguidor tiene una calidad increíble. La gente que viene a un concierto nuestro por primera vez alucina de cómo se comporta el público, cantando cuando hay que cantar y en silencio cuando hay que estar en silencio. Es lo que más nos excita de todo, la relación con el público. En Santander, esa sensación se multiplica por diez.

Hace poco publicaron el sencillo 'Para Siempre', con un videoclip en blanco y negro y sonido suave, que podría recordar a sus inicios. ¿Cómo ha sido la acogida? ¿Les impulsa a continuar sacando música?

Sí, es la primera vez que nos hemos puesto a trabajar desde hace tiempo, aunque nunca hemos dejado de trabajar compositivamente. Esta canción nos recordaba al primer single que sacamos en 2004, 'Llevo tu voz', que nos cambió la vida. Nos pareció buena idea, veinte años después, publicar un tema que recordase a los inicios, pero incorporando todas las cosas que hemos ido aprendiendo por el camino. Está hecho para celebrar el veinte aniversario. Respecto al videoclip, cuando hemos vuelto a activar nuestras redes sociales, nos hemos dado cuenta de que no nos apetece hacer vídeos que no tengan que ver con nosotros tocando. Creemos en nuestro directo y sabemos lo que queremos hacer, no somos una empresa audiovisual, lo que más nos gusta es tocar. Hoy en día, parece que la música es solo un granito de arena dentro de un proyecto musical. Nosotros somos una banda de pop-rock y por encima de todo somos músicos, que nadie espere que hagamos un trabajo en redes sociales contando nuestra vida.

Hoy en día, parece que la música es solo un granito de arena dentro de un proyecto musical. Nosotros somos una banda de pop-rock y por encima de todo somos músicos, que nadie espere que hagamos un trabajo en redes sociales contando nuestra vida

No vamos a mostrar cualquier otra cosa que no sea nosotros tocando en algún ámbito. Ahora con la gira, centramos nuestro trabajo audiovisual en que somos músicos, con vídeos nuestros tocando, en el backstage y en el escenario. Queremos dar esa imagen por encima de toda esta invasión de contenido constante en las bandas y que no tiene nada que ver con la música. Intentamos llevar esa ética en nuestra cabeza, no queremos llenar las redes de cosas sin valor. Hay que ser ecológicos con el contenido digital.

Hábleme del proyecto 'Billy Boom Band'. ¿Cómo se está desarrollando esa iniciativa en paralelo a La Sonrisa de Julia?

Billy boom Band funciona solo, marcha muy bien desde el principio. La idea surgió cuando nacieron mis hijos, en ese entonces empezamos a grabar canciones para niños, porque detectamos que había ausencia de música con arreglos y composiciones interesantes que fuesen orientadas a niños, pero que también pudiesen disfrutar los padres. Hicimos un disco para nuestros hijos y sus amigos, pero se abrió camino solo y con el tiempo. Hemos ido a múltiples países a tocar. De hecho, hemos tocado hasta en China. Por eso creo que el proyecto funciona solo. Después de este verano publicaremos el disco recopilatorio en directo, si tenemos tiempo, en el que se muestre cómo es la banda por dentro y su directo, que es lo más importante. Sobre todo trataremos de representar lo que ocurre con el público en el directo, para que alguien que no haya estado no se lo pierda. Realmente el proyecto tira de nosotros más de lo que nosotros tiramos de él.

Todo comenzó en 2003, cuando ganaron el concurso musical 'Rock Villa de Madrid' y, posteriormente, fueron a Rumanía como premio, además de la posibilidad de grabar un disco compartido. ¿Qué cree que habría sido de la banda si hubiesen dejado pasar esa oportunidad?

Yo creo que fue muy relevante a nivel de experiencia. Éramos un grupo sin disco, en ese momento o tenías disco o no tenías nada, así que nos ayudó. Ganar el evento nos puso en el punto de mira porque era un concurso a nivel nacional, con casi doscientas bandas de diferentes partes de toda España. Coincidimos con grupos como Vetusta Morla, por ejemplo. Ganar fue increíble. Después, como premio, hicimos un viaje a Rumanía de gira con bandas de todo el mundo, nosotros representábamos a la música española. Es cierto que nos impulsó mucho, sobre todo a nivel de ánimo, pero nadie nos publicó un disco por eso. De hecho, el primer disco que sacamos es autoproducido. En esa época, a comienzos de los 2000, nadie se autoproducía nada por lo caro que era. Conseguimos que unos amigos nos prestasen el dinero y lo publicamos en una compañía muy pequeña. El concurso tuvo que ver, pero creo que si no hubiésemos ganado habríamos grabado el disco igualmente. Ciertas canciones como 'Llevo tu voz' o 'El bufón' existirían igual.

Después de veinte años, ha habido varias fluctuaciones en vuestra plantilla. ¿Cómo se afronta la salida de alguna pieza del grupo?

Es casi lo más duro de todo esto, pero es el tipo de cosas que hemos aprendido con el tiempo. En la banda éramos muy exigentes con lo que hacíamos. Al producir nuestros propios discos, teníamos mucha exigencia, sobre todo con la implicación de todos y con lo que queríamos y esperábamos de cada disco. Nos habíamos puesto grandes metas, cosa que ya no tenemos en la cabeza. Ahora la banda se constituye pensando en las personas, por eso hemos durado tanto tiempo. Creo que cuando empezamos sobrepusimos demasiado nuestras metas por encima de la amistad, y al no implicarnos todos de la misma manera, nos dolía cuando uno se implicaba menos de lo que otro.

Antes teníamos mucha exigencia, nos poníamos grandes metas. Pero ahora la banda se constituye pensando en las personas, por eso hemos durado tanto tiempo. Creo que cuando empezamos sobrepusimos demasiado nuestras metas por encima de la amistad

En realidad, pienso que ahora lo habríamos gestionado de otra manera, seguramente poniendo por encima de la mesa el peso de nuestra amistad antes que el peso de nuestro trabajo profesional. Sin duda lo habríamos hecho de otra manera. Eso es lo que más me duele de todo, porque vas dejando en el camino relaciones que son importantes. Aun así, en el fondo, las relaciones se han recuperado a nivel personal. Casi después de veinte años, si alguno de ellos no está con nosotros tocando es por otros motivos, no por ninguno personal.

¿Cuáles son los próximos objetivos de la banda más allá de los conciertos previstos por el reencuentro?

La banda es prácticamente la misma que la Billy Boom Band, así que para nosotros se basa en una relación personal. Somos todos amigos y la amistad está por encima de todo, es la base sobre la que se fundamenta La Sonrisa de Julia. Para nosotros la banda es una especie de familia a la que volvemos con el tiempo. En 2013 el grupo paró; cinco años después, en el 2018, el grupo volvió con un nuevo disco y gira hasta 2019, que volvimos a parar otros cinco años hasta ahora en 2024. Suelen pasar cinco años y nos volvemos a juntar en torno a este proyecto, porque podemos tocar tanto en solitario como con la 'Billy' o con La Sonrisa de Julia. Lo único que cambia es el motivo musical que nos empuja a unirnos en cada momento. No me plantearía hacer esto con ninguna otra banda.

Podemos tocar tanto en solitario como con la 'Billy' o con La Sonrisa de Julia. Lo único que cambia es el motivo musical que nos empuja a unirnos en cada momento. No me plantearía hacer esto con ninguna otra banda

Hemos hablado sobre la posibilidad de hacer más conciertos, pero no sabemos si podremos por agenda, así que dejamos claro que si no podemos hacerlo los cuatro, no lo haremos. El motivo principal es tocar juntos, es lo que guía nuestra relación musical y es lo que más disfrutamos sobre el escenario. Así es como planteamos el futuro, no hay prisa; después de la gira decidiremos. Además, tenemos la suerte de aprender con los años, hemos comprendido que nuestra relación con La Sonrisa de Julia debe ser así, no puede ser de otra manera. Tenemos la suerte de que al tener una vida paralela, nos relacionamos con libertad cuando nos juntamos como banda. Todos estos años nos han servido para aprender a relacionarnos entre nosotros y con el proyecto de una manera mucho más sana. Tocamos menos, pero nos relacionamos como nunca habíamos podido relacionarnos.

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