España garantiza a Brasil que puede “cerrar el círculo” de su primer AVE

La ministra de Fomento de España, Ana Pastor, afirmó hoy en Brasil que las empresas españolas están en condiciones de “cerrar el círculo” para el tren de alta velocidad que proyecta este país, ocuparse de todas las fases del proceso y que el consorcio que concursará se conocerá en “los próximos días”.

“Somos capaces no sólo de hacer la estructura, sino de hacer la superestructura, los sistemas de electrificación, los sistemas de seguridad y los sistemas de control del tráfico ferroviario”, dijo a Efe la ministra española después de una serie de entrevistas con los responsables de todo el sector de infraestructuras de Brasil.

El tren de alta velocidad que se construirá entre Río de Janeiro y Sao Paulo es el proyecto de mayor envergadura que se plantea hoy en el país y, en cada una de sus reuniones, la ministra ratificó el interés y la “decisión” de España de participar en el concurso, cuya primera fase se definirá en septiembre próximo.

Pastor reiteró que el consorcio de empresas públicas y privadas que se inscribirá para esa licitación será conocido en “los próximos días” y subrayó la capacidad de las compañías españolas para concursar en cada una de las fases.

“En España, durante décadas, se ha hecho un esfuerzo muy grande para contar con una de las redes de alta velocidad más grandes del mundo”, con empresas tecnológicas “que avalan este proyecto”, con “trenes de probada eficiencia” y con “un gran capital humano”, dijo.

También subrayó que la propuesta española presentará garantías de una “financiación estable y los avales correspondientes”, tal como ocurrió en el proceso para la construcción del tren de alta velocidad saudí entre La Meca y Medina, adjudicada en enero del 2012 a un consorcio español.

Asimismo, Pastor reiteró a Efe que España está “totalmente de acuerdo” con la transferencia de tecnología que exige Brasil y que además está dispuesta a colaborar con “la formación profesional del capital humano” necesario.

En ese sentido, explicó que ha pedido a las autoridades de Brasil que se suavicen las “trabas burocráticas” para la homologación de títulos a fin de facilitar que ingenieros españoles participen de un proyecto que “debe estar acompañado por esa formación” de profesionales idóneos.

En el último día de la que ha sido su tercera visita a Brasil desde junio pasado, Pastor también ofreció la experiencia de España en materia de puertos y aeropuertos, en las que el país tiene vastos planes de modernización que movilizarán millonarias inversiones.

Pastor se entrevistó con el titular de la Secretaría de Aviación Civil, Wellington Moreira Franco, para tratar sobre esos planes y destacó que las empresas españolas tienen los necesarios “avales técnicos” y de gestión tanto en la parte civil de las obras como en materia de gestión aeroportuaria.

Citó en especial el caso de Aena, considerada como la mayor operadora del mundo en ese sector y responsable de la gestión de 47 aeropuertos en España y de 26 en otros países, así como del transporte de unos 200 millones de pasajeros anuales en el mundo.

Actualmente Brasil tiene millonarios proyectos para ampliar y modernizar todos sus aeropuertos y, en especial, los de las doce ciudades que el año próximo serán subsedes del Mundial de fútbol, entre las que se incluye Río de Janeiro, que en 2016 acogerá además los Juegos Olímpicos.

Pastor también se reunió con el responsable de la Secretaría Especial de Puertos de Brasil, José Leônidas de Menezes Cristino, con quien analizó las posibilidades de cooperación hispano-brasileña en ese área.

La ministra destacó que por los terminales portuarios españoles son movilizados unos 400 millones de toneladas de productos cada año, lo cual supone un dato de eficiencia y gestión que puede servir como base para los planes que tiene Brasil en ese sector estratégico de su economía.

La semana pasada, el Congreso brasileño aprobó unas nuevas normas para la gestión y concesión de puertos, que según el Gobierno en los próximos años pueden atraer inversiones públicas y privadas, tanto nacionales como extranjeras, por unos 25.000 millones de dólares.

Según Pastor, España está dispuesta a participar en todos esos proyectos, una oferta que “ha sido muy bien acogida” por Brasil.