La mitad de las administraciones silencia los resultados de las consultas ciudadanas
¿Para qué sirve que una administración consulte a la ciudadanía si después no da cuenta de los resultados? Por un deseo de ocultar una información que no gusta o, simplemente, por desidia, el caso es que la mitad de las administraciones vascas silencia los resultados de esas consultas. Un dato que resulta especialmente llamativo, según el Ararteko, ya que la no publicación de esta información supone “un claro inhibidor para la estimulación de la participación y la confianza de la ciudadanía hacia las instituciones públicas”. Es una de las conclusiones del Defensor del Pueblo Vasco recogidas en su actualización del informe sobre E-Inclusión y la participación ciudadana en las esferas social y pública a través de las Tecnologías de la Información y Comunicación en Euskadi.
Según el ‘ararteko’ en funciones, Íñigo Lamarca, cuando una administración no publica el resultado de esas consultas, las aportaciones ciudadanas pasan a formar parte de una ‘caja negra’ en la que no se conocen aspectos tan importantes como la forma en la que esas aportaciones van a ser incorporadas a la toma de decisiones. Además, los ciudadanos tampoco podrán conocer qué han aportado otras personas o ver finalmente qué acciones se han emprendido como resultado de la portación ciudadana a la toma de decisiones. La actualización del estudio ha contado con la participación de las tres diputaciones, los ayuntamientos de las capitales, el Gobierno vasco y los consistorios de Irun, Zalla y Amurrio.
Al poner el objetivo sobre el análisis de esta realidad, se puede observar también como solo cuatro de las 10 administraciones vascas analizadas ofrecen a la ciudadanía la posibilidad de participar en una consulta ciudadana a través del canal que elija (presencial y/o a través de internet). Es una forma de garantizar que no se discrimina a ningún ciudadano debido a que no puede desplazarse a los puntos físicos de encuentro para la recogida de información o porque no dispone de conexión a la red en casa…
Ausencia de comunicación directa
Ausencia de comunicación directaLa comunicación directa entre los políticos que dirigen las administraciones y la ciudadanía también es una asignatura pendiente. Así, seis de las 10 administraciones que han participado en el estudio afirman contar con los medios necesarios para favorecer el contacto de la ciudadanía con los políticos, mientras que solo la mitad (tres de las seis administraciones que disponen de estas herramientas) reconocen que dicha comunicación se hace de forma directa. Es decir, sin intermediarios ni terceras personas que gestionen la respuesta a los mensajes recibidos.
El Open Data (poner la información que posee el sector público al alcance de todo el mundo) continúa siendo un aspecto a mejorar, apunta el Ararteko. Seis de cada 10 instituciones han comenzado a abrir conjuntos de datos producidos por ellas, pero se mantiene una gran diferencia en el grado de madurez de dichas iniciativas en los diferentes niveles de la administración. Por ejemplo, solo tres de las seis que ya han abierto conjuntos de datos (en mayor o menor medida) cuentan con un catálogo de datos (punto único de acceso) o han consultado a la ciudadanía para identificar cuáles son los que resultan más interesantes o más demandados.
Por otro lado, el Ararteko reconoce que en algunos aspectos las administraciones sí que han hecho los deberes y han puesto los medios para “intentar facilitar al máximo la participación y la inclusión digital de la ciudadanía”. Estos medios incluyen avances en la regulación, como, por ejemplo, el Libro Blanco de la Democracia y la Participación ciudadana de Euskadi y el Proyecto de Ley de la Administración Pública vasca. “Dos importantes hitos que suponen un avance más en el asentamiento de las bases del fomento de un nuevo rol de la ciudadanía en la vida política y en la configuración de su entorno”, señala el Defensor del Pueblo Vasco.
Brecha digital
El estudio también muestra una “evolución favorable” en el uso de las nuevas tecnologías por parte de los vascos, ya que entre 2012 y 2014 se ha registrado “un importante avance en la práctica totalidad de los indicadores”. Entre las cifras “más significativas”, Lamarca destaca que cerca del 68% de la población mayor de 15 años usa internet, que hay disponibilidad para conectarse “en prácticamente cualquier lugar” y que ha aumentado “la confianza digital”, como demuestra el hecho de que el 41,7% haya hecho compras a través de la red, un 3 % que en 2012.
El Ararteko percibe “cambios positivos” en la evolución de las brechas digitales: la de género se ha reducido, aunque siguen siendo más los hombres que se conectan a la red (7,6 %) que las mujeres que lo hacen. También se ha reducido la brecha relacionada con la edad y desde 2012 han crecido un 20 % los usuarios de internet que tienen entre 55 y 64 años.
Sin embargo, en este ámbito siguen percibiéndose situaciones de desigualdad. Así, las familias con hijos utilizan internet prácticamente el doble que las familias que no los tienen o las formadas por una única persona. Algo parecido ocurre entre las personas que trabajan y las que están en paro, que usan internet un 50 % menos, a pesar de la importancia de usar la red para buscar un empleo.
